El inquieto cadáver

Pabormi

   La vuelta ciclista era esperada por los habitantes del pueblo como un acontecimiento. A lo largo del recorrido, los naturales del lugar, ansiosos por poder ver en directo lo que hasta ahora solo habían visionado a través del televisor, se habían colocado ya dos horas antes sobre el recorrido marcado. Sabían que apenas sería un par de minutos el espectáculo completo y que tres cuartas partes lo ocuparía la caravana publicitaria, pues los ciclistas solían producir un crak en las cervicales de los espectadores, dada la velocidad ‘en la que viajan subidos’.
   Echándole humor a la soleada mañana, un grupo se concentró en el bar del paseo de la estación -con cervecita fresca se hace más corta la espera- y si además coincide con que la jardinera del paseo suele regar a estas horas en pantaloncito corto, pues encaje sobre almohadillas. ¡Que la jardinera es mucha jardinera, oiga!

  
Pocos minutos antes de que la serpiente multicolor se deslizara por la Ronda, proveniente de la capital, los contertulios se hallaban enfrascados en que si Oscar Sevilla había tramado el plan (hablando con el pelotón) de que la vuelta se pararía e irían todos al monumento a “Lolo”; otros decían que esa era la idea original, pero que Unipublic se había negado en redondo… y en esto que alguien exclama: ‘¡coño, por ahí viene el muerto!’

  
Fresnedillo, que no vivía en el pueblo pero acostumbraba a “agostar” allí, al no entender lo de que un difunto viniera hacia el bar subido en una bicicleta, preguntó: ‘¿el muerto? ¿y eso?’

  

¡Ah, claro, tú no lo sabes, ¡ese es el muerto más nervioso que ha existido desde que el mundo es mundo!

  
A ver, guapísima, ponnos unas cervezas, que este no se va de aquí, sin contarme lo del muerto, este, que se avecina por la izquierda -dijo Fresnedillo- ,con el consiguiente cachondeo del resto de los ávidos consumidores de la pandilla, que poblaba el cuadrado imperfecto, que conformaba la barra.

  
¿Y la jardinera? ¡Joer con la jardinera! Bueno pues resulta que “el” Almodóvar, como sabrás, está rodando una película en el pueblo y necesitaba un difunto, para un entierro.

  
Bien, pues después de hacer un riguroso “casting” fue elegido Julito Patillas, como el muerto mas ilustre y se supone que el que mejor lo hacia, de todos los difuntos andantes probados , el tío, tan orgulloso cuando lo eligieron… pero claro, en lo que no pensó, es que el día del rodaje, haría 42º a la sombra.

  
Ay la jardinera… mira, mira como riega…la jardinera…agáchate jardinera… ala… el vaquero de la jardinera…a lo que vamos…

  
A las ocho de la mañana lo visten de traje y corbata, le dan un botellín y lo meten en el ataúd, cuya tapa superior estaba abierta, para que se le viera difunto, claro está… y le dicen: cuando usted oiga …¡acción! ni se mueva, ni hable, ni abra los ojos por nada del mundo, ¡pase lo que pase! P ero él debió entenderlo mal… vamos al revés “…talmente”, porque, el tío se quedó quieto en el momento que lo metieron allí , pero al oír la voz de acción… justo en ese momento Julito que se incorpora y dice:….. pero bueno, con este “calorazo”, no se puede hacer na de na…¡ me estoy asfixiando!…¿y esta corbata…pa que?

  
¡Corten… corten.. a ver ese muerto coño… que se ha “levantao” y esta hablando!- dijo alguien-.

  
Pero bueno, señor difunto, ¿como se le ocurre levantarse, precisamente cuando estamos rodando?. Bueno, no pasa nada, mire se lo voy a volver a explicar de nuevo: cuando usted escuche… acción, es que estamos rodando…¿vale?

  
Vale, vale ¡si es que estoy derritiéndome aquí dentro!

  
¡Jardinera, ven a tomarte algo con nosotros , mujer, que te vas a deshidratar…!Joer, joer… bueno , sigo…

  
¿Ya estáis rodando no?-dijo de nuevo Julito, incorporándose, pues venga que yo me quedo quieto, pero…¡ a ver si me vais a tener una hora aquí “metio”!

  
¡Corten…corten… el muerto…otra vez el muerto!

  
Pero bueno Sr. Patillas ..¿es que no entiende que no se puede mover?…¡usted hace el papel de difunto, coño!

  
Oye chico… “que vendo unas papeletas “pa” después de la “pidicula” esta… que sorteo un jamón, a un euro… y pa la semana que viene , una bicicleta de ciclista. Díselo a estos forasteros de la “peli”.

  
¡Joer, Julito, con lo que esta cayendo, .que estamos en siesta, hombre!

  
¡Abreviemos!.

  
Oye y digo yo…¿tos los muertos van de traje?…podíais dejarme en camiseta de tirantes ¿no? .Total, estoy muerto.¡Solo se ve la caja!

  

¡3… 2… 1 acción!

  
En esta ocasión, todo iba fluido y la toma del entierro estaba quedando brillante, pero el José Vicente, amigo de Julito y cachondo mental de nacimiento, le dice al muerto:”Patillas” dame el 36 “pa” el sorteo del jamón… y de pronto que la cámara hace un primer plano del ataúd y se ve un brazo saliendo lentamente de él, que finalizaba en una mano, que portaba una papeleta amarilla… y del mismo, sale una voz de ultratumba que dice: “que sepas “quel” jamón es ibérico” ¿eh?, no te vayas a pensar, que rifo cualquier cosa, a propósito, nos van a despedir del “trailer este” ¿ no?.Fíjate tu, que estoy pensando yo, que ”toa” la vida diciendo “pidicula” y ahora por culpa de los americanos hay que decir “flim”… si es que… ¡así nos va!

  
Corte…corten…joer con el muerto… joer con la jardinera…

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