El santo doctor almodovareño Juan de Ávila y el medio centenar largo de voluntarios y personas que están dedicando su tiempo al buen desarrollo del año jubilar, fueron homenajeados este pasado sábado en el transcurso del XXXV Festival de la ‘La Mancha Baja’, organizado por el grupo local ‘Balálita’.
Un homenaje que se producía en el tramo final de un evento en el que los anfitriones contaron con el acompañamiento de los grupos Estoraque, de la localidad malagueña de Coín, y el también ciudadrealeño Asociación de Coros y Danzas ‘Fermento’ de Valdepeñas.
“Cada año hacemos una estampa con una vivencia de Almodóvar y este año estábamos obligados a homenajear al doctor de la Iglesia, a san Juan de Ávila, con un mensaje de apoyo a las personas que está colaborando en el año jubilar porque se lo merecen y, aunque no se ve, sé que están trabajando muchísimo”. Así lo refería Manuel Hipólito, responsable de ‘Balálita’.
Honores que se rindieron en una doble vertiente. Por un lado “como nosotros sabemos, bailando”, indicaba Hipólito. Pero además, entre jota y jota ejecutada por los anfitriones con trajes de ceremonia y gala respectivamente, se exhibió un pase de imágenes de distintos momentos históricos relacionados con el santo doctor, cuyo montaje ha sido posible gracias a la colaboración del Consejo de la Juventud y a la aportación desinteresada de las instantáneas por parte de diferentes vecinos. Recorrido fotográfico en torno a este año jubilar, pero también remontándose a la canonización celebrada en 1970 o a su proclamación del doctorado, repasando también los actos celebrados tanto en Roma como en Almodóvar.
El Festival había arrancado poco después de las nueve y media de la noche, tras la preceptiva ofrenda a la patrona en la iglesia de la Virgen del Carmen, en el Jardín Municipal. Con todo el patio de butacas ocupado, asistiendo entre otros la concejala de Cultura, Marta Blanco o las reinas y damas vigentes, fueron los más pequeños que aprenden en la escuela de ‘Balálita’ quienes, tras la ceremonia de las banderas, abrieron el programa. Lo hicieron interpretando ‘Seguidillas nuevas’, ‘Jota de los olivares’ y la ‘Jota calzadeña’, con traje de dulcinea o romera.
Posteriormente y con la presentación que realizaba este año Maribel Garrido Sastres, se sucederían sobre el escenario los grupos de adultos de la localidad y visitantes, dando comienzo a continuación la segunda parte en cuyo transcurso se desarrollaba el homenaje ya referido. Referir también la presencia de Cruz Roja.
Manuel Hipólito, alma máter de este evento estival que cumple 35 años, recalcaba también el esfuerzo realizado por la Corporación a través de su Comisión de Cultura a la hora de organizar este espectáculo con las dificultades que impone la crisis, al tiempo que mostrada su deseo de que esta iniciativa, que cuenta también con el apoyo de la Diputación, se siga manteniendo y potenciando.
