Fiestas navideñas de claros y oscuros

Estanislao Z. Navas.- Cuando llegan estas fechas, la luminotecnia supone el punto de partida que invita a los viandantes a pensar en la llegada de unas nuevas Navidades. Así, los efectos lumínicos de los motivos navideños aparecen repartidos por diversos lugares de nuestra ciudad, aunque también existen espacios de gran solera donde no parece que les afecten estas fechas.Recuperando lo pasado A ello, se sumará la tradicional corte de Belenes que pululan a lo largo y ancho de Ciudad Real, bien los que tienen carácter institucional o los que ciertas familias muestran por su ya larga tradición, además de todas las personas que gustan de seguir la tradición belenística en su cálido hogar.

Amén de los motivos navideños, cabe recordar que no todo el mundo está de tiendas comprando los últimos regalos tanto para Papá Noel como para los Reyes Magos –fechas que han acabado por ser compartidas pues a la hegemonía anglosajona se une la tradición local judeocristiana -, sino que hay mucha gente que llega a fin de año con las necesidades básicas no demasiado cubiertas – ya sabemos que en esto también existe la picaresca y que hay gente por la calle que aparentemente pide por necesidad y realmente lo hace por otras motivaciones –

Iluminación de los Jardines del Prado
Iluminación de los Jardines del Prado

De este modo, pues, cuando la luminotecnia se vio inaugurada en los Jardines del Prado, pareció que el resto de la ciudad iba a mostrar una gran cantidad de luminarias, pero no ha ocurrido tal cosa, sino que existen algunos lugares donde se mantiene de forma tradicional las luces navideñas, como son los casos de la Plaza Mayor, los mencionados Jardines, la Puerta de Toledo, la Iglesia de San Pedro, por poner algunos ejemplos, aunque – como adivinándose la futura subida de tarifas eléctricas – existen lugares en los que la luminosidad no es demasiado intensa – ocurre en el caso de la Puerta de Santa María, al comienzo de la carretera de Porzuna – o es inexistente – un Parque como el de Gasset debería tener iluminación en estas fechas aunque por su gran superficie hubiese que elegir algunos lugares concretos, siendo ejemplos de ello su entrada principal, la cruz de los casados o las fuentes de la Talaverana o del Monumento a Gasset, por citar sólo algunos –

Iluminación en la Plaza Mayor.Árbol de Navidad
Iluminación en la Plaza Mayor.Árbol de Navidad

Junto a la luminotecnia y a la tradición belenística, estas fechas siempre son dadas para las evocaciones al pasado, bien recordando lo ocurrido en el año que está a punto de finalizar, volviéndose nostálgicos al recordar a todos aquellos que ya no nos acompañan o rememorando anécdotas de épocas pasadas que se dieron en estas fiestas navidenas – de este último caso es claro ejemplo la evocación de José Golderos Vicario en la que se mencionan lo anegada que se encontraba en 1802 por estas fechas la ciudad al llover durante los cuatro meses precedentes; la tragedia que dióse en 1866 con la locomotora exploradora en la Puerta de Ciruela; la llegada en 1876 de la noticia de la construcción de la Estación de Madrid – Delicias trayecto exclusivamente levantado para la nueva línea férrea “directa” de Madrid – Ciudad Real; el 30 de diciembre de 1915 en la revista decenal “Pero Grullo” se reflejaban las malas condiciones que mostraba el alcantarillado de la Plaza del Pilar, entre otras lindezas; la mención de la Nochebuena de 1924 en la que se celebraba el reparto de raciones en especie a cien pobres ciudarrealeños celebrada en el Gobierno Civil; y el voraz incendio del 23 al 24 de diciembre de 1947 en el que fue presa de las llamas la última y penúltima plantas de la antigua Academia General de Enseñanza –.

Exposición fotográfica 'El Belén en Ciudad Real'.Museo López - Villaseñor
Exposición fotográfica ‘El Belén en Ciudad Real’.Museo López – Villaseñor

Centrándonos en el “Belén”, podemos decir que a lo largo y ancho de nuestra ciudad en estas fechas se pueden disfrutar de variedad de montajes al respecto e incluso para ver una retrospectiva de todos ellos en la Exposición fotográfica “El Belén en Ciudad Real” del Museo López – Villaseñor aparecen – en detalle – lo más representativo de los mismos hasta después de la Epifanía para disfrute de grandes y pequeños.

Así, de los belenes existentes en la ciudad, y teniendo en cuenta la Guía elaborada por la Asociación de Belenistas de Ciudad Real, presidida por Antonio Vich, cabría enumerar los siguientes:

  • El Belén Municipal ubicado en el Centro Cultural “Antiguo Casino”, en la calle de Caballeros, número 3 que muestra las figuras del imaginero murciano Manuel Nicolás Almansa y cuyo montaje ha corrido a cargo de la Asociación de Belenistas de Ciudad Real.
  • El Belén de la Delegación de la Junta de Comunidades de Castilla – La Mancha, situado en el Palacio de Medrano en la calle de la Paloma, número 9, que acoge las figuras del imaginero madrileño Mayo Lebrija y de la escuela de Olot (Gerona), cuya escenografía y construcción ha sido llevada a cabo por la citada asociación.
  • El Belén del “Tronco de la Suerte”, que se encuentra en el zaguán de la casa de Hernán Pérez del Pulgar, actual Museo Municipal “Manuel López – Villaseñor”, en la calle de los Reyes número 11, mostrando el tronco vaciado del que se situó en la Plaza de Cervantes y que era conocido como árbol de la suerte al tener cercana una administración de loterías.
  • A estos Belenes y con carácter municipal, cabe unirles los existentes en la Plaza Mayor y en el mismísimo despacho de la Alcaldesa, siendo este último obra de la artesana Rosa Adela Malagón Villanueva.
  • Otros belenes mostrados en parroquias, conventos o hermandades a destacar son: el de la Parroquia de “San Pablo” (calle de Bernardo Balbuena número 3), el de la Asociación de Vecinos “Santo Tomás de Villanueva” (calle de Goya número 1 bajo, Centro Social Pío XII), el de la Hermandad del Santísimo Cristo de la Piedad (calle de Azucena, número 21 bajo), el de la Hermandad del Prendimiento (Residencial Ronda número 11, en la Barriada de los Ángeles), el del convento de las Hermanas de la Cruz en la Plaza de Santiago, el de la Residencia de Mayores de Santa Teresa de Jornet – Hermanitas Ancianos Desamparados (calle de Calatrava número 51). También es recomendable visitar los que existen en nuestras iglesias, como es ejemplo de ello la de Santiago.
  • Por otro lado, nos encontraríamos con los pertenecientes a diversas familias muy conocidas por su tradición belenística de cierta raigambre, como serían los de las familias Cantero Ballester, Regaña Ballester, Farmacia Rojo C. B., de José Ángel Nieto, y de González Rivas.
  • Y otros belenes que pertenecen a asociaciones y entidades, premiados en la categoría de Manualidades, serían los de: Afanion (Asociación de Familias de niños con cáncer de CLM), Apafes y la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer; en la categoría de escaparates, el de Kairos; y el de Colegios, categoría Manualidades para el CEPA Antonio Gala. Este concurso, un año más, la Concejalía de Festejos y Tradiciones Populares convocó sus bases estableciendo las modalidades de participación de centros escolares, entidades y asociaciones, particulares y comercios de la localidad, y cuyo plazo finalizaba el 22 de noviembre. En el caso de los belenes escolares, su participación podría realizarse tanto en la modalidad de belén tradicional como en el de manualidades. Y los premios para cada una de las modalidades serán entregadas el mismo día de Reyes, 6 de enero.

Pero, una vez conocidos los ejemplos destacados de la tradición belenística, ¿qué podemos decir acerca de la misma?

Belén Municipal - Antiguo Casino
Belén Municipal – Antiguo Casino

Según nos indican las fuentes, la tradición de representar al pesebre cabe remontarla a la época de San Francisco de Asís que había quedado impresionado en 1220 durante su viaje a Belén y al regresar a Italia, pidió al Papa Honorio III la autorización para su representación y tuvo lugar por primera vez en Italia a principios del siglo XIII, mediante unos vecinos de la localidad de Greccio, en la provincia italiana de Rieti. San Francisco construiría el portal de madera y paja, y esta costumbre se fue extendiendo por otras localidades, para posteriormente pasar a los hogares italianos, y al resto de Europa y el mundo. Dicha tradición sería conocida como “Nacimiento” al ser la escena del nacimiento de Jesús la que inicialmente se representaba.

Belén del Palacio de Medrano
Belén del Palacio de Medrano

Otra fuente señala su origen en Nápoles, en el siglo XV, lugar en donde se elaboró por primera vez un primer conjunto de figuras de barro del Belén, y que, durante el siglo XVIII, el rey Carlos III sería el impulsor de dicha tradición en suelo español.

Incluso cabe decir que la costumbre se atribuye a la existencia, en antiguos hogares cristianos, de retablos o pequeños altares caseros, en los que se situaban las figuras del Misterio.

Belén del 'Tronco de la Suerte'-Museo López-Villaseñor
Belén del ‘Tronco de la Suerte’-Museo López-Villaseñor

Hoy en día la tradición se ha institucionalizado y muchos ayuntamientos y otras instituciones llevan a cabo el montaje de su propio Belén, incluyendo en ellos no sólo el Misterio de Navidad que se circunscribe al Portal sino con escenas como el Viaje de los Magos, la huida de Egipto, la Anunciación, etc. Además, estos belenes suelen contar con elementos típicos de la localidad como serían monumentos o edificios, entre otros. Esta tradición tiene multitud de ejemplos en nuestra ciudad, y algunos de los más representativos son los arriba mencionados.

Asociado a esta tradición belenística está la festividad de la Epifanía, el día de los Reyes Magos, el 6 de enero, cuya tradición curiosamente no viene nada más que reflejada por el evangelista San Mateo, que lo menciona pero como magos, y el establecimiento de su número actual no se daría hasta el siglo IV, momento en el que también se indicaba la existencia de Baltasar con los rasgos étnicos actuales – incluso como jefe indio en Latinoamérica después del descubrimiento en el siglo XV -. Se remontan al siglo IX Sus nombres actuales y la estrella que los guió obedece a la triple conjunción de los planetas Júpiter y Saturno a su paso por Piscis, aunque la tradición afirma que esta gran estrella roja, una vez realizase su cometido providencial, estallaría como una flor de luz y sus trozos se esparcirían por todo el mundo convirtiéndose en rubíes.

Belén Municipal de la Plaza Mayor
Belén Municipal de la Plaza Mayor

Mas, unido a la tradición judeocristiana del Belén, nos encontramos ante la llegada de otros motivos navideños de origen anglosajón y centroeuropeo, como son el Árbol de Navidad – como el iluminado en nuestra Plaza Mayor – y el Papá Noel, Santa Claus o San Nicolás.

Del Árbol de Navidad se puede indicar su origen germánico, allá por el siglo VIII, pues cuéntase que durante la predicación del misionero San Bonifacio de un sermón, el mismo día de Navidad, dirigiéndose a unos druidas germanos para convencerles de que el roble – árbol que los germanos vestían al quedarse “desnudos” por la pérdida de sus hojas tras el otoño, los cuales creían que así los espíritus buenos que en ellos habitaban regresarían pronto y les permitirían dar sus frutos en primavera – no era sagrado ni inviolable, el “Apóstol de los alemanes” derribó uno que provocó el consiguiente destrozo de todos los arbustos a excepción de un pequeño abeto – pues con la llegada y expansión del cristianismo sería sustituido por el abeto al creer algunos misioneros que su forma triangular representaba a la trinidad de Padre, Hijo y Espíritu Santo, aunque tiempo después sería reemplazado por el pino -, hecho que San Bonifacio calificó como milagro y su sermón lo concluiría “Llamémosle el árbol de Niño Dios”. Desde ese momento, los cristianos celebrarían las Navidades plantando abetos, siendo decorados en el siglo XVI en Alemania para festejar la Navidad con manzanas o piedras pintadas, y allá en la Bohemia de 1750 se incorporarían bombas o esferas de cristal que hoy son tan comunes en nuestros árboles. Sin embargo, en España esta tradición no tendría gran popularidad hasta mediados del siglo XX.

Iluminación de la Puerta de Toledo
Iluminación de la Puerta de Toledo

Y del Papá Noel, San Nicolás o Santa Claus, cabe decir que aunque la imagen de un Santa Claus andando en un trineo – arrastrado por renos como los aparecidos en la iluminación de nuestros Jardines del Prado – y repartiendo regalos sería común en Estados Unidos desde finales del siglo XIX, la tradición de San Nicolás es mucho más antigua. Así pues, de San Nicolás cabe decir que deriva de un nombre histórico del citado nombre, el cual fue obispo de la localidad de Myra, en Turquía, allá por el siglo IV. Era conocido por su protección hacia los niños que quedaba reflejaba en las bolsas de oro que les regalaba, y derivándose de esto surgiría la idea de una figura que reparte regalos que son llevados en una bolsa.

En el siglo XVI existían en Holanda varias iglesias con el nombre de “S. Nicolás”, y durante dicha centuria coros infantiles de dichos templos celebraban la Navidad, relacionándola con la figura histórica de S. Nicolás, llamado Sinter Klaas (S. Nicolás en holandés). Más tarde, la figura de S. Nicolás sería cambiada en el mundo anglosajón adoptando el nombre de Saint Claus o Santa Claus, cuya figura sería popularizada por el escritor William Irving en su libro “Knickerbocker History” (“Historia de Knickerbocker”), publicado en 1809.

Iluminación de la Puerta de Santa María
Iluminación de la Puerta de Santa María

Sin embargo, a pesar de que la figura de Papá Noel está relacionada con S. Nicolás, la representación que se da en la actualidad obedece a otro origen: Inglaterra, donde el siglo XV, surgiría el cuento de un hombre bonachón, de barba blanca, que hacía regalos para dar al niño Jesús en su cumpleaños, el 25 de diciembre. Esta figura era conocida como Father Christmas o Padre Navidad, y cuando los franceses lo añadieron a sus celebraciones navideñas adoptaría el nombre de Père Noel (Padre Navidad, en francés). Este personaje llegaría a España con el nombre de Papá Noel.

Además de estos motivos navideños, cabe decir que junto a los mismos existe una tradición de ceremonias religiosas y de costumbres gastronómicas arraigadas a estas fechas, de las cuales pasamos a hablar a continuación.

Belén de la Iglesia de Santiago
Belén de la Iglesia de Santiago

Entre las ceremonias religiosas católicas está la tradicional “Misa del gallo” en la que muchas personas celebran con música, cohetillos y fuegos artificiales esta importante fecha.

Como consecuencia de la fusión entre las costumbres religiosas y paganas, la gastronomía que muestran estas fechas es variada, siendo sus más claros ejemplos los siguientes:

  • El pavo de Nochebuena. Su origen es Méjico y se remonta al primer tercio del siglo XVI cuando Hernán Cortés lo trajo como recuerdo del Nuevo Mundo después de que los aztecas se lo dieran a probar (ellos lo llamaban guajalote). También vivía en estado salvaje en los bosques de Canadá y los franceses se aficionaron muy pronto a sus carnes denominándolo dinde (de Indias). Y también alimentaría a los hambrientos colonos ingleses del Mayflower que desembarcaron el último jueves de noviembre de 1620 en Massachusetts. Así surgía el Día de Acción de Gracias con una clásica comida de pavo relleno. Y en Europa, su difusión corrió a cargo de los jesuitas a través de sus colegios. En el mundo literario se acredita su existencia por ejemplo con la novela de Charles Dickens “A Christmas Carol” y hoy en día el pavo de Nochebuena está presentes en muchas mesas como símbolo de unión familiar y para dar gracias a Dios por lo que día a día da a sus creyentes.
  • El roscón de Reyes. A pesar de ser uno de los dulces más antiguos de Navidad, su origen es pagano, pues el Imperio romano celebraba la llegada del año nuevo el 1 de marzo. Así, desde mediados de diciembre a finales de marzo tenían lugar las fiestas de invierno, durante las cuales Roma celebraba la protección de sus dioses. Más tarde con la llegada del cristianismo se asimila esta fiesta pagana superponiendo la fecha de nacimiento de Cristo al solsticio de invierno. En esas fiestas se elaboraban unas tortas redondas hechas con higos, dátiles y miel que eran repartidos entre plebeyos y esclavos, introduciéndose en su interior una haba seca y al afortunado se le nombraba rey de reys durante un corto período de tiempo. Hacia el año 1000 la Iglesia había transformado el espíritu primitivo de esta fiesta puesto que en diversos lugares de Francia la figura del “rey haba” recaía sobre el niño más pobre de la ciudad. Felipe V importó en España esta tradición del rosco como culminación de las fiestas navideñas, desprovisto de todo simbolismo cubierto de frutas escarchadas con alguna sorpresa escondida en su interior.
  • Las uvas con las campanadas de Nochevieja. Esta tradición tiene un arraigo que apenas supera la centuria pues su nacimiento se dio en la Nochevieja de 1909 y su origen no es ni religioso ni cultural sino puramente económico: el excedente de uvas de ese año fue destinado a desembarazarse de ellas inventándose el rito de tomar las uvas de la suerte en la última noche del año.
  • El turrón. Su origen inicialmente controvertido al ser atribuido a la comarca italiana de Cremona, se sitúa en realidad en nuestro país concretamente en la localidad de Jijona, tal como indica el primer documento escritor sobre el turrón de Jijona en 1603. Los de chocolate y frutas tienen su origen en los años treinta y cuarenta. Otras especialidades, como la yema, son casi coetáneas a las originales. Y el coco llegó hacia el siglo XVIII.
  • El mazapán. La disputa sobre su origen muestra varias opciones aunque en primer lugar cabe señalar que ya en el siglo IV a. C. Arquestrando citaba que los griegos sentían aprecio por unas tortas elaboradas con almendras y miel; el mismísimo Platón llegó a considerarlas poco recomentables para el pueblo heleno. Aunque serán dos ciudades las que se apunten la paternidad de su invención: Venecia y Toledo. La patria veneciana señala que en el siglo XVI surgiría la idea de frabricar un tipo diferente de pan para combatir el hambre, triturando almendras y azúcar, llamándose marzipane o pan de San Marcos en veneración al patrono de la ciudad. O también se indica que obedecería a una invención del gremio de panaderos italianos llamados en la Edad Media hermanos de Marcos. En cuanto al origen toledano, sus cronistas sostienen que su nacimiento se dio a raíz de la batalla de las Navas de Tolosa en 1212 cuando las monjas del convento de San Clemente comenzaron a elaborar cierta clase de pan a base de almendras y azúcar. Otro origen sería el situado en Chipre, Creta, Sicilia y Venecia, que se extendería por Europa a través de la península ibérica y cuyos mentores serían los pueblos árabe y judío.
  • Los polvorones y los mantecados. De tradición andaluza, surgen en la época de las matanzas, al elaborarse con la manteca del cerdo, y sus centros neurálgicos son Antequera (Málaga) y Estepa (Sevilla).
  • Las frutas escarchadas en Navidad. Se dice tradicionalmente que su origen es aragonés y murciano, aunque también han sido muy utilizadas en Andalucía y La Mancha para postres. En Navidades se usa en época reciente y la cobertura del azúcar utilizada trata de disimular el mal estado de la fruta.
Iluminación en la calle Caballeros.Estrella de Belén
Iluminación en la calle Caballeros.Estrella de Belén

Muchas más cosas se podrían hablar de las Navidades, como la cuestionada fecha de celebración de la Navidad, el nombre de la fiesta, o incluso algunos motivos de cierta raigambre como eran las tarjetas de navidad o los sempiternos villancicos – que constituyen la banda sonora de estas fiestas y que retrotraen a la infancia a muchas generaciones -, pero la variedad de sus contenidos haría mucho más extenso el presente artículo y lo único que me queda por decir en este momento es desearos:

¡UNAS FELICES FIESTAS Y UN PRÓSPERO AÑO 2014!

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4 COMENTARIOS

  1. Muchas gracias a todos, pero la fuerza para seguir escribiendo me la dáis vosotros con vuestros ánimos y consejos, además de vuestras colaboraciones.
    Un abrazo y feliz año desde el Levante

  2. Estoy oyendo últimamente mucho esta palabra: «Oximorón» como sinónimo de dos cosas contrapuestas o algo similar.
    Pues bien como muestra de uno más en nuestra ciudad, ya lo han nombrado mis compañer@s de tertulia «miciudadrealera»:
    La nula iluminación de la Puerta de Santa María y digo nula porque la puerta como tal no tiene iluminación, sí aunque ridícula bajo mi modesto punto de vista, la rotonda en la que está ubicada, y digo oximorón, comparándola con la iluminación, para mi exagerada de los Jardines de la Catedral/del Prado.
    ¡Que triste está la Virgen de Santa María comparada con la lumínica del kiosko del Prado! ¡La desigualdad ataca hasta las figuras religiosas!

    En cualquier caso, buen apunte Estanislao, muy bueno y preciso.

    Para todos los lectores y lectoras de este «Mi/Nuestro MiCiudadReal.es», sean del color político, sindical o religioso que sean, mis mejores deseos de paz, amor, libertad, solidaridad, medio ambiente y como no…¡bicicletas! para el año 2014 y venideros.

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