La vileza de un ministro

Ángel Mª Rico Navarro, abogado del Turno Oficio.- El pasado día 24 de Julio, las Juntas de Gobierno de los 83 Colegios de Abogados de España y la Confederación de Agrupaciones de Jóvenes Abogados, con el Presidente del Consejo General de la Abogacía Española al frente, vestidos con sus togas, se manifestaron en Madrid contra el proyecto de Ley de Justicia Gratuita.

opinionSólo hay un antecedente de una manifestación semejante y fue cuando, con el Decano Pedrol al frente, los Abogados madrileños, vestidos con sus togas, acompañaron los féretros de sus compañeros asesinados en el despacho de la calle Atocha.

Ha sido necesario para que esto suceda que por parte del Ministerio de Justicia se esté perpetrando el ataque más frontal de la historia al derecho de los ciudadanos al acceso a la Justicia, culminado así en camino iniciado con la implantación de las Tasas Judiciales.

La nueva Ley de Justicia Gratuita, ya en el Parlamento, ha sido unánimemente calificada como un retroceso respecto la vigente ley de 1.996, tanto en lo que se refiere a los derechos de los ciudadanos como a los de los 42.500 abogados que prestan este servicio las 24 horas al día, los 365 días al año.

A pesar de haberse creado una Comisión Mixta (Ministerio-Abogacía), el Ministro Ruiz Gallardón se ha empeñado en no ceder en puntos que la abogacía considera líneas rojas que no se pueden traspasar. Y es que este proyecto de ley, nace desde la sospecha hacia los ciudadanos, desde la sospecha hacia los abogados y desde la sospecha hacia los Colegios Profesionales. El Ministro de Justicia se empeña en hacer política desde la desconfianza hacia sus interlocutores, con ausencia de un diálogo leal y serio.

La Abogacía española ha alzado su voz contra un proyecto de ley de Justicia Gratuita que es un grave error. Es un grave error que traspasa las líneas rojas del derecho de defensa y que pone en peligro un modelo que funciona y que da respaldo a los más desfavorecidos, gracias al trabajo de los abogados de oficio.

La crisis que ha azotado a nuestra sociedad desde hace cuatro años ha aumentado el número de colectivos y de personas con derecho a la Justicia Gratuita. A pesar de eso, el gasto en Justicia Gratuita (inversión en paz social, en palabras de Presidente del Consejo General de la Abogacía Española, Carlos Carnicer), se ha reducido en 43 millones de euros.

Los Abogados españoles, nos preguntamos por qué un Estado de Derecho, en el que el acceso a la Justicia universal es un pilar esencial e indispensable para su supervivencia,  pretende dificultarlo a quienes lo necesitan imperiosamente; por qué pretende maltratar a quienes hacen de la defensa de los derechos de los ciudadanos su profesión e incluso su razón de vida; por qué pretende burocratizar hasta límites insospechados uno de los servicios que mejor funcionan.

Y cuando los Abogados españoles, vestidos con sus togas, han alzado las voz el Ministro Ruiz Gallardón ha reaccionado con una infamia (Maldad o Vileza, según el Diccionario de la RAE), haciendo una declaraciones cargadas de vileza (acción o expresión indigna, también según la RAE). Ha acusado a los Abogados del Turno de Oficio de oponernos a la Ley porque no se suben nuestras retribuciones. Vil e indigna reacción, cargada de falsedad y encaminada a minar la imagen de la Abogacía.

Las declaraciones del Sr. Ministro de Justicia son absolutamente falsas. Carlos Carnicer le ha retado a que muestre en las actas de la Comisión Mixta una sola línea en la que la Abogacía reivindique mejora en sus retribuciones y ello a pesar que en estos últimos cuatro años los de por si exiguos baremos de los abogados de oficio se han reducido hasta un 40% en algunos casos, no se han actualizado en otros desde el 2.003; y en casi todos, la hora de trabajo de un abogado se retribuye a 2 euros.

Pero las infames declaraciones del Sr. Ministro no van a impedir que los abogados españoles sigamos en nuestro empeño de conseguir una Ley de Justicia Gratuita mejor. Quienes velamos por la justicia y los derechos fundamentales hemos de exigir que las cosas se hagan mucho mejor. Pese a la infamia recibida, la mano sigue tendida al Sr. Ministro de Justicia. El diálogo, la conciliación, la mediación y la concordia, cuando existen intereses contrapuestos, son consustanciales a un oficio tan antiguo como el hombre. La mano sigue tendida para enderezar este proyecto de ley y darle la calidad que merecen los ciudadanos, especialmente aquellos que se beneficiarán directamente por vivir en una situación de mayor desamparo. Al fin y al cabo, son por sus derechos por los que los 42.500 Abogados del Turno de Oficio velamos y luchamos, para que el acceso a la Justicia no sea un privilegio de algunos, ni siquiera de muchos, sino un derecho de todos.

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