Miembros de Greyhound Foundation van a realizar trabajos de reforma y mejora en el albergue canino Huellas de Puertollano. Desde el pasado sábado y durante toda la semana, once personas entre hombres y mujeres, incluso una adolescente, han viajado desde Holanda y Bélgica hasta Puertollano, corriendo ellos mismos con todos los gastos de viaje y alojamiento, con el único fin de donar su tiempo y esfuerzo para la protectora.
Ya brindaron su ayuda en otra ocasión, cuando realizaron también obras de mejora, pero en este caso van a edificar cheniles en el patio Europa, lo que antes era la antigua fosa, y van a pintar algunas estancias del albergue e instalar una puerta y ventana en una habitación que hasta el momento servía de almacén, convirtiéndola de este modo en oficina.
Ellos mismos se encargaron de comprar el material necesario para estos trabajos, además de taquillas para que los voluntarios puedan dejar sus pertenencias mientras colaboran en el albergue, sin olvidarse de la compra de 700 kilos de pienso para perros.
Huellas, por su parte, se encargó durante la semana anterior de preparar y hormigonar la zona donde se van a construir los cheniles.
Todas estas obras de mejora son consecuencia de la incansable labor de los voluntarios de Huellas y de Greyhound Foundation, que una vez más han demostrado que el altruismo y el amor a los animales no tiene fronteras, y han dado buen ejemplo de que con esfuerzo sí que se pueden cambiar cosas.
Huellas quiere dar un agradecimiento público a Greyhound Foundation y a las personas que hacen posible este tipo de hechos, e invita a todo aquel que quiera a acercarse a colaborar con esta gran labor diaria.
¡A ver si tuviera la misma suerte la protectora de Ciudad Real!