Las sillas viajeras del Corral de Comedias

Ángel López Jiménez.- Las referencias del  Pleno Municipal de septiembre en Almagro que publican algunos medios de comunicación nos detallan el viaje que han emprendido las sillas del Corral de Comedias hasta Toledo para participar como posaderas artísticas en la Feria Regional de Artesanía, ese evento que ahora abre nuevos caminos, desde la atalaya del Museo Nacional del Ejército.
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Habría que desempolvar hemerotecas para constatar las barbaridades que decían aquellos “padres espirituales” de los hoy organizadores de Farcama, sobre la invasión de los libros en un ala del Alcázar toledano, pues les parecía que eran incompatibles la sabiduría y las letras con las armas y el polvo histórico del lugar cuando en aquel tiempo se proyectó la Biblioteca Regional en ese magno edificio que vigila la ciudad de las tres culturas.

Ahora, en estos tiempos actuales, donde todo es nuevo y todo abre nuevos caminos (aunque sea con goteras), se han caído del caballo y descubren que el maridaje de artesanía-gastronomía-Alcázar-Museo del Ejército parece una simbiosis divina, un invento perfecto redescubierto por aquellos que nos están salvando de todos los males. Supongo que podrían pedir perdón por sus infortunadas palabras de entonces, pero claro está que el tiempo lo barniza todo.

Para sentarse en sillas artesanales, con mucha cultura en sus eneas, no se les ha ocurrido nada mejor que trasladar las sillas del Corral de Comedias de Almagro a algún salón o patio de actos de Farcama. Barruntamos que en todo Toledo no hay sillas semejantes. Suponemos que en todo el recinto del Alcázar toledano no existen sillas análogas, parecidas o, en todo caso, útiles. La solución: su transporte desde Almagro.

Igual es más barato en estos tiempos de escasez, de penuria, de carestía. En estos tiempos de pobretería evitando esa sensación de despilfarro, todo vale: ¡que nos presten esas magníficas sillas que tienen en el Corral de Comedias!

La verdad, no puedo entender si es para exhibir lo “artesanales” que son las citadas sillas o, más bien, se trata de patentar esa mengua de nuestra Comunidad Autónoma. Igual también somos pioneros de esto en España. Les recomiendo que no las devuelvan a Almagro hasta que pase el próximo Encuentro Internacional del Vino, que igual chinos y japoneses prefieren sentarse en tan cómodas sillas para sus catas de nuestros ricos mostos y vinos.

¿Qué nos han dado a cambio? ¿Qué ha obtenido Almagro a cambio? En este trueque de la penuria y carestía oficial, Almagro debería haber obtenido algo por ese préstamo temporal de un bien artístico. Al igual los artesanos almagreños que participan de la Feria han tenido algunos privilegios y compensaciones, no habrán tenido que pagar los 1.200 euros de tasas, les van a dar algún premio de promoción artesanal. Si así fuera, nos alegraríamos por nuestros encajeros. Sería lo lógico y elegante.

Pero nos tememos que el trueque ha estado en que nos han donado los muebles viejos, o usados de diez años, de la antigua Biblioteca Pública del Estado en Ciudad Real para la nueva Biblioteca Municipal de Almagro. Estanterías, mesas y otras sillas menos artesanales han viajado desde la capital hasta Almagro para acomodarse en la planta alta de las nuevas instalaciones de la Biblioteca almagreña. Ya ven, la cooperación institucional ha funcionado en este trueque tan informal como novedoso.

Suponemos que  al menos las sillas del Corral de Comedias han viajado hasta Toledo de forma confortable, con un seguro para su tiempo de préstamo previniendo desperfectos o extravíos no deseados, convenientemente envueltas y protegidas de acuerdo con su calidad artesanal para evitar rozaduras y golpes, con una vigilancia  de su estado cuando han partido y con una observación en su llegada, con un control de su utilización cuando se devuelvan.

Es decir, un  transporte cuidadoso y una utilización exquisita como corresponde a una obra artesanal protegida. Si no ha sido así alguien debe hacerse responsable por un préstamo no adecuado porque, de lo contrario, habrá diez mil sillas en Toledo que podrían haber sido utilizadas para dicho fasto regional. Y no vale la excusa de que ya se hizo el año pasado, porque estará igual de chapucero.

A todo esto, Almagro este otoño también se queda fuera de los Escenarios de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. Ya estuvo ausente en primavera y en el anterior otoño. Por lo visto somos “la ciudad del teatro” y la “ciudad de la cultura”, pero la Consejería de Educación y Cultura se olvida de Almagro a la hora de programar música, teatro o danza. Eso sí, prestamos las sillas del Corral de Comedias para las representaciones y espectáculos de otros.

Ya decían los clásicos que se puede tener un error, pero que si se persiste en dicho error es que se ha tomado el camino de la opción. Me temo que mientras el Gobierno municipal de Almagro se halla entretenido en ceses de concejalías, en dimisiones de concejalías y en otras concejalías que se lo piensan a la espera de la remodelación municipal inminente, en nuestras sillas  del Corral de Comedias se sientan últimamente sólo  errores.

Barrocos, pero errores. Opción equivocada.

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