Culmina con éxito un proyecto de fertilización carbónica para reducir el efecto invernadero desarrollado por Repsol Puertollano

Científicos del Centro de Tecnología Repsol han presentado las conclusiones del proyecto de investigación en fertilización carbónica “CO2 Funnels” que se ha desarrollado en el Complejo Industrial de Repsol de Puertollano durante dos años. Este proyecto, que se enmarca en la línea de reducción de gases de efecto invernadero en la que está trabajando Repsol ha estudiado la viabilidad de capturar CO2 procedente de los procesos industriales y utilizarlo para fertilizar y aumentar la productividad de cultivos energéticos sostenibles, obteniendo biomasa que a su vez podrá ser utilizada para producir energía.

Según informa la compañía, para llevar a cabo este proyecto hace dos años se acondicionó en el Complejo una parcela de 3.000 metros cuadrados en la que se instalaron cinco invernaderos con sistemas de riego por goteo, tuberías para dosificación de CO2, sensores para la monitorización de temperatura, humedad, concentración de CO2 y equipos para la medición de flujos de CO2 en aire y en suelo. En estos dos años se ha evaluado el crecimiento de las diversas especies en función de la incorporación de diversos flujos de CO2 en el aire y en el suelo y de la climatología.

En la presentación de las conclusiones de este proyecto el investigador del Centro de Tecnología Repsol, Germán Penelas explicó que tras la investigación de dos años en fertilización carbónica parece factible obtener más biomasa en los invernaderos alimentados con CO2 respecto al cultivo en exterior “cuando se cultivan especies de ciclo corto bajo invernadero”.

Según el estudio realizado, la fertilización carbónica adicional es parte de esa mejora en el rendimiento. No obstante, apuntó Penelas “para que al final sean rentables los cultivos energéticos bajo invernadero será necesario realizar mejoras tanto en la parte agronómica como en las propias especies a cultivar, adaptar los invernaderos y la maquinaría a estos cultivos y forma de cultivar”.

Durante el tiempo que han durado las investigaciones, con la plantación de hasta seis especies diferentes de cultivos sostenibles se han llegado a obtener diferentes productos: desde biomasa para la producción de energía y electricidad hasta azúcares para la obtención de diferentes tipos de biocombustibles. Según Penelas, básicamente se han cumplido los objetivos previstos: desde los medioambientales hasta los sociales ya que con la puesta en marcha del proyecto en el año 2012, se generaron 11 puestos de trabajo entre los socios participantes.

Además de los investigadores del Centro de Tecnología Repsol en este proyecto ha participado personal del área de Medio Ambiente del Complejo Industrial de Repsol. Dentro de la política de la compañía de apoyar la integración laboral de las personas con discapacidad para los trabajos de jardinería se contrató a personal del Centro Especial de Empleo de la Fundación Fuente Agria.

Durante la jornada en la que se presentaron las conclusiones de este proyecto el director del Complejo Industrial de Puertollano, Juan Antonio Carrillo de Albornoz destacó que el CO2 Funnels «es una muestra del compromiso de Repsol con la búsqueda de nuevas energías, que se alinea con el trabajo que día a día se desarrolla en el Complejo Industrial donde trabajamos buscando la mayor eficiencia energética en nuestros procesos y que el proceso de fabricación de nuestros productos sea cada vez más sostenible”.

En esta investigación, que ha tenido un presupuesto de 1.1 millones de euros, ha sido fundamental la colaboración del Centro de Biotecnología Nacional, el Instituto de Biología Molecular y de Cultivos de Plantas y el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas. Todo ello bajo la coordinación de Repsol que para ello ha invertido más de 700.000 euros.

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