Autos de Leyenda: El Corvette

A41“Algunas cosas lastiman más que los coches y las chicas” cantaban los exquisitos Prefab Sprout en su emblemática “Cars & Girls”, curioso “flash-back” a la época dorada del “baby-boom”, las “high-schools” descritas en películas como “Grease” y, por supuesto de los míticos coches que adornaban una era donde el “rock & roll” empezó a ejercer de banda sonora: los mediados cincuenta. En esa época sobrevalorada nació nuestro héroe de hoy, el Chevrolet Corvette.

Así empezó todo
Presentado en enero de 1953, el primer Corvette debe su diseño al ingeniero Harley Earl (1893-1969), creador además de otras joyas como el Chevrolet Impala o el Cadillac Eldorado, innovador que ha pasado a la historia por el “tailfin” o uso indiscriminado de las aletas verticales en los capós traseros de los grandes coches americanos de la década de los cincuenta-sesenta. Earl, fue también un adelantado en el cambio manual y los parabrisas envolventes y, aunque continuó trabajando en Chevrolet, no volvió a diseñar ninguna otra generación del Corvette, vehículo que aunque nació de forma más que discreta, lo que casi evita su fabricación, se ha venido construyendo desde hace sesenta años y en ese tiempo ha tenido hasta siete generaciones, haciendo de él un automóvil realmente legendario que, fuera de Estados Unidos se vende bajo su propia marca, Corvette, obviando la marca matriz Chevrolet.corvette

La primera generación de Corvette llega hasta 1962 y como primer deportivo de la marca goza de todos los aditamentos de los exagerados coches americanos: motor V8 delantero de más de cinco litros, con dos válvulas por cilindro y unas dimensiones típicas de su época. Para 1963, el Corvette recibe, ya en su segunda generación, la suspensión trasera independiente y comienza una incipiente carrera en la competición con la versión Gran Sport, réplica inminente a los Shelby Cobra que empiezan a arrasar en las carreras de Gran Turismo y a los que bate en el Watkins Glen. El Grans Sport entregaba 550 CV al pedal, aunque se realizaron réplicas más domesticadas de “solo” 290 CV. Su “complejo de Cobra” le llevó hasta copiar el dieño de colores azul y blanco de su opositor, pero el Stingray (nombre dado a esta 2ª generación) cimentó los mitos atribuidos a este vehículo.

corvette02  El triunfo de la clase
Estos mitos se consolidaron con la tercera generación y, sin duda la más popular, y (si me lo permitís) la que más me gusta. El Stingray C3, conocido como “tiburón”, es un coche con una colección de curvas aerodinámicas que para sí las quisieran las “pin-ups” de la época. Producido entre 1968 y 1982 dio origen a una marca de coches de juguete, Hot-Wheels, que ansiosa de lanzarse al mercado, presentó antes sus cochecitos que la Chevrolet el suyo, con gran disgusto de estos últimos. Por si todo fuera poco, sus participaciones en Le Mans y múltiples victoria de categoría en el entones floreciente Campeonato Mundial de Sport-Prototipos, hicieron que el C3 Tiburón ejerciera desde 1978 como “pace car” en las 500 millas de Indianápolis.corvette03

Las sucesivas generaciones de Corvette (entre 1984 y 2004) se ven marcadas por el influjo de los superdeportivos japoneses tipo Nissan 300-ZX y Mazda RX-7, lejos han quedado ya lo tiempos en que el Corvette lideraba la legión de “muscle-cars” americanos, pero no por ello iba a renunciar a su pedigrí remozando motores hasta llegar a casi los 350 CV de potencia y colocando éstos en posición central para equilibrar masas, la cilindrada llega ya hasta casi los seis litros (5.665 cc.) sin renunciar al tremendo V8 ni a las versiones coupé y descapotable.

corvette04El futuro está aquí
La generación C6 del Corvette trae gratos recuerdos porque con ese vehículo ganó Antonio García las 24 horas de Le Mans, en su categoría en 2009 y 2011. Para los menos ilustrados diremos que Antonio García es un piloto madrileño que optó por las carreras de resistencia y GT al encontrarse con pocos medios para los monoplazas, fue compañero de Alonso con el que “correré algún día en Le Mans”, dice, y mientras tanto atesora tres títulos en Le Mans y uno en Daytona, sin contar con su próxima aparición, los días 23 y 24 de junio. Allí también estará una multitud de Corvette en busca de la octava victoria desde 2001. Este año ha supuesto la séptima generación del ya sesentón coche que para la ocasión aumenta en cilindrada y potencia, reduciendo (a su modo) el consumo, e incluyendo fibra de carbono y aluminio en todos sus componentes estructurales, para llegar al 50/50 en su relación peso/potencia lo que hace de él un auténtico monstruo de las “highways”.

Juanma Núñez
ElchiringuitoA41

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