La acogida en Cáritas, una respuesta inmediata a las necesidades de los más desfavorecidos

La acogida en Cáritas, una respuesta inmediata a las necesidades de los más desfavorecidos El programa de Acogida es la puerta de entrada a Cáritas y pretende responder a demandas concretas y necesidades urgentes de los más desfavorecidos

Cáritas trabaja por hacer presente en la sociedad la realidad de los pobres y no atendidos con el fin de acompañarles no solo en la búsqueda de unas condiciones de vida dignas y duraderas, sino también en su proceso de crecimiento y rehabilitación personal como ciudadanos de pleno derecho y dignidad.

La intervención social de Cáritas se dirige tanto a dar respuesta inmediata, a través de su red de servicios de acogida y atención primaria, a las necesidades más urgentes de las personas en situación vulnerable, como a desarrollar itinerarios personalizados de rehabilitación y promoción para las personas afectadas por situaciones de exclusión, para que, a través de procesos de formación y capacitación, lleguen a ser agentes activos de su propio desarrollo personal.

La acogida es, precisamente, el punto de inicio de la intervención de Cáritas con la persona, a la que se le ofrece un espacio de escucha. La acogida la realizan voluntarios con una gran experiencia que dialogan con la persona de una forma cercana, para conocer su situación y de este modo dar una respuesta a las necesidades que plantea.

Dentro de este proceso de acogida, que se realiza tanto en las sedes de las distintas Cáritas como en las diferentes parroquias de la provincia, los voluntarios realizan un análisis de la realidad, detectando cuáles pueden ser las posibles causas de la situación en que se encuentra la persona que solicita ayuda y estableciendo un primer diagnóstico del caso. También se ofrece información y asesoramiento de los diferentes recursos o ayudas sociales existentes, prestación de alguna ayuda directa, tales como alimentos, medicamentos, pago de recibos, etc, e información sobre los diferentes talleres y actividades que Cáritas organiza.

El compromiso de Cáritas Diocesana de Ciudad Real con las personas excluidas está apoyado por el trabajo gratuito de cientos de voluntarios. Éste es el caso de Mª Ángeles, Lute y Rosario, tres voluntarias de Pedro Muñoz que comentan que su trabajo con las personas más necesitadas varía según la demanda de cada una. La mayor parte de las veces hasta Cáritas de Pedro Muñoz acuden a solicitar ropa y alimentos, una prioridad en los momentos de crisis económica que estamos atravesando.

Otra realidad similar es la de Almadén. En esta localidad la labor de acogida en la Cáritas local la presta una trabajadora social, acompañada por voluntarios con una gran experiencia. Ese es el caso de Mª Reyes una voluntaria que, tras señalar lo difícil que les resulta a algunas personas solicitarnos ayuda, añade que es importante pedirles las documentación donde aparecen sus ingresos y gastos, miembros de la unidad familiar, etc, para valorar y reflexionar sobre la ayuda a prestar dejando a un lado primeras impresiones y prejuicios.

El servicio de acogida de Cáritas Puertollano apuesta por una atención integral, priorizando la atención de las necesidades básicas como la alimentación, el cuidado de los niños pequeños y, por último, todo lo relativo al pago de recibos y vivienda.

“Nuestro trabajo, básicamente consiste en acoger a la persona en necesidad, escuchamos la demanda y la situación que plantea. Una vez hecho, facilitamos información y orientamos sobre qué hacer, adonde dirigirse y para qué; también, solicitamos documentación que avale aquello que nos dice, visitamos el domicilio para conocer la realidad, (la prontitud depende de las personas y del tiempo disponible de las mismas). Nos coordinamos con los Servicios Sociales para ampliar conocimiento de la familia y valoramos para darle la respuesta más adecuada. Atendiendo con recursos propios, informando y derivando a los de la comunidad”, informan Josefina y Antonia, dos voluntarias de la Cáritas de Puertollano.
 
Una misma crisis, diferentes visiones

En cuanto a como ha afectado la situación de crisis a la organización de los diferentes equipos de acogida de Cáritas, las voluntarias de Pedro Muñoz comentan que han tenido que aumentar un día más de trabajo, dedicado exclusivamente a la prestación de ayudas para alimentación. Además, ha sido necesario solicitar más recursos económicos para poder atender a un número, cada vez más creciente, de familias.

En Almadén el número de personas que han solicitado ayuda a Cáritas debido a la crisis se ha incrementado de manera paulatina. El hecho de ser una zona rural deprimida no ha supuesto un cambio drástico para la población. La voluntaria, Mª Reyes, comenta que a lo largo del pasado año atendieron a un total de 57 familias, una cifra similar a la de ejercicios anteriores.

En la Cáritas de Puertollano sí se ha detectado un aumento considerable del número de personas-familias demandantes de ayuda, lo que les ha obligado a aumentar el tiempo de dedicación tanto para la acogida directa a las familias, como para su seguimiento  e intervención.

“La situación actual de crisis económica no sólo afecta, y ya lo hace, a la dificultad de disponer de más recursos económicos para atender a las familias más necesitadas, también al estado anímico de cada persona voluntaria que ven como, día tras día, como aumenta el número de personas que sufren y viven en la pobreza”, comenta Ramona, directora de Cáritas Puertollano.

La riqueza del voluntariado

Mª Ángeles, Lute y Rosario, voluntarias de Pedro Muñoz, añaden que es necesario animar a las personas a que se hagan voluntarios de Cáritas y que dediquen parte de su tiempo a esta tarea tan enriquecedora.

“Hoy, más que nunca, es importante dar a conocer las causas por las que muchas familias han llegado a vivir la crisis económica, y es necesario también seguir insistiendo en que la crisis ha venido derivada de una crisis de valores que padecemos desde hace mucho tiempo, dando poco valor a lo que tenemos, familia, amigos, etc, y mucho a lo que queremos conseguir desde el punto de vista material, el mejor coche, una vivienda en propiedad, la última tecnología”, añade Lourdes desde Almadén. Es necesario aprovechar la situación para aprender de lo ocurrido “y que esa enseñanza se la dejemos a las generaciones que vienen para que no caigan en los mismos errores”.

Por último, desde la Cáritas de Puertollano también animan a las personas a que dediquen parte de su tiempo, habilidades y conocimientos en beneficio de las personas que viven la situación de la pobreza, asegurando que la mejor recompensa es percibir el alivio en muchos de los rostros que atienden. Además quieren aprovechar la ocasión para lanzar un mensaje de agradecimiento a toda la sociedad que se implica, con sus propios recursos materiales y humanos, a favor de los más necesitados y en la construcción de un mundo más justo, humano y solidario.

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