Las cuentas de Castilla-La Mancha y el traspaso de cartera

Arturo Romaní. Exconsejero de Hacienda de Castilla-La Mancha.- Pocas son las ocasiones en que un gobierno deja radiografiada su gestión económica y financiera. Pocas las que hace una foto fija del día de salida y además un balance de legislatura. El Gobierno de Cospedal lo ha hecho. Muchas son las ocasiones en las que un gobierno entrante revisa lo que recibe, como debe ser. Parece que el nuevo gobierno tiene previsto auditar las cuentas públicas, cosa que yo mismo haría.
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Pero no nos confundamos. La situación que existía a 2011 no tiene nada que ver con la actual. Entonces sí hacía falta un verdadero empujón de transparencia y de credibilidad. Era incluso una cuestión de orden público. Así se hizo y muchas cosas han cambiado durante la legislatura, cambios que confío en que hayan venido para quedarse. Entonces era una prioridad absoluta. Ahora no.

La credibilidad que han ganado las finanzas públicas de Castilla-La Mancha la he podido percibir estos días al remitir el informe de la situación financiera que hemos elaborado en la consejería a diversas entidades e instituciones y escuchar los comentarios que ha suscitado. Ha costado esfuerzo ganarla pero creo que es una meta conseguida.

Uno de los ingredientes básicos, a mi modesto entender, para ganar credibilidad es no llevar un doble discurso. Con independencia de que el vocabulario se adapte al auditorio concreto, el contenido, las ideas, el fondo, la sustancia, debe ser la misma. Como consejero de Hacienda siempre mi discurso ha sido el mismo, ya estuviera en las Cortes Regionales, en la televisión, en la radio, con un vecino, con una asociación de empresarios, despachando con mis colaboradores, en un off the record con periodistas, con el Tribunal de Cuentas, en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, con el FMI, con una entidad financiera o con una agencia de calificación crediticia.

Esto se puede comprobar en que puedo incorporar a un informe técnico, como el de la situación financiera, las referencias a todas las ocasiones en que se han tratado temas financieros en las Cortes de Castilla-La Mancha. Desde mi primera intervención el 7 de marzo de 2012 el discurso ha sido el mismo. Y también se puede ver en que dicho informe, presentado por María Dolores de Cospedal a la Mesa de las Cortes, y por tanto con implicación política, ha sido sometido al general conocimiento de los ciudadanos (http://intervencion.castillalamancha.es/situacion-deuda), al análisis técnico de toda clase de instituciones (Fitch, Moody´s, entidades financieras, CECAM, UCLM, MINHAP, FUNCAS, FEDEA, Instituto de Estudios Fiscales, AFI, Ahorrocorporación, por citar algunos), a los medios de comunicación, y a todos aquellos que puedan estar interesados. Invito a todos a leer y opinar.

Por eso, cuando se habla de hacer una auditoría de las cuentas sólo pido que, para mantener esa credibilidad ganada a pulso, se siga practicando el discurso único. Que se analice la documentación que deja el gobierno saliente, que se haga por los técnicos de la administración, que se recojan las conclusiones a que se llegue en un único documento y se someta al conocimiento general y al análisis al menos de las mismas instituciones que hemos citado anteriormente. Aparte de dar traslado oficial a las autoridades fiscales nacionales y europeas de cualquier incidencia que pueda encontrarse.

Pocas son también las ocasiones en que un titular entrante en una consejería se ha negado a realizar cualquier clase de traspaso de poderes. Verdaderamente causa estupor la negativa del actual consejero a tener ningún encuentro formal o informal, público o privado, con cartera o sin cartera, ahora o más adelante. Mi intención es hacer un traspaso con luz y taquígrafos, como la entidad y trascendencia social de las finanzas públicas de Castilla-La Mancha merece. Las cuentas claras. Esa negativa no lo va a impedir.

Este mismo martes me presté a tener un encuentro para abordar los asuntos más urgentes del Consejo de Política Fiscal y Financiera de esta semana. Durante más de una hora puse en su conocimiento con toda lealtad a nuestra región la información necesaria para conocer los antecedentes y formarse un criterio sobre los asuntos a tratar en el Consejo. Cuál fue mi asombro al escucharle a la salida del mismo manifestar su “sorpresa” por la desviación del déficit de 2014.

Ese dato lleva publicado meses. Ya lo hemos explicado, entre otros lugares en el informe de situación financiera presentado a las Cortes Regionales, y que como digo es público. Dicho asunto fue además tratado con toda clase de detalles en la reunión que mantuve con el nuevo consejero. La desviación no es una cuestión de gasto. Es una cuestión coyuntural de intereses (2014 fue el último año de intereses elevados, se pasa de 485 a 225 millones de gasto en 2015), y de ingresos por la mecánica del Sistema de Financiación Autonómico (en 2014 las transferencias del Estado bajaron 185 millones, aunque la recaudación por el Estado de los tributos cedidos subió, pero la diferencia se recuperará en 2016). Por ser coyuntural no se pone en riesgo la reducción de déficit planificada ni la prevista en el presupuesto en 2015. Ni el incumplimiento exige medidas especiales en 2015 (así lo hemos comunicado oficialmente al Ministerio de Hacienda y AIREF) ni estaba justificado hacer un recorte de gasto de 287 millones el año pasado sólo para cumplir el objetivo de 2014. El ajuste en gasto está completado en Castilla-La Mancha como llevamos diciendo meses. La cifra de déficit no es un objetivo en sí mismo, lo es una política fiscal sostenible. Así se explicó.

En todo caso resulta esperanzador que haya calificado como “excesivo” el deslizamiento de 7 décimas (0,7 % PIB), sobre el objetivo previsto, único exceso en la legislatura, después del último gobierno socialista que en sólo 4 presupuestos (2008-2011) acumuló un déficit del 25% PIB.

Pocas veces ha tardado tan poco tiempo un consejero en recibir buenas noticias. En la liquidación del Sistema de Financiación de 2013, a practicar este mes, se van a recibir 67 millones más de lo esperado. Además de las buenas noticias que recibirá cuando llegue a la consejería: plazo de pago a 27 días, gasto contabilizado pagado al 93,68%, presupuesto del año consumido al 40%, tipo medio de la deuda al 1,33%, acreedores pendientes ajenos a la Junta 123 millones, saldo de tesorería disponible 94 millones… Y de las que irá recibiendo: ingresos tributarios crecientes de forma importante para el presupuesto de 2016 y PIB en ascenso. Un panorama bien distinto al que yo he conocido. Unos siembran y otros cosechan.

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