Una macabra cuenta atrás para Puertollano

J. Carlos Sanz.- La gente salió en tromba, anegó las principales arterias urbanas de Puertollano. Con su masiva presencia quisieron exorcizar el fatalismo industrial que se cierne en el municipio. Algo así como una ceremonia contestataria para espantar los fantasmas de Silicio Solar y Solaria. El enésimo intento por evitar que otra gran empresa caiga y se lleve por delante a cientos de trabajadores. Evitar a toda costa el naufragio pese a atravesar el océano de incertidumbre con una balsa destartalada.
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Cerca de 12.000 personas se manifestaron el pasado 10 de julio en protesta por el cierre anunciado a finales de año en Elcogas. Saben que es el último dique de contención; si la central de ciclo combinado cae se producirá un temible efecto dominó y la depresión socioeconómica será irreversible. Los puertollanenses están hastiados de vivir una pesadilla de desmantelamiento en los últimos años. Pareciera que el mal fario se cebó con la ciudad industrial, que la población está condenada a padecer una maldición en forma de declive imparable. Lo peor, es que no existe una única causa ni unos culpables concretos.

El marasmo llegó debido a una amalgama de circunstancias. La sinopsis habla de una mezcla fatal entre la inacción política, la pésima gestión empresarial, la miopía sindical a la hora de encarar conflictos y una ciudadanía dividida, lo que produjo una bomba de relojería que ha desencadenado la peor crisis en la historia reciente de la localidad.

Ahora el siguiente en la lista negra es Elcogas. Nadie quiere que a finales de diciembre, la central que presume de quemar carbón de forma sostenible y limpia eche el cierre. Porque eso sería la estocada definitiva. Tras Elcogas, iría Encasur incluso podría afectar a la unidad de coque en el complejo petroquímico de Repsol.

El ultimátum ha empezado. Quedan menos de 6 meses para buscar una solución. La gente de Puertollano se siente impotente. Más allá de protestar, de salir a la calle para exigir soluciones a las distintas administraciones -principalmente a un gobierno regional que incomprensiblemente no termina de mojarse con la problemática subyacente en el municipio-, sabe que se ha iniciado una macabra cuenta atrás. Una lucha a contrarreloj por evitar el cierre de Elcogas, porque los puñeteros accionistas de la empresa (Endesa, Iberdrola y compañía) no chantajeen con sus intereses particulares y tengan a bien mantener la actividad productiva en una planta I+D, cuya tecnología ya ha demostrado con creces su eficacia y para más inri se adapta como un guante a las exigentes normativas medioambientales de la UE sobre emisiones.

 

Pitada y corte de carretera de los trabajadores de Elcogas (Foto: José Fernando Buitrón Gijón)
Pitada y corte de carretera de los trabajadores de Elcogas (Foto: José Fernando Buitrón Gijón)

La ciudadanía sabe que el partido se está jugando en las altas esferas. El pueblo no consiente ser rehén de un oligopolio eléctrico que encima cuenta con cierta connivencia del gobierno central. ¿Cómo puede ser que desde el propio Ministerio de Industria se afirme sin tapujos que la patronal eléctrica no lo está poniendo fácil en las negociaciones sobre el mantenimiento de actividad en Elcogas? No deja de ser reflejo de cómo el estado español ha ido privatizando sus sectores más estratégicos y cómo en el energético existe una absoluta desregularización estatal que sirve de barra libre a las eléctricas para imponer precios abusivos, hacer y deshacer a su antojo. Todo ello, consentido por gobiernos que mantienen rumbo fijo a lo neoliberal e insisten en que el mejor remedio es no intervenir, que el “libre mercado” se autorregule y ponga las cosas en su sitio.

Así nos va en este país. El PIB relacionado con la actividad industrial cae a pasos agigantados, comarcas emblemáticas como las mineras de Asturias y El Bierzo, los astilleros en Gijón, Ferrol o Cádiz, van poco a poco degradándose, perdiendo empleo, como si fueran víctimas de una plaga bíblica y nada pudiera hacerse por evitarlo.

Esa irreversibilidad ficticia es la que interesa trasladar a la población. “Es una pena pero no podemos hacer nada, son sectores con los días contados”. Como al enfermo terminal al que dan pocos meses de vida. Sin embargo, cuando quieren rescatan autopistas deficitarias o ayudan a especuladores inmobiliarios colocando sus activos tóxicos en el SAREB previo chorreo de dinero público. Por no hablar de la mayor infamia cometida, el rescate de la banca privada que ha supuesto la intervención y secuestro de la economía nacional por parte de la Troika.

No perciban el problema de Elcogas como algo aislado, resultado de una mala racha o que únicamente desde el gobierno no se apuesta por el carbón. El problema de fondo es que se ha decidido esquilmar la industria, diezmar este sector estratégicoque siempre ha contado con bastante conciencia de clase trabajadora y organización sindical. Buen negocio ese de debilitar la industria, dejarla famélica, extender normativas vía EREs a la carta para toda empresa que quiera desprenderse de gente a precio de saldo.

¿Es el momento de dar un paso decisivo? Los sindicatos ya han dejado entrever que a la vuelta del verano, y si el conflicto en Elcogas continúa sin visos de arreglo, se contemplaría un paro total en la comarca de Puertollano. Que a nadie asuste la posibilidad de iniciar una huelga general. Es algo que ya se ha hecho meses atrás en comarcas mineras de Asturias o en El Ferrol. Que nadie piense que esa medida supone torpedear su negocio, su actividad porque todo está relacionado. Es un momento tan crítico que perder más empleo sería insostenible. Si de por sí, los negocios y  empresas apenas mantienen el tipo en Puertollano, imaginen lo que pasaría si cientos de personas se fueran al paro a partir de enero de 2015. La localidad se precipitaría a velocidad de crucero hacia la quiebra socioeconómica.

Así pues, durante este verano piensen en lo que se avecina, pónganse en el peor de los escenarios y reflexionen acerca de lo que la sociedad civil de Puertollano puede hacer para detener el aluvión de cierres empresariales. Si hubiera que afilar los dientes no lo perciban como una temeridad sino como una opción de radical dignidad para defender un futuro que está en fase de liquidación.

La mayoría coincidirá con el que les escribe en que la situación ya pasa de castaño oscuro, que hace tiempo se traspasó la frontera del aguante. Y que cuando no hay nada que perder, cuando el hocico de la desesperación asoma en muchas puertas, es el momento de tomar medidas enérgicas. Entiendan lo que nos jugamos. Desde “arriba” han lanzado un órdago. Quieren finiquitar la partida. Conviene demostrar que el pueblo de Puertollano es un buen contrincante, que nadie le gana así como así, que la partida se está jugando y que esto no es como empieza si no como acaba.

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3 COMENTARIOS

  1. Completamente de acuerdo con el artículo. Espero que La Junta de Castilla la Mancha, que no está, si se la espere. Hay que pelear por lo que se considera justo, y esto lo es. Es importante que los medios se manifiesten al igual que se ha hecho desde este espacio, esto también es un apoyo fundamental. !! Muy bueno el articulo ¡¡

  2. Excelente artículo. A nadie le gustaría que la debacle de Puertollano se consumase con el cierre de otra empresa como Elcogás. Sería la culminación de una tagedia laboral. Es triste ir por la calle y cuando te encuentras con ex-trabajadores de Silicio Solar o Solaria y les preguntas por su situación, la mayoría ya haya agotado todas sus prestaciones y estén sobreviviendo con 400 euros.
    ¿Qué se han propuesto? ¿Arruinarnos?
    Están llevando a la pobreza a Puertollano, por tanto, una huelga o parón general sería imprescindible. ¡¡¡Que nos oigan!!!

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