Podemos: de la revolución a la dictadura. Gritan la derecha y la izquierda

Javier Fisac Seco. Historiador, analista político, caricaturista.-  Cómo gritan esos malditos, que decían los clásicos. La derecha y extrema derecha, ambas de origen sociológico franquista. Tan autoritarias como clericales se han alborotado hasta el histerismo patológico y todo porque “Podemos” está dispuesto a luchar por cosas tan justas como las que contiene su programa: la enseñanza, la sanidad, la vivienda, una política económica de planificación e intervención que proteja y potencia la propiedad pública y el bienestar social… derechos por los que la izquierda institucional ya no lucha.
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Mirándose el ombligo, a través del cual no ven otra cosa que a los comunistas de la “guerra fría”, ahora venezolanos, dicen estos panegiristas del franquismo que ahora defienden una democracia, que se instauró muy a pesar de ellos, que estamos en una “situación revolucionaria” porque el Pueblo, sí, el Pueblo, ha tomado conciencia de sus necesidades e intereses contra esos que recurren a una democracia que sólo protege sus intereses, los intereses de la propiedad privada, de la banca y de la oligarquía financiera, que la democracia, su democracia, está en peligro.

Como Thiers y su cuadrilla de arribistas apoyaron la ocupación de París por los prusianos para derrotar a la Comuna, estos panegiristas del franquismo están esperando que un salvador, aunque fuera dios, venga a liberarlos de la pesadilla del pueblo. Ese pueblo que reivindica y defiende lo que es suyo porque es él quien lo ha creado: el Estado de bienestar.

Están tan moral e intelectualmente bloqueados por su codicia y atrapados en su propia corrupción, a eso le llaman “bipartidismo”, que son incapaces de entender un fenómeno tan sencillo como el que ya ocurrió en otras situaciones sociales: que “Podemos” no es otra cosa que la forma que el pueblo ha tenido, ante la indiferencia de la izquierda institucional, de organizar sus reivindicaciones. Porque la democracia sólo es posible si se admite, aunque sea a regañadientes, que para que coexistan dos, la otra parte tiene, también, que exigir que se cumplan las reglas del juego.

Y si no es así, se rompe el consenso interclasista que no es otra cosa que eso que llamamos democracia. Idealizada por los franquistas y la izquierda institucional.

Gritan, ya sin aliento, estos panegiristas franquistas, apoyados en los medios de comunicación propiedad directa o indirecta del clero, que el Pueblo, “Podemos”, va a instaurar una dictadura. Nos asustan con la dictadura popular. Como si se nos hubiera olvidado que en España, en toda su Historia, bajo influencia clerical, oligárquica y capitalista, desde los godos hasta los franquistas, no se han instaurado más dictaduras que las de las monarquías absolutas, las dictaduras de los militares, apoyados en la Iglesia, durante el siglo XIX y las dos únicas dictaduras que han ocupado casi los dos tercios del siglo XX: la de Primo de Rivera y la de Franco. Ambas se instauraron para tapar la corrupción, defender a los propietarios y a la Iglesia y contra los derechos y libertades del pueblo.

Ellos, hijos de los hijos de estas dictaduras, se alborotan porque el pueblo, “Podemos”, reivindica lo que es suyo el Estado de Bienestar, la libertad y los derechos individuales. A esto le llaman “situación revolucionaria”. A esto, a la defensa del bienestar social, a la lucha contra la corrupción, a la defensa de las libertades, a la lucha contra el paro, a una política que dé trabajo a los jóvenes, desahuciados, pequeños y medianos empresarios asalariados, al derecho de las abortistas, de los homosexuales, de las feministas…

A todo esto, a reivindicar los derechos individuales y humanos, ellos, hijos de hijos de dictadores y clase social residual de la Dictadura franquista y clerical le llaman instaurar una dictadura de inspiración venezolana. Cuando la única inspiración que existe es la defensa de estos derechos en este país, al que llamamos España. Un país que no puede ser una finca privada de caza para los privilegiados. Las oligarquías de todo signo. De cuya mano volveríamos a la Edad Media en ausencia de derechos y bienestar social.

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7 COMENTARIOS

  1. Con estos tapan tambien sus corrupciones. Hoy la prensa habla más de que Podemos no ha querido ir a telecinco que de las grandes corruptelas del pais….
    Y de acuerdo con todo lo que dices…porque como decía la cancion de Grandola Vila Morena: «El pueblo es el que más ordena»….y el bipartidismo se va a acabar quieran o no….

    • Sí, Blisterr, se entiende perfectamente el artículo de Molinas y muchos empresarios entienden perfectamente el fenómeno Podemos, porque intuyen que puede suponer no gozar de los privilegios que han mantenido durante tanto tiempo. En particular, aquellos empresarios que han antepuesto su enriquecimiento de forma desorbitada a la creación de riqueza social, y ello al amparo de una legislación fiscal y laboral permisiva en ese sentido.
      Los intereses transversales del resto de grupos sociales se encuentran con que las condiciones sociales se encuentran tan degradadas, que están dispuestos a aceptar la idea de cambiarlo todo o parte, pero profundamente (lo que supondría un cambio de régimen, similar al que supuso el cambio de la dictadura a la democracia).
      Parece mentira que no haga falta irse a las críticas al capitalismo de Thomas Piketty, que sea posible remontarse a postulados de Karl Marx, que nos encontremos con excedentes de población joven y culta deambulando inútilmente por naciones extranjeras, con sectores importantes de población mendigando al Estado una renta básica, no ya para asegurarse el futuro, sino para comer y pagar una vivienda. Cómo no van a estar preocupados los empresarios. Y cómo no van a estar preocupados sindicatos y partidos de izquierda cuyos argumentos -tu quoque (tú también)- están desacreditados y desde luego llegan tarde.
      No sé si Podemos será populista, pero algo así era necesario.

  2. En Podemos ya empiezan a incumplir palabras dadas y a apropiarse indebidamente de dineritos de becas. Cuidado que, si empezamos a perder la virginidad antes de tener representación parlamentaria, cuando estemos en la cumbre formaremos parte de la casta. Cuidado que inflar el globo es fácil, pero mantenerlo hinchado cuesta mucho. No sé, no sé, me gusta Podemos pero no termina de convencerme. Y los que menos me convencen son esa masa acrítica que esté enfervorecida y que se toman las críticas como insultos. No son moneda de oro…vamos, digo yo.

  3. No sé por qué todo el mundo se empeña en que Podemos precise todas y cada una de sus medidas. Nadie puede precisar eso, porque cuando se gobierna se puede tener un plan y, sin embargo tomar medidas no previstas. Lo importante es que esas medidas sean coherentes con el plan y que el plan no se desvirtúe por completo.
    ¿O es que preferimos precisiones al estilo PP que no han cumplido ni en lo más mínimo, y ni siquiera han servido para perseguir el supuesto plan de crear empleo o salir de la crisis?

    • Bueno Censor, Podemos exige mucho a los de la casta, por lo tanto el nivel de exigencia con Podemos debe ser desmedido. Y más es una situación como la actual en la que España está en coma profundo.

      No podemos conformarnos con lo que tenemos, puesto que seguiríamos igual.

      Soy seguidor y probablemente votante de Podemos y, por lo tanto, no quiero ni ladrones, ni inútiles, ni aprovechados, ni demagogos, ni hipócritas al frente de Podemos, ya que todo eso lo hemos probado durante años en la política que nos ha llevado a la situación actual.

      ¿Por qué no doy un paso al frente y me posiciono en Podemos si tan «listo» soy, dirá alguno? Porque cada uno sabe dónde puede y debe estar, y yo no tengo madera de líder, ni creo poder asumir ninguna cuota de poder. Mi sitio está en el lado del votante y, como ciudadano, crítico con lo que no está bien. Empezando por Podemos, ya que PP y PSOE se han incinerado ellos mismos manteniendo a sus líderes y sus ejecutivas, que cada vez que abren la boca provocan un torrente de votos hacia Podemos.

  4. Menudos farsantes réplica de Zp prometiendo éste cheques bebe para todo el mundo aunque fueran millonetis y estos prometiendo renta básica para todos aunque sean ricos, farsantes y prometiendo lo que es imposible dar, la verdadera izquierda es otra cosa mejor. Y hay que dar la cara cuando hay amagos de críticas y defenderse como hombres y mujeres de bien ante los ataques en lugar de largarse de los platós cuando vienen mal dadas. Me han decepcionado y no los votaré por más que fisac los haya elevado a los altares.

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