Historia de un expolio: El Gobierno regional dio «patente de corso» a los promotores del Aeropuerto de Ciudad Real para destruir una excepcional fábrica de cerámica

La destrucción del patrimonio histórico, incluso el protegido por las leyes, fue uno de los daños colaterales menos conocidos durante la gestación del Aeropuerto de Ciudad Real. Los promotores de la infraestructura se llevaron por delante de forma injustificada, y con la «patente de corso» de la Junta de Comunidades, uno de los ejemplos más «clásicos, paradigmáticos y excepcionales» del acervo industrial de La Mancha: la Fábrica de Cerámica de Ciudad Real. Así lo revela un estudio recientemente publicado por los arqueólogos Luis Benítez de Lugo Enrich, Honorio Javier Álvarez García, Jaime Moraleda Sierra y Enrique Mata Trujillo en la revista Nailos.

Complejo fabril en el inicio de las investigaciones
Complejo fabril en el inicio de las investigaciones


El trabajo pone de manifiesto que el Gobierno regional, entonces presidido por el socialista José María Barreda, dio «a posteriori» cobertura legal a las actuaciones de los socios del Aeropuerto, y relata incluso las maniobras para apartar a los técnicos de las tareas de control arqueológico de las obras

Hasta su destrucción, la Fábrica de Cerámica de Ciudad real fue uno de los complejos industriales más bellos y evocadores del Campo de Calatrava. Sus chimeneas se enseñoreaban en la llanura, y sus numerosas dependencias ofrecían, además de un excelente campo para el estudio de la historia de la comarca, un potencial turístico nada desdeñable.

 

Nave de amasado demolida
Nave de amasado demolida

La empresa, que tenía como fin la fabricación de ladrillo y teja, fue fundada por Juan Ayala y Mina con ayuda de capital alemán. Las obras de construcción se desarrollaron entre 1902 y 1903. Incluso después de su cierre, en la década de los años 60, y hasta principios del siglo XXI, las instalaciones componían un rico y variado paisaje fabril único en la provincia que combinaba naves, almacenes, hornos, viviendas y talleres. De gran valor eran la nave de amasado, o el espectacular horno de cerámica y su chimenea de 42 metros de altura.

Historia de un expolio

Según relatan los autores del estudio ahora publicado, el 11 de enero de 2005 los técnicos responsables del control arqueológico en las obras del Aeropuerto de Ciudad Real denunciaron ante la Delegación provincial de Cultura que el conjunto estaba siendo demolido «de manera no autorizada» a pesar de que el inmueble estaba inventariado como Patrimonio Cultural de Castilla-La Mancha.

Viviendas de los trabajadores, demolidas
Viviendas de los trabajadores, demolidas

A juicio de los arqueólogos, la sociedad aeroportuaria «no justificó la demolición debido a razones de seguridad en el tráfico aéreo» y tampoco aportó pruebas documentales para justificar el derribo de unas instalaciones que, además, «quedaban fuera del recinto aeroportuario, en un área en la que ninguna aeronave debería encontrarse en vuelo a menos de 50 metros del suelo».

Chimeneas del horno auxiliar, demolidas
Chimeneas del horno auxiliar, demolidas

Los técnicos advirtieron así que la «excepcional chimenea» del horno de ladrillos fue parcialmente derribada, y que desaparecieron la mayoría de las construcciones, como las viviendas del propietario y trabajadores, la nave de amasado, o los hornos auxiliares de cerámica. Sólo sobrevivieron, señalan, el horno principal de cemento y el de cerámica, aunque este último sin una valiosa cubierta protectora. «Ambos quedaron como elementos aislados e inconexos», subrayan.

Palomar derruido
Palomar derruido

El trabajo publicado en la revista Nailos prosigue relatando que el 12 de enero de 2005, un día después de la notificación de la demolición a la Delegación de Cultura (dirigida entonces por Ángel Lopez, y bajo la jefatura de Servicio de Cándido Barba), se emitió una resolución que prescribía la «supervisión arqueológica de la demolición de las estructuras previamente definidas como excepcionales y únicas».

Según los arqueólogos, «la supervisión arqueológica de la destrucción de un elemento excepcional no existe en la legislación vigente ni es contemplada por la disciplina arqueológica». «Era algo inexplicable», insisten, «carente de soporte jurídico y arqueológico, y suponía otro respaldo administrativo al proyecto aeroportuario». De este modo, y según los técnicos, los promotores del Aeropuerto «encontraron así apoyo jurídico en una resolución administrativa posterior a los hechos que venia a legalizar la destrucción, una vez que se había producido«. Aquel episodio se trató, a juicio de los arqueólogos, «de una versión moderna de patente de corso al expolio» y contraria a la función de la administración como garante de la protección de los bienes del patrimonio histórico castellano-manchego.

 

Puerta de la desaparecida vivienda de los dueños
Puerta de la desaparecida vivienda de los dueños

El caso es que el 19 de enero de 2005 los arqueólogos comunicaron a la Consejería de Cultura que también habían desaparecido los hornos auxiliares de cemento. Y dos semanas después, según el mismo relato, «los promotores decidieron de forma unilateral dar por finalizado el seguimiento arqueológico de la obra y prescindir de la consultora de patrimonio«. «La Consejería no respondió tras la comunicación de este hecho y la obra prosiguió sin control arqueológico», recuerdan los autores del informe.

 

Horno auxiliar destruido
Horno auxiliar destruido

La cosa continuó así hasta que otra administración tuvo que tomar cartas en el asunto. Fue el Ministerio de Medio Ambiente el que prescribió el 16 de febrero de 2006 que se restaurara la chimenea de cerámica a una cota compatible con el vuelo de las aeronaves. «Nadie en la Junta asumió la responsabilidad política por estos hechos«, recuerdan los arqueólogos, quienes destacan que el 3 de diciembre de 2007 la Dirección General de Aviación Civil, dependiente del Ministerio de Fomento, se pronunciaba exigiendo la restauración de la chimenea de la fábrica de cerámica como condición previa a la puesta en servicio de la infraestructura.

 

Cubierta del horno desmontada
Cubierta del horno desmontada

«Sólo tras la exigencia del Ministerio de Fomento de un escrito firmado por la Consejería Cultura, tras meses sin control arqueológico, volvió la vigilancia a las obras, lo cual permitió detectar el campo de silos prehistóricos de la Villeta. Esta vez no se despidió al equipo, pero jamás se pagaron los honorarios de este tramo de los trabajos«, lamentan los arqueólogos.

Hoy, concluyen los técnicos en su trabajo, sólo sobreviven dos componentes del antaño gran complejo fabril, «aislados y descontextualizados, victimas de la codicia y el desarrollo insostenible«.

Puedes consultar el informe completo en este enlace.

Vista actual de lo que ha quedado de la fábrica
Vista actual de lo que ha quedado de la fábrica

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12 COMENTARIOS

  1. Magnífico paisaje de arqueología industrial en abandono (aeropuerto incluido). A lo que hay que sumar las avutardas desahuciadas y los vecinos engañados…. Un auténtico museo de los horrores diseñado por el súper empresario, sus amigotes y bendecido por Barreda con nuestro dinero.

    A ver por dónde sale ahora tras recomprar por cuatro euros su obra. Porque ya huele esto de la reventa a precio de saldo.

  2. Que busquen en la casa de alguno de los que tenian mando en la construcción de esta cacicada y que se construyo por esas fechas, quizas esten formando parte de su construcción, es una hipotesis.

  3. La destrucción del patrimonio histórico en sus vertientes urbana e industrial ha sido una de las permanentes constantes de muchas constructoras en nuestro país; la falta de rigor de una institución como Patrimonio con muchas lagunas legales en el tema de las competencias, hace que esto sea posible.

    Como muestra a nivel nacional dejo este enlace:

    http://www.idealista.com/news/archivo/2014/02/28/0724483-victimas-de-la-piqueta-101-joyas-arquitectonicas-espanolas-demolidas-en-nombre-del-progreso

    Como muestra a nivel provincial, la fábrica de cerámica a la que se refiere el artículo de «MiCR» y todo en pos de una estructura aeroportuaria cuya único fin parece ser el predicho por el destino, ser plató de cine «freaky».

    Y toquemos madera -¡cuantas veces he dicho esta frase refiriéndome a este tema!- con Ciudad Real capital. Perdidas ya hace décadas las murallas y puertas de nuestra ciudad medieval, se fueron perdiendo, mejor dicho, destruyendo muchas de las edificaciones que formaban nuestro patrimonio con la venda puesta en los ojos de las administraciones que en esos momentos gobernaban la ciudad.

    Nos queda la Puerta de Toledo con su polémica y discutida reconstrucción/rehabilitación y como no hablar, para terminar, de dos de nuestros más emblemáticos viejos edificios, singulares en cuanto a estructura y aunque no muy grandes, destilando aún ese perfil añejo que tuvo esta ciudad hace años. ¿A que edificios me refiero? ¡Naturalmente! A la Casa de la Cruz Roja y al eidifico del colegio Ferroviario, ambos en la ronda de Granada.

    Pues eso, ¡toquemos madera!

  4. Y el reloj que había en la estación del tren ¿Dónde está?.
    La caseta del jefe de estación y sala de espera, también era un lugar a mantener ¿Cómo estará?.
    Pero todavía, si hay voluntad, se podia dar alguna solución.

  5. […] El reportaje, en el que se habla incluso de “las maniobras para apartar a los técnicos de las… deja claro que “hasta su destrucción, la Fábrica de Cerámica de Ciudad Real fue uno de los complejos industriales más bellos y evocadores del Campo de Calatrava. Sus chimeneas se enseñoreaban en la llanura y sus numerosas dependencias ofrecían, además de un excelente campo para el estudio de la historia de la comarca, un potencial turístico nada desdeñable”. Una Fábrica que se construyó a principios del siglo XX y cuyo valor se basaba, fundamentalmente, “en la nave de amasado, el espectacular horno de cerámica y su chimenea de 42 metros de altura”. […]

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