El Gobierno de España encargó a finales de 2012 a una reconocida multinacional farmacéutica del Valle de Alcudia la confección de un traje de protección especial contra el ébola. Un diseño que, a la par que efectivo, contuviera la impronta patria y ofreciera recursos que trascendieran lo sanitario al personal médico que se enfrenta a incontables riesgos al atender a las víctimas de esta tremebunda enfermedad.
Este traje de protección se complementaba con un cirio de cera de abeja equipado tecnología led, para intervenciones nocturnas, además de una faltriquera de encaje para transportar el instrumental médico.
El diseño final contó con las bendiciones del Ministerio de Sanidad y fue acogido por la comunidad médica con estupor. Pese a todo, la Organización Magiar de la Salud rechazó el prototipo español por causas que todavía ayer se desconocen.