Ciudad Real es la provincia que más marca la X a favor de la Iglesia Católica

Ciudad Real es la provincia que más marca la X a favor de la Iglesia, según ha asegurado hoy el ecónomo diocesano, Vicente Ramírez de Arellano Rabadán,, que ha dado a conocer los datos relativos a la declaración de la Renta 2012. En la provincia hubo 116.353 declaraciones a favor de la Iglesia, lo que supone un porcentaje del 54,14 %. «Si lo comparamos con el porcentaje nacional, que fue del 34,83%, podemos estar satisfechos porque Ciudad Real es la provincia de España en la que más se marca a favor de la Iglesia», subraya Ramírez de Arellano.
Renta Iglesia
«Si comparamos los datos de la última Declaración de la Renta con los de la campaña inmediatamente anterior, el número total de declaraciones a favor de la Iglesia ha disminuido en todo el Estado en 97.786, aunque se mantiene por encima del año 2009 en casi 100.000», dice el ecónomo, quien matiza que en la provincia de Ciudad Real este dato a la baja se ha acentuado. «En 2010 hubo 118.388 y en el ejercicio 2011, 116.353, es decir, 2035 declaraciones menos. En cuanto a porcentaje, si en el ejercicio 2010 fue de 55,57%, en el de 2011 fue de 54,14%, es decir, una variación de -1,43%. Como a nivel nacional, nos situamos en el nivel de hace dos años», explica.

La cantidad total asignada en el ámbito estatal baja 1,2 millones de euros (0,49%), «cifra que, teniendo en cuenta la coyuntura económica, puede juzgarse satisfactoria». Por su parte, el porcentaje de declaraciones queda en el 34,83%, inferior al obtenido en 2010 (35,71%), aunque superior al obtenido en 2009 y años anteriores del nuevo sistema.

En la Campaña de la Renta de 2012, un total de 7.357.037 declaraciones fueron a favor de la Iglesia Católica, lo que supone que la cantidad total recaudada por Asignación Tributaria es de 247,1 millones de euros. «Teniendo en cuenta que el 23,24% de las declaraciones son conjuntas, se puede estimar que en torno a 9,1 millones de declarantes asignaron a favor de la Iglesia, un millón más de los que asignaban en el año 2007», dice el representante de la Iglesia.

Según el ecónomo, «para hacer una valoración justa de estos datos se tiene que tener en cuenta el descenso en la actividad económica y la situación de crisis tan grave como todos es-tamos sufriendo. Es decir, en nuestra provincia podemos hacer el mismo análisis que hacía hace unos meses el Vicesecretario para Asuntos Económicos de la Conferencia Episcopal Española, Fernando Giménez Barriocanal, porque la difícil situación económica nos está afectando a todos y también afecta a la Iglesia».

Fondo Común Interdiocesano

El dinero que el año pasado correspondió a la Iglesia por la X marcada libre y voluntariamente en la Declaración de la Renta se reparte desde el Fondo Común Interdiocesano: «un instrumento de solidaridad que nos hemos proporcionado entre todas las diócesis por el que en razón del número de habitantes, de la extensión, del número de parroquias, de sacerdotes, de catequistas, etc. se distribuye el dinero de forma que los que menos posibilidades tienen reciben más», explica.

La labor de la Iglesia y el destino del dinero

El ecónomo ha incidido en que «es muy importante que a través de la Campaña Xtantos, todos, creyentes y no creyentes, sigamos dando a conocer la labor de la Iglesia y cómo ese dinero revierte en la Iglesia y en beneficio de la sociedad».
«La labor religiosa y espiritual de la Iglesia, ya de por sí de gran significado social, lleva además consigo otras funciones sociales: la enseñanza; la atención integral a los niños, los ancianos, los discapacitados; la acogida de los inmigrantes; la ayuda personal e inmediata a quienes la crisis económica pone en dificultades; los misioneros en los lugares más pobres de la tierra. Todo ello surge de las vidas entregadas y de la generosidad suscitada en quienes han encontrado su esperanza en la misión de la Iglesia. Dicho de otra forma, los voluntarios, todos aquellos que entregan parte de su tiempo tienen una motivación y una razón clara para hacer lo que hacen: la fe», expresa.

Un nuevo sistema

El actual sistema de asignación tributaria entró en vigor el 1 de enero de 2007. Se incrementó el coeficiente al 0,7% y la Iglesia renunció a la exención del IVA vigente en algunas operaciones, «lo que significaba desde esa fecha para las instituciones de la Iglesia un gasto añadido de unos 30 millones de euros (este gasto se ha incrementado en un 31% con la subida del tipo general de IVA del 16% al 21%)», subraya Ramírez de Arellano.

A su juicio. «con el nuevo sistema, el Estado no garantiza ya ningún mínimo para el sostenimiento básico de la Iglesia. Ha dejado de existir el llamado complemento presupuestario, de modo que la Iglesia, para su sostenimiento, sólo recibe lo que resulta de la asignación voluntaria de los contribuyentes y nada de los Presupuestos Generales del Estado». «Si hasta 2006 -prosigue- la Iglesia recibía una cantidad, ahora solo depende de la voluntad de los católicos y de los que valoran su labor. La Iglesia como Iglesia no recibe ninguna cantidad del Estado».

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