El Consistorio secreto de la alcaldesa indignada

Ha ya tiempo que la señora alcaldesa del Ayuntamiento socialista de Argamasilla de Calatrava (Ciudad Real), Jacinta Monroy Torrico, a quien no corresponde el tratamiento de excelentísima ni por protocolo ni por talante, prohibió a José, un veterano activista de la trasparencia institucional, grabar en video los plenos municipales.

Jacinta Monroy, quien por añadidura es vicepresidenta de la Diputación Provincial como responsable de Imprenta, Publicaciones y Agenda Local 21, ese plan estratégico que pretende potenciar la participación ciudadana… Jacinta Monroy, la misma que hace días, y sin comunicación previa, se invistió de la dignidad de indignada y se presentó con petate de dormir en la Delegación de la Junta de Ciudad Real para protestar contra la deuda de Cospedal… Esta alcaldesa Jacinta Monroy, decía, volvió a negarse el pasado miércoles a que el ciudadano José, pese a la jurisprudencia, comunicaciones y argumentos presentados previamente, grabara el Pleno de su pueblo con el único afán de colgarlo en internet y que sus vecinos lo disfrutaran.

El caso es que ante los requerimientos edilicios, el ciudadano José muy respetuosamente se negó a apagar la cámara, amparándose en la jurisprudencia que le avalaba. Pero como en La Mancha somos tan cabeciduros en lo recto como en lo tuerto, allí era de ver a la señora alcaldesa rabanera, indignada y diputada Jacinta, esperando con su santa pachorra a ver si el ciudadano José hincaba la pica. Mas transcurriendo dos horas y media, temiendo que el gallo cantara, viendo que de allí no hubiera quien al ciudadano José meneara, y que éste ni decía esta boca es mía ni este dedo ha de acatar a la Alcaldía, la alcaldesa Jacinta, remisa a bajarse de la burra, ordenó posponer el Pleno al próximo miércoles, que es mañana.

No entraré en detalles sobre el derecho que todo ciudadano tiene a expresar y difundir libremente opiniones e informaciones, y más cuando atañen al ámbito público. No insistiré en las fruslerías que avalan al ciudadano José, como la Declaración Universal de los Derechos Humanos o la Constitución Española. No recordaré la jurisprudencia sentada por el Tribunal Supremo, el Tribunal Constitucional, el Tribunal Superior de Justicia de Valencia o el Defensor del Pueblo Andaluz. Tampoco subrayaré que el cargo público se debe al ciudadano, que es su caporal, y ante él debe rendir cuentas con naturalidad y transparencia. Son estas lecciones aprendidas, así que sólo llamaré la atención sobre la intransigente respuesta de la primera edil rabanera.

Porque han de saber ustedes que, tras este episodio, la susodicha alcaldesa diputada indignada Jacinta se ha enrocado en notas de prensa y declaraciones en las que califica lo acontecido como un grave incidente, colgándole al ciudadano José el sambenito de provocador, hostil, y desafiante.

Asegura la alcaldesa que las solicitudes previas habían sido rechazadas por cuestión de fondo y forma. Sostiene la alcaldesa que las intenciones del ciudadano José son dañar la imagen del Consistorio y alterar el normal desarrollo de la vida democrática de la villa de la Argamasilla. Acusa la alcaldesa al ciudadano José de atentar contra el decoro institucional. Y por si tuviera poco el ciudadano José, la alcaldesa cuelga todo esto en la página web del Ayuntamiento, pagada por el ciudadano José, y al día siguiente le denuncia por alteración del orden público. Cuando quieras vuelves, ciudadano José.

Pues bien, señora alcaldesa indignada y diputada provincial Jacinta Monroy Torrico: con su intransigente actitud pareciera que es usted quien pierde forma y fondo, quien falta al respeto de la institución que preside, quien daña a la clase política, quien altera la democracia, quien acosa a un ciudadano y quien adopta una decisión injusta. Precisamente ha sido el ciudadano José quien ha engrandecido a sus paisanos, quien ha normalizado la vida democrática de su pueblo, quien ha ensalzado la imagen de su Ayuntamiento y quien debiera estudiar medidas legales contra su resolución.

Al fin y al cabo, ¿qué es el decoro institucional? Las instituciones no son doncellas de palacio ni damas victorianas. La castidad de las instituciones se disfruta, ah, en su esplendorosa desnudez… Y serán, estas instituciones nuestras, más respetables cuanto más corta tengan la enagua. Que digo yo, señora diputada e indignadísima alcaldesa rabanera de la Villa de la Argamasilla.

En Twitter: @santosgmonroy

santosgmonroy.blogspot.com

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