Un centenar de pacientes son atendidos mensualmente en la consulta del sueño del Hospital General

La consulta del sueño del Hospital General de Ciudad Real, dependiente del Gobierno de Castilla-La Mancha, atiende a una media de cien pacientes mensuales afectados por trastornos respiratorios asociados con el sueño. Estos trastornos pueden causar hipertensión pulmonar, hipertensión arterial, arritmias, somnolencia diurna y disminución del rendimiento escolar y laboral, afectando la calidad de vida de las personas.

Uno de los trastornos más frecuente es el de la apnea del sueño, donde el usuario por la noche, mientras duerme, sufre pausas de respiración de entre 10 y 20 segundos, repetidas veces a lo largo de una hora, lo que provoca que no llegue la cantidad de aire suficiente que necesitan los pulmones. Así al paciente se le ocluyen las vías respiratorias, colapsándose, disminuyendo el nivel de oxígeno. Automáticamente producen un autodespertar en el paciente, del cual no es consciente, impidiendo que tenga un sueño reparador, lo que conlleva fundamentalmente, en que al día siguiente, el paciente tenga una hipersomnolencia diurna, es decir, que se queda dormido en cualquier lugar, incrementando el riesgo de sufrir accidentes de tráfico o laborales.

La obesidad es un factor que contribuye a que a largo plazo aparezca este síndrome ya que el aumento del diámetro del perímetro cervical es una de las causas fundamentales de ese colapso durante la noche.

Para el tratamiento de este trastorno, la gerencia del Hospital General de Ciudad Real ha llegado a un acuerdo con la empresa Carburos, que instala un aparato al paciente en su domicilio mientras duerme, para que recoja los movimientos torácico-abdominales del usuario,  registrando el flujo del aire aspirado, los ronquidos y la saturación de la respiración.

Al paciente se le indica que no debe dormir boca a bajo y al dia siguiente la empresa recoge el aparato, que lleva una tarjeta de memoria donde queda reflejada la actividad respiratoria que se ha producido durante la noche.

Así los neumólogos encargados de la consulta, Belén Herrero, Patricia Mata, Alicia Cortés y Javier Lázaro, leen e interpretan los datos registrados.

Posteriormente citan al paciente, le aportan los resultados obtenidos y se le indica el tratamiento a seguir, que fundamentalmente es la presión positiva continua de la vía aérea, conocido como CPAP, una mascarilla nasal que se conecta a un aparato e introduce aire a presión. Con ello lo que se consigue es introducir una presión positiva continua en la vía aérea, mediante la inspiración y la expiración, que lleva a que las vías respiratorias permanezcan abiertas.

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