Grecia, España y la soberanía

Ricardo Chamorro.-La psicosis se ha apoderado de la política europea a causa de la crisis griega. Toda esta semana estamos escuchando distintas opiniones poco acertadas del problema. Lo que ocurre en Grecia y en la UE, no es solo un problema financiero y muy pocos profundizan.

opinionLo que estamos viviendo es un problema geopolítico de envergadura que deja al descubierto la propia endeblez de la estructura política de la UE, a la que las naciones europeas hemos cedido importantes dosis de soberanía,  y su carácter instrumental como satélite de EEUU. Es significativa la reacción de Grecia reivindicando la clásica definición democrática de soberanía nacional que crea contradicciones entre la concepción tradicional del derecho internacional y los intereses modernos de la política internacional. También es importante el descubrimiento de que el concepto de mercado libre global es utilizado por la política siempre, y que su libertad es escasa, pues atiende a intereses políticos concretos geoestratégicos, aunque es cierto que no es totalmente controlable por la propia democratización del mercado, lo cierto es que la finanza se convierte, en muchas ocasiones, en un arma política de poder y de control.

El debate de la Soberanía Nacional en España

En la política española la discusión política sobre este tema esta aun verde, aunque algunos lo tienen claro como Margallo del PP «Hablar de soberanía nacional es una estupidez».

Los de PODEMOS dicen ser los hermanos de Syriza en España, pero su defensa de la soberanía nacional es contradictoria al cuestionar la propia integridad territorial de la nación española y que se trocee la propia soberanía asumiendo los falsos dogmas del separatismo nacionalista, algo impensable en Grecia.

Los del PSOE consideran discutida y discutible la nación española, mientras que se han entusiasmado con la cesión de soberanía al exterior y con la cesión de poder interior a las autonomías.

Los de UPyD reivindican la soberanía nacional de manera puramente jacobina frente a los nacionalistas en el interior, pero son firmes defensores de la cesión de la soberanía al exterior.

La visión de CIUDADANOS es una mezcla de todas las anteriores

Una vía que defienda la soberanía nacional, y la dignidad de los españoles

Hay otra vía política que esta aun por fortalecerse en España:

-Reivindicar la soberanía política y nacional

-Hacer compatible esa reafirmación, en un mundo global, con grandes estructuras políticas con vínculos comunitarios como Europa

-Combatir el totalitarismo burocrático estatal que canceriza a la sociedad civil.

Esta vía tendría encaje defendiendo nuestra propia Constitución, lo asombroso es que nadie lo haga.

En 2013 escribí un artículo en este digital denominado “Defender España desde el centro-derecha”, en el mismo definía tres puntos importantes de un centro-derecha de valores y con ideas nacionales. Sigo manteniendo hoy la importancia de defender esos valores, y muchos más ante los últimos acontecimientos y el recrudecimiento de la crisis:

“En el centro-derecha, y en mi humilde opinión, deberían tenerse muy presentes tres puntos políticos que resumen el espíritu de nuestra Constitución y que deberían presentarse como fundamentales para la España del Siglo XXI:

La patria común es España: «La Nación española es la patria común e indivisible de todos los españoles» (Artículo 2 de la Constitución Española).

La Constitución se fundamenta en ella, es decir la nación es previa y tiene una identidad histórica, comunitaria, humana y cultural indisoluble donde la diversidad regional forma parte de su riqueza. España es ante todo y sobre todo una realidad que se ha proyectado en la Historia. El Estado debe fomentar los lazos de unión, las identidades regionales jamás han estado enfrentadas a la identidad de España hasta que una ideología nacionalista y separadora ha pretendido imponer una historia inventada desde finales del siglo XIX. Las Comunidades Autónomas son entes administrativos, que forman parte del Estado, y que existen para garantizar derechos ciudadanos, en ningún caso deben ser utilizadas para crear organismos basados en ideologías que atenten al bien común.

Soberanía: La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado (artículo 1.2 de la Constitución Española).

La soberanía nacional es un concepto que le da todo el poder a la nación, es decir a los ciudadanos. Hace pertenecer la soberanía a la nación, una entidad abstracta y única, vinculada normalmente a un espacio físico (la «tierra patria»), a la que pertenecen los ciudadanos presentes tanto como los pasados y futuros, y se define como superior a los individuos que la componen.

La formulación que se acuñó en el artículo 3 de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano (Revolución Francesa) determinó que «toda soberanía reside esencialmente en la nación». Así la soberanía nacional se concebirá como una, indivisible e inalienable, que no puede confundirse con los individuos que la conforman.

Reformismo para liberar al ciudadano: Para que España sea competitiva en un mundo global es necesario hacer las reformas pertinentes para que seamos una nación adaptada a los tiempos y, a la vez, se mantengan los servicios y derechos de los ciudadanos.

La administración del Estado ha de estar al servicio de la Nación, no los ciudadanos al servicio del Estado. La actual estructura administrativa y autonómica esta en parte anquilosada y todo lo que sea mantener el armatoste por falta de valentía es un lastre. La reforma debe afectar a todas las administraciones del Estado, no se puede recortar en Castilla-La Mancha mientras se permite en Cataluña el despilfarro.

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