Nota municipal.- El ultrafondista Miguelturreño, José Luis Romero, que ya esta en España procedente del Nepal con su proyecto Sonrisas y Montañas llevaba además como idea el ascenso al Everest. «Esta era mi primera expedición a la cima mas alta del mundo, de 8848 metros». «Pero te das cuenta que eso es otro mundo, ya que había estado en expediciones de medio mes o algo más, pero no de dos meses. Además te das cuenta que tienes que hacer vida en el campo base avanzado a 6.400 metros. Durante estos últimos años he estado dedicado a ultra trail e Ironman, que son pruebas de resistencia y el ritmo es otro, para ascender, lo que tiene que confrontar con diversas cuestiones y algunas de ellas no dependen solo de ti».
Uno de los primeros días que José Luis fue a aclimatarse «al campo 1 a 7.000 metros, tuvo un problema con la bota que me hizo una herida. Se me reventó la ampolla, hasta hacerse un agujero. No pude curarme la herida, ya que son condiciones con mucha humedad y frío. Esto no me permitía plantar bien el pie e impulsarme con lo que tenía que hacerlo con las dos manos, agarrándome bien a la cuerda, para impulsarme. El día que íbamos a intentar hacer cima, sabía que no podía, que era una desilusión enorme, algo que intente, pero era imposible. De hecho salí del campo base, me fui a un intermedio, de aquí al avanzado, al campo 1 y luego al campo 2 a 7.500 metros, donde me di la vuelta ya que era imposible llegar al campo 3 a 7.900 metros, porque ponías en riesgo tu vida y luego la de un serpa y la de un compañero americano que venía conmigo».
«Aquí han llegado noticias de la muerte de Juan José Garra en el Dhaulagiri, las tortas que se dieron Ueli Steck y Simon Moro con los serpas y poco más, pero en la cara tibetana que era donde estaba yo, murieron 7 personas, con más o menos experiencia, incluso algún Serpa con más de 9 o 10 veces de ascensiones, incluso con oxigeno. Y ocurre que ese día tu cuerpo no responde, por lo que sea, y a 7.000 metros te puedes volver, pero no a 8.000 metros. Y la gente se queda arriba o los pueden bajar en camillas que hacen los serpas con palos, por que el esfuerzo que hay que hacer es brutal».
«Cuando estaba aclimatando en el Valle del Khumbu, durante un mes, tuve la suerte de encontrarme con la expedición del BBVA, que la lidera Carlos Soria, con mas de 70 años, iba con 8 españoles en la expedición e iban al Kanchenjunga, muy fuertes y el día en el que iban a hacer cima, a 300 metros, Carlos tuvo una corazonada y se volvieron y otra expedición que los acompañaba en la que subían 11 americanos siguieron y bajaron 5, 6 se quedaron arriba. Esto te demuestra lo peligroso que es este deporte, con lo que hay que tomar decisiones que no te gustan pero debes hacerlo por no poner en riesgo tu vida. Por eso, esta ha sido la decisión más sabia que he tomado en mi vida. Así que no ha podido ser, pero me vengo con un buen sabor de boca», asevera José Luis Romero.
«Ahora a centrarme en realizara pruebas de Ironman, para ya en próximo año, algo que aun no tengo decidido donde, pero si unas de tres en Alemania. En cuanto a montaña no tengo nada previsto, pero lo dejo un tiempo, no significa que haga un 5.000 o 6.000. Lo de subir a una de 8.000 metros no aparco por ahora pero volver al Everest seguro que lo hago», concluye el miguelturreno José Luis Romero.
