Las procesiones políticas

Manuel Valero-. Aunque parezca increíble, en la era en que la gran Red nos hace umbilicalmente Uno y nos vigila desde las profundidades con su ojo binario, aún nos entregamos con vehemencia al debate más apasionante, visceral y, por tanto, inútil, que con más ardor refleja y rebela nuestra incomprensible idiosincrasia: los políticos y su presencia en actos religiosos, en tanto que representantes del pueblo. ManoloValero3Como es habitual siempre acaba en 1936, porque la casi totalidad de nuestros grandes debates que se desarrollan en esta cosa de la Internet, tan entrópica e inquietante nos regresa con snetimental puntualidad  a aquella fecha. Usted puede analizar las ondulaciones del precio de la berza en el mercado de las hortalizas que de un modo u otro, detrás de alguna palabra o idea, aparece inevitablemente el gran anacoluto con su maleta de viaje regresivo llena de muertos, como si fueran saldos intercambiables.

Vaya por delante mi opinión personal: soy partidario de un poder político sin ósmosis institucional con la ritualidad religiosa, o dicho de otro modo, prefiero una Corporación municipal resolviendo problemas que detrás de una procesión, de modo que el César reciba lo estipulado sin paseíllos iconoclastas y que luego cada edil acuda a la novena o al rito de iniciación en la logia del barrio. Una laicidad institucional tan natural como la tierra mojada después de la lluvia si no fuera porque, ay, de nuevo aparece ese mimbre suelto que nos hace respingar de la silla, el de los dos bandos paradigmáticos e irreconciliables: el de los matacuras y el de los a cubierto bajo el palio. No hay opción posible. Y así en cuanto se retoma con cansina recurrencia el asunto, reeditamos el pasado con la misma vehemencia.   Pero uno ya ha perdido la capacidad de asombro mediando el corte. Al fin y al cabo, en lo que a procesiones se refiere, más importante es la presencia popular al paso del paso que la recogida gravedad de una señora alcaldesa tras la imagen de la Virgen Dolorosa. Como hemos sido incapaces de ahormar una plenitud laica que separe ambas cosas –política y religión-en estancos incomunicados, cada vez que el debate asoma la patita, se arma la del diablo. Empezando por los políticos, claro, y sus calculadas maniobras  presenciales con la máquina registradora debajo de la sobaquera. Y es en esa perversión donde radica nuestra incapacidad para dejar zanjado el asunto, que es cuestión atávica nuestra, esa de dejar los asuntos a medias.

La presencia política, sí pero no, de los actuales gobernantes socialistas de la capital en actos religiosos y en su manifestación callejera que es la que interesa por su proyección pública y su visibilidad , alimenta el debate de una antipatía impostada  que apesta a estrategia electoral. Hay miedo a perder el voto o muchos votos, porque a cada Viernes Santo, no es todo pero tampoco poco el pueblo que se aprieta en las esquinas.

La anterior Corporación jugaba en campo propio y desfilaba con la tranquilidad de quien se sabe en sintonía con el sentir popular, cuando no hacía otra cosa que exhibirse con peineta ante el electorado como guardianes de las esencias de la fe,  y no como los rojos del 36, otra vez, que asaltaban iglesias, se emborrachaban y se retrataban ataviados con estolas y tiaras ladeadas, con el pecho cruzado por una canana cebada de balas. Impostura de unos y otros, que se escenifica en clave política, por simple interés a la hora de granjearse las simpatías del crédulo votante, que son más que los incrédulos. En Puertollano, el primer alcalde socialista Ramón Fernández Espinosa, estuvo años sin aparecer en procesiones y ocurrieron dos cosas sorprendentes: las procesiones concitaron el mismo fervor que cuando eran el brazo espiritual del régimen, y el alcalde, luego maltratado por los propios, como suele ocurrir, ganó elección, tras elección por mayoría absoluta. Puertollano, se acercó a esa laicidad civilizada que aún hoy se mantiene. Una cosa es la constatación irrefutable del profundo arraigo del ritual colectivo de la confesión católica en la sociedad ciudarrealeña, y otra, el meapilismo oficial o el anticlericalismo del odio.  Producto de esa anomalía es la gran contradicción que también nos hace singulares al blandir el calendario laboral más religioso del mundo. Como será que hasta los más avezados sugirieron en Andalucía someter a referéndum la celebración de las procesiones con una rectificación inmediata por temor a una sonora colleja. No supimos, o no pudimos, o estamos predeterminados a no hacerlo, zanjar la separación iglesia y política de calle (que Estado e Iglesia sí lo están) y conseguir una laicidad natural sin detrimento de las creencias de cada cual.

En  este particular como en muchos, Francia me puede. Madre de uno de los momentos cenitales de la historia de la humanidad, que en realidad, es la historia de sus revoluciones, en el  que un Robespierre ya enajenado apareció en la gran fiesta como el primer Papa de la Razón, supo acabar el asunto cuando  Napoleón concordó con Roma. Dotado de una compleja personalidad, pero hábil y astuto como nadie, le petit corse, ilustrado y revolucionario, devolvió Notre Dame al irracional culto católico pero ató el poder terrenal de la Iglesia en corto. Robespierre acabó con los aristócratas; Napoleón con los meapilas y la confesionalidad. Y fieles a esa separación, los franceses son hoy una de las greys más numerosas bajo el báculo de Francisco. ¿Cuándo llegaremos aquí a eso? Me temo que nunca. En España es más fácil empalmar con el 36, que poner el reloj, simplemente, en hora.

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25 COMENTARIOS

  1. La Revolución Francesa es la madre de todas las modernizaciones sociales y políticas, como bien señalas al final. Aquí ese empeño modernizador se hizo a trompicones y con mala baba. Por eso tantos fracasos afrancesados y modernos. Y luego el momento estelar del Nacionalcatolicismo dando de comer al poder espiritual y al poder material. De aquellos polvos arrastramos estos lodos maniqueos y fratricidas. Con lo que se vuelve siempre al principio, que no si es Trento o León XIII. Y así nos va:bajo el palio sonrosado de la luz primaveral.

  2. No pasó nada en Puertollano porque los ciudadanos siempre han votado a los partidos de izquierdas no se puede comparar con cr ni mucho menos.Y aquí el problema está en que en el pleno se dijo una cosa, se le echó encima ‘ese pueblo’ al que tanto recurren en los discursos y pensaron que para calmar la herida abierta por el señor clavero (un poco menos de prepotencia cuando hable que parece que está soltando toda la ira guardada desde que perdió las elecciones hace mas de una década), añaden un procesión mas en su haber y todos tan contentos. O se va a todas o a ninguna, o se es católico o no se cree, o todas p… o todas monjas señores. Añaden que cada uno vayan libremente,pues claro faltaría mas. A lo mejor ahora para tapar las vergüenzas llaman a las procesiones desfiles y como a los desfiles si que pueden ir por imperativo de los co-gobernantes pues ‘arreglao’. Venga ya hombre. Manolo le sigo y le aprecio, pero en este artículo ha flojeado lo siento.

  3. Desde luego es increíble cómo ciertas costras sociales son imposibles de arrancar, incluso con agua caliente.

    Uno pensaba que este país tenía superadas ciertas asignaturas, pero el envalentonamiento pepero de estos últimos cuatro años y sus Faes varios como Aznar o Cospedal han resucitado todos aquellos fantasmas de los que uno se creía a años luz.

    Mal vamos si no ponemos freno a ciertas actitudes que tratan de devolver este país a los fajines rosa de la Victoria. Mal vamos…

    Pensaba que «muerto» el anterior presidente de la Conferencia Episcopal, el amantísimo Rouco, y con Francisco en el Vaticano, en España los retrógrados se relajarían un poco. Pero va a ser verdad que somos la reserva espiritual de occidente.

    Los pelos como escarpias…y, encima, pagándoles con nuestros impuestos. Hay que joderse.

    • Blisterr, no considero que los máximos responsables de que sigamos en el nacionalcatolicismo sean los del PP.¿ qué han hecho por mejorar la situación los del PSOE durante el mucho tiempo que han gobernado este país y los aytos. Nada. Ya lo dijo ZP en una larga entrevista concedida a El Pais: » Nos hemos esforzado siempre por dar todo lo que nos pedía la Conferencia y por respetarlos al máximo y siempre siempre hemos recibido como respuesta exabruptos».
      Pilar Zamora ha cometido un error garrafal en la línea de lo anterior, el si pero no, es de un fariseismo repulsivo en la línea de sus compadres del PSOE. A la chupacirios de RoRo se la ve venir, hacía lo que se esperaba de ella. Pero lo que hace el PSOE en Ciudad Real y en todos las ciudades del pais es criminal. En Puertollano la alcaldesa ya se dio el día de la patrona su garbeo con Page el pasado ano… y suma y sigue.

  4. Gracias por poner sobre la mesa el problema que subyace en la asistencia o no de los políticos a las procesiones que, a mi modo de ver, se debe exclusivamente a la resistencia de los sectores conservadores del país a comprender que la separación nítida y tajante entre estado y religión es un principio básico de cualquier país que se quiera considerar una democracia (en esto que digo estoy dando por hecho que la derecha española tiene vocación democrática, lo cual es mucho decir).
    Estoy de acuerdo con usted en el caso francés, y en el de la mayoría de los países europeos, en los que la separación es evidente. Ni en Francia, ni en Italia, por ejemplo, se les ocurre a los políticos tomar posesión de sus cargos en presencia de un crucifijo, y sin embargo aquí sí sucede. ¿Por qué? Yo creo que se debe a que la derecha española no ha roto sus vínculos con el franquismo, y asume que los comportamientos del nacionalcatolicismo son «lo normal», considerando como un ataque frontal y «guerracivilista» a la iglesia todo aquello que se haga para separarla del la política.
    Y así seguimos, con el pasar de los años, anclados en lo obvio, impidiendo avanzar en la mejora de los niveles democráticos del país. La democracia del 78 no ha conseguido resolver este problema porque se limitó a cerrar los ojos ante la herencia franquista, y tanto los cerró que permitió que todo siguiera igual que antes. La prueba más evidente es que ahora, en el momento en el que los partidos que han jugado a este pasteleo ven amenazada su posición por la aparición de otros, las «fuerzas vivas» del país, desde la iglesia a la patronal, pasando por la jauría mediática y el PP, recuperan con más ímpetu el mensaje de «que vienen los rojos» lanzando mensajes apocalíticos, simplemente porque temen que pueda cambiar algo de lo que dejó el general de la vocecita «atado y bien atado».
    Por eso, estoy convencido de que los próximos meses los políticos en este país van a centrar su objetivo en la lucha por los símbolos, desde la asistencia a las procesiones a la bandera, el himno, el rey, los toros, la selección española de fútbol (o de lo que sea), y cualquier otra cosa que alguien pueda creer que representa la «españolidad». Porque centrar el debate en los símbolos permite olvidarse de lo fundamental (básicamente, las diversas maneras en las que se manifiesta la desigualdad), y permite manipular a la población desde lo emocional (los argumentos en estos temas valen de poco, y además nuestros políticos no se sienten cómodos argumentando, prefieren la demagogia). Malos tiempos para la razón.

  5. Yo considero que el origen de un debate tan estéril como absurdo reside en la debilidad de la fe de algunos creyentes. Me recuerdan a esas mujeres y también hombres que necesitan que les digan lo guapos que están constantemente para sentirse seguros, pues igual ocurre con algunos creyentes que necesitan ( exigen) que los poderes públicos los reafirmen en su endeble fe. Lo peor de todo es que hacen un flaco favor a los verdaderos y sinceros creyentes. Que no se nos olvide que la mayoría de los concejales de PP y PSoe no van a procesión ni acto religioso alguno hasta que no son concejales. Y eso es hipocresía y electoralismo.
    Me decía el abuelo de un amigo, concejal de un pueblo de Córdoba en tiempos de Franco, que la asistencia institucional en las procesiones es más vigorosa que durante el nacionalcatolicismo. Y he podido comprobar que es así en muchos pueblos y ciudades que visito por mi afición a fotografiar fiestas populares.
    Seamos justos, el debate lo propician los fanáticos del PP y del PSOE que siguen alimentando el absurdo aludido pese a saber que no les asiste la razón ni jurídica ni lógica.. Los que piden que se respete la aconfesionalidad no abren ninguna brecha. Y no olvidemos que muchos de estos últimos son creyentes y además sensatos.

  6. Felicidades al autor del artículo, que es realmente bueno.

    Soy católico practicante y NO QUIERO QUE «los representantes populares» vayan a las procesiones, por muchas otras razones que las de separación de Iglesia-Estado. De verdad nos creemos que el PP es católico? Desde cuándo el liberalismo es católico?? Pío XI lo condeno en Quadragesimo Anno

    A los católicos del siglo XXI nos causa aversión ver a políticos instrumentalizando actos religiosos.

    Hegel decía, estudia, analiza a la sociedad civil, pero jamás se te ocurra tocarla.

    Asociaciones pro-vida, anti taurinas, de gays y lesbianas, todas expresan la pluralidad social, pero no pueden marcar ni definir el interés general. Pero para verlo así, como dice el autor, quizás haya que mirar fuera para observar que el interés de todos no se atropella por el interés particular.

    La izquierda ni es tan bondadosa como se presenta pues trata de forzar constantemente la sociedad civil(de ahí educación para la ciudadanía) ni en la derecha no somos unos cerriles ultramontanos que no se resignan a aceptar la pluralidad existente en la sociedad española sin imposiciones de nadie.

  7. España tiene un grave problema de natalidad, el futuro de la tauromaquia lo decidirán los aficionados, y el respeto como iguales de homosexuales esta fuera de discusión.

    Después que cada uno piense como quiera ideológicamente, pero por encima de todo la protección del interés general y la subsidiaridad del Estado que sólo debe intervenir para preservar el orden público y La Paz social. Ni el aborto, ni los toros ni la homosexualidad constituyen razones de Estado.

    Fomentese la natalidad (en Alemania son comunes los tres hijos y ellos sí pueden sostener su régimen de pensiones), admitase jurídicamente la renuncia a la patria potestad, y protegase a la familia, la institución más valorada por los españoles. Y si no se está de acuerdo, asegurese que su opción es mayoritaria.

    • Y si es así, mejor no intervenga, la sociedad civil sabe resolver pacíficamente sus controversias, porque tan sólo los fanáticos constituyen un problema de orden público si salen a la calle no tanto a manifestarse como a montarla con violencia, y eso si que no lo aceptamos la mayoria.

      • ¿Y, quiénes son los fanáticos según usted? Porque a mi me va quedando claro. Lleva desvariando dos días simplemente porque otros ciudadanos pedimos que haya una separación real Iglesia-Estado como en el resto de los países europeos (a excepción de Italia, España, Portugal o Grecia…vaya por Dios…).

        • La reina de Inglaterra es cabeza de la Iglesia anglicana, y el presidente alemán es teólogo y pastor protestante encarcelado por la Estasi.

          Con esto último me conformo. Y te repito no quiero políticos en las procesiones. Tiras tanto de tópicos que rompes la cuerda e incurres en el más directo e ignorante prejuicio.

          Fanático es quien responde virulentamente frente aquello que ignora y teme.

        • Pues no será mi caso (el ser un fanático de nada). Y, le aseguro que yo solo temo a los fanáticos de la religión. Aquellos que han quemado, perseguido, delatado y llevado bajo palio a dictadores y a aquellos que lo siguen haciendo.

          A los que tienen algo en qué creer, sea lo que sea y por la razón que sea, miedo ninguno y respeto, todo. Otra cosa es lo que me parezca en mi fuero interno lo de pedirle milagros a un muñeco de madera lleno de trajes y collares de oro y perlas, pero ahí tengo una cosa que se llama: respeto.

          Que la Reina de Inglaterra sea la cabeza de la iglesia anglicana no es ni más ni menos que una soberana idiotez, cuyo origen seguro que usted conoce de sobra y que podríamos definir más educadamente como anacronismo sin sentido alguno. Vamos, que esto es como lo de cazar con Lanza de Cospedal.

          A lo de Joachim Gauck le podría responder con cientos miles de casos españoles donde el delator tenía sotana o rezaba con fervor cada día en misa, pero no voy a servirle de palanca para que siga por ahí. Porque yo, al menos, no tengo nada que ver con ninguna dictadura, ni las defiendo sean del pelaje que sean…no me queda claro lo contrario.

          Que tenga buen día, vecino.

  8. Tomaos todos una tila o id a una terracita de verano, que falta os hace. Las procesiones no son sino un pretexto para que Pilar Zamora, RoRo, Mayte Fernández y otras hierbas del bipartidismo se enfunden el modelito comprado al efecto y lo luzcan por todas las calles ,y para que los concejales varones oxigenen del pestilente hedor a naftalina el traje que se colocaron por última vez en la boda de su primo, y así poder amortizarlo. Qué mejor ocasión para que te contemple la ciudad entera. Inocentones. O acaso pensáis que Dolores Cospe se colocaba la peineta por puro fervor religioso y no por pavonearse con aires de vedette virginal. Amos , anda. Puro teatro, postureo y pasarela.

  9. En Baviera siempre ha gobernado el CSU confesional mente católico, y Baviera es el Land más rico de Alemania. Colonia es católica, Austria también, muchos cantones suizos lo son, los jesuitas tienen universidades de mucho prestigio, así que no asocies el catolicismo con pobreza e incultura.

    Lo que es ruinoso es defender postulados marxistas en pleno siglo XXI. El anticlericalismo es decadente y casposo. La iglesia católica con todos sus defectos es una institución que participa activamente en la consecución del Bien común, y protege especialmente a las clases menos favorecidas, con más recursos que ninguna otra institución, salvó la familia.

    • relativismo moral que no por casualidad beneficia a los abusan del capital y del BOE, y para lo que es fundamental promover el envilecimiento de la sociedad. Porque si la corrupción es generalizada en la sociedad civil, mayor permisividad social obtendrá el partido o la empresa para perpetuarse en la corrupción. Pura ingienería social al servicio del capital y del poder.

      • Ángel Manuel Sánchez, estás bastante loco, eres un tipo loco de Vox que no para de escribir por aquí en algo que empieza a ser patológico. Tómate la medicación, haz el favor.

        • Atila, los hunos como tu, no deberían pisotear a los que piensan distinto y mejor, no olvides que Atila paso a la Historia como un salvaje.

          Yo no necesito medicación, estoy formado y tu necesitas formación y educación, cómo si no, podrás marcar opinión y criterio.

    • Claro, la burbuja inmobiliaria a raíz de la Ley del Suelo de Aznar no ha existido ¿No? De verdad queeeee…..la que estás liando Zapateroooo.

      JAJAJA, me has alegrado el día. De verdad. Nada más abrir MCR y ya leo la primera chorrada.

      Saludos.

      • Mira Blister, soy profesional del Derecho y de los tributos, entiendo de asuntos económicos, y no me puedes venir a explicar a mi y a muchos las razones de la burbuja inmobiliaria. Tengo formación y tu solo información. La Ley del Suelo de Aznar resulto inútil, porque la llave del suelo la tienen los ayuntamientos y las CCAA, pues ellos deciden donde se puede y no se puede urbanizar. Pero la auténtica razón de la burbuja fue una política monetaria expansiva, había mucho dinero a prestar y se presto a muchos que no podían devolverlo. Sin financiación no se podían haber pagado los precios imposibles que se pagaron. Las Administraciones estaban encantadas porque recaudaban muchísimo y la gente estaba encantada porque creía que su vivienda no hacía más que subir de valor. FUE UNA LOCURA COLECTIVA, en un contexto de euforia financiera. ASÍ QUE NO VAYAS DE LISTO, ve de sabio, si es que sabes.

        • Preciso, la ley de Aznar establecía liberalizar el suelo, se podía construir en cualquier sitio, son embargó la ordenación del suelo regional corresponde a CCAA y a los Ayuntamientos la municipal. Con mayor suelo podrían bajar los precios, pero no paso así porque la demanda financiada irracionalmente y la corrupción urbanística contrarrestaron los efectos liberalizadores de la ley. Cualquiera sabe que construir en cualquier parte es casi imposible, salvo que se costeen costes de urbanización muy cuantiosos, y se obtengan licencias, contadas porque los Ayuntamientos son reacios a prestar servicios a urbanizaciones alejadas del casco urbano.

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