Pablo Milanés

José RiveroCuenta Milanés, Pablo Milánes, el miembro que fuera del movimiento musical ‘Nova Trova Cubana’ que viajó por primera vez a España en 1975, donde ofreció sus canciones y mostró los logros revolucionarios de la isla. La ‘Nova Trova Cubana’ crece y se expande desde finales de los sesenta, hasta bien entrado los setenta. Emulaba otros movimientos musicales del Cono Sur, muy crecido en contestaciones y revoluciones en la primera mitad de los sesenta, como fuera la argentina ‘Nueva Canción‘ de la mano de Mercedes Sosa. Piénsese en que en esos años el adjetivo Nuevo aparece por muchos enclaves y realizaciones, desde el  ‘Novo cine brasilero‘ al mismo ‘Nuevo cine cubano’ o todas esas rúbricas de ‘Nuevas canciones y nuevos trovadores‘ de un mundo nuevo. Que dan pie a otra realidad geopolítica, iniciada justamente en octubre de 1962 con la crisis de los misiles, y cerrada cinco años más tarde con la muerte del Ché Guevara en la selva boliviana.

rv_14-Querido-Pablo Desde que la ‘Nova Trova cubana’ apareció en la década de 1960, los dos cantautores emblema del movimiento, Milanés y Rodríguez,  se convirtieron en sus máximos exponentes, llevando por todo el mundo las melodías en una suerte de encriptado mensaje revolucionario en clave de fa. Así desde «El unicornio«, «Ojalá«, «Rabo de nube«, todas ellas de Silvio Rodríguez, hasta «Yolanda«, «Yo no te pido«, «Amo esta isla«, de Milanés, entre otras; mostraban parte de los logros de la revolución de Castro . Incluso fueron parte del Grupo de Experimentación Sonora que trabajaba en el ICAIC, en la elaboración de bandas sonoras de ese ‘Nuevo cine cubano’.

Además de cantantes promocionados y promovidos por el poder cubano, los dos fueron diputados en la Asamblea Nacional del Poder Popular (Parlamento), aunque Milanés, desde hace algunos años, se ha ido mostrando crítico con el régimen comunista imperante en la isla. Como reflejaba ya el debate de septiembre de 2011 entre los viejos amigos Rodríguez y Milanés, a propósito de unas declaraciones de este último a la prensa. Las declaraciones de Milanés, dirigida a su amigo el escritor y musicólogo Juan Pin, aparecieron publicadas en el blog de Silvio Rodríguez ‘Segunda cita’, y donde Rodríguez en un raro ajuste de cuentas con el pasado amigo, había calificado de «burda, desamorada y sin el más mínimo compromiso afectivo» la forma empleada por Milanés al manifestarse recientemente sobre la realidad cubana, aunque reconocía que coincidía «con muchos de sus juicios críticos«.

rv_Fidel_Castro_Silvio_Rodriguez-latidosdecubaPor su  parte, el aludido Milanés señalaba que Rodríguez «había tenido el impudor de hacer público su viejo rencor (no sé de qué categoría, que lo analicen los psicólogos), y ha llegado a comprometer mi dignidad y mi militancia revolucionaria«. Milanés recuerda que perdonó a «los verdugos» que indiscriminadamente le lanzaron «con 23 años a los campos de concentración«. Uno campos de concentración que según relata en la entrevista concedida y publicada el 14 pasado en El País, frecuentó entre 1965 a 1967. Años en los que por otra parte, otras fuentes hacen coincidir con el servicio militar obligatorio de Milanés y de otros tantos miles de cubanos. Por lo que su estancia en las UMAP (Unidades Militares de Ayuda a la Producción) hay que entenderlas más como parte de ese servicio de formación militar, por el que pasaron todos los cubanos, que como un castigo político. Si no, ¿cómo creer que tras la represión política de su paso por los que llama él ‘campos estalinistas’, accediera a las embajadas sonoras junto a Rodríguez y más tarde a sentarse en la Asamblea Popular.

rv_MILANESY ahora, desde la distancia del tiempo Milanés practica la desafección revolucionaria, la desmemoria y descalificación de aquello en lo que creyó y con lo que creció. Por más que nos advierta ahora, desde su casa de Vigo, de que «Cuba es una muestra del fracaso del socialismo«. Tiempo ha tardado en decirlo y afirmarlo. Como ha pasado en tantos órdenes, a los viejos defensores de la Revolución cubana, como el viejo cantante Carlos Puebla y su grupo ‘Sus/Los tradicionales’, que de las dos formas se dijo, o al mismo Silvio Rodríguez o otros olvidados como Amaury Pérez.

Yo lo recuerdo a Pablo Milanés en esos años setenta mediados, o tal vez en algunos anteriores, del final de la dictadura de Franco, en un recital conjunto con Silvio Rodríguez, compañero de cuerda y trova, celebrado en algún espacio universitario y con organización de la llamada Delegación de Alumnos.  Que ya se sabe que tensaba las cuerdas de lo admisible por el Gobierno Civil de turno, y por eso solían surgir problemas en los actos organizados, antes, durante y después. En  aquella ocasión y tras la canción de rigor, que alternaban los dos juglares, parecidos entonces al ‘Dúo Dinámico de la Revolución’, vinieron las explicaciones de rigor de cualquiera de los dos, sobre las bondades de las realizaciones cubanas. En un tono de proselitismo revolucionario entonaban las loas de Castro y de los suyos, de los ‘Pioneros’ y de las ‘Brigadas de la revolución’, hasta que interrumpidos por algún supuesto anarquista que los interpeló como «grupo de estalinistas«, se organizó un pandemónium de ida y vuelta con la atónita Policía Social mirando el quilombo universitario. Hasta que Silvio, «mandó a parar» a la gusanera capitalista, para poder seguir con las trovas y sones.

rv_Carlos_Puebla-Soy_del_Pueblo_02-back He recordado aquel incidente, cuando Pablo aún llevaba la espesa melena rizada, como muestra del modo ‘afro‘ que también se daba en Cuba sin ser ‘Black Power’, y mientras leía las cuentas de su pasado, contado sólo a medias: «El origen está en lo que significó Cuba en el año 59 para el mundo. Yo tenía entonces 15 años, y cuando profundicé en la realidad social de América Latina me convertí en un revolucionario. Esas ideas no solo cuajaron en mí, sino en todos los países latinoamericanos. Los ideales que profesábamos eran los más puros que se podían tener en aquella época. Otra cosa hubiera sido traicionar mi pensamiento, así que, aunque se cometieran errores, vi que había que defender la idea original… y todavía la defiendo. Yo asumo el pasado, y tengo claro lo que pienso«. Yo no lo tengo nada claro lo que piensa Milanés. Ni se cual es el peso de su pasado.

Periferia sentimental
José Rivero

 

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