Ciudad Real: Alcalde José Cruz Prado, érase una vez un colegio inacabado

Eusebio Gª del Castillo Jerez.– Con el inicio de cada curso, como en un cuento de nunca acabar, en el Colegio Público Alcalde José Cruz Prado de Ciudad Real se renueva la esperanza de ver terminado el proyecto de su nuevo centro educativo. La última fase de la obra, que incluía la construcción del edificio que albergará el gimnasio, el salón multiusos o el comedor, y cuyo comienzo estaba previsto para finales de 2010, quedó en el limbo presupuestario desde entonces.

Durante el curso 2008/2009 se inició la construcción del nuevo colegio Alcalde José Cruz Prado, en la misma parcela que el anterior, entre las calles Luz y Altagracia. Una primera fase en la que se edificó una  de las dos alas del aulario. Tal y como explica Gloria Sánchez Plaza, directora del centro, la obra se realizó por sustitución, de tal forma que pudieran compaginarse las tareas constructivas con las educativas. «Iban tirando parte del edificio y nos iban trasladando, con el sacrificio que esto supone durante tres años, con grúas en mitad del patio y dando clase en aulas prefabricadas».

Un año después se demolió el colegio antiguo y se construyó la segunda parte del edificio principal del nuevo centro educativo. A lo largo del curso escolar 2010/2011 debería haberse iniciado la tercera y última fase del proyecto. En septiembre de 2010, el, por entonces, presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, visitaba el colegio y anunciaba que la construcción del edificio del gimnasio, comedor, sala de usos múltiples, sótano y cocheras, daría comienzo a lo largo de ese curso académico. Sin embargo, las obras se paralizaron y el proyecto, tres años después, continúa inacabado.

En marzo de este año, el consejero de Educación, Cultura y Deporte, Marcial Marín, se comprometía a terminar las obras, pero parece que no será tampoco en 2014. «Por más que hemos movido este verano -explica la directora del centro-, no será posible». Confiesa que, tras la promesa del consejero, tenían la esperanza  «de que lo metieran para los próximos presupuestos… pero no».  Aunque no oculta un gesto de resignación, Gloria Sánchez Plaza anuncia que el equipo directivo seguirá otra vez «en la lucha» para ver «si el año que viene entran».

Una vez finalizada esta tercera fase, «se procedería a arreglar las pistas polideportivas con el material adecuado y se levantaría un cerramiento digno». Ahora mismo, lamenta la directora, «tenemos una valla de obra penosa».

Gloria Sánchez Plaza comenta que los alumnos, cuando llueve, no pueden salir al patio. «Los días de lluvia tampoco pueden hacer gimnasia». Además, apunta, «con la particularidad de que este patio ha sido un patio de obra, con agujeros, socavones, desniveles… era horrible». Recuerda que el Ayuntamiento fue la única institución que atendió sus quejas y, en el verano de 2012, arregló el patio de recreo con una capa del pavimento de que se emplea para las calzadas. «Estamos muy agradecidos, porque lo anterior era indigno, pero tampoco es el material más adecuado», señala. «Otro problema que también nos ha solucionado el Ayuntamiento, con la instalación de unas rejillas, eran las balsas de agua que se formaban en el patio cuando llovía en la zona en la que los padres esperan para recoger a los niños».

En cuanto a la carencia de una sala de usos múltiples, la directora detalla los inconvenientes de no disponer de un espacio amplio para actos conjuntos, «por ejemplo ahora, con motivo de la Navidad». Hace dos años, y a petición de los padres, «a los que les gusta participar en este tipo de festejos, de teatro, villancicos, etc. decidimos llevarnos a los trescientos alumnos al gimnasio de la Facultad de Educación». El traslado de todos esos niños, recuerda, fue «complicado» y, desde entonces, este tipo de eventos se hacen en el colegio, por ciclos y en grupos reducidos, en los espacios como el vestíbulo o la sala de profesores. «Y es una pena, porque todo esto es una parte más del proceso educativo».

Por otra parte, después de «mucho esfuerzo y escritos» el colegio ha conseguido habilitar una sala como comedor de catering para cuarenta niños. «La inversión se he llevado a cabo con dinero del funcionamiento operativo del propio centro, pero para el volumen de alumnos que tiene el colegio sería aconsejable tener otro tipo de instalación», aclara la directora.

Por último, Gloria Sánchez Plaza hace referencia al cerramiento. Parte de la valla originaria del antiguo colegio convive con otra, en principio provisional, que se levantó para la obra. «El cerramiento dice mucho, es como la fachada de una casa», afirma. Y lamenta el aspecto que presenta el centro educativo. «Ahora mismo se ve un solar, en el que incluso en algún verano ha habido ratas, y una valla de obra que da muy mala impresión».

El Alcalde José Cruz Prado «tiene unas carencias que hay que suplir». Las condiciones en las que se encuentra «perjudican» al colegio, el único público en esa parte de la ciudad, y más desde la implantación de la zona única escolar.