Uno de los doce millones de españoles con hígado graso desarrollará en algún momento de su vida una esteatohepatitis no alcohólica

Un 30% de la población española padece esteatosis hepática o hígado graso, una patología que no suele provocar lesiones en este órgano vital para el funcionamiento de nuestro cuerpo pero que, de no controlarse, puede provocar una esteaotohepatitis no alcohólica y derivar en una cirrosis y en cáncer de hígado.
higado
Según José María Mato, director general del Centro de Investigación Cooperativa en Biociencias del País Vasco, en Estados Unidos la esteatohepatitis no alcohólica (NASH, por sus siglas en inglés) es ya la segunda causa de trasplante de hígado y de aparición de un cáncer hepático. En España un millón de personas pueden desarrollar esta enfermedad en algún momento de su vida.

El doctor Mato aportó estas cifras en el último de los seminarios de investigación que el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha y la Facultad de Medicina han celebrado en el Hospital General Universitario de Ciudad Real a lo largo del curso académico y que en esta ocasión llevaba por título “¿Por qué investigar sobre la enfermedad de hígado graso?”

El responsable del Centro vasco de Investigación Cooperativa en Biociencias comentó que el hígado graso es una patología conocida desde hace tiempo y que “aparentemente no era llamativa” pero que está poniendo de manifiesto su relevancia por “la morbilidad y mortalidad elevadas que provoca” en su evolución.

Mato señaló que hay dos grandes líneas de investigación en torno al hígado graso, la del diagnóstico, por un lado, y la del tratamiento, por otro. Por la primera se intenta conseguir su detección en sangre, ya que en la actualidad la única prueba diagnóstica fiable es la biopsia pero es “inviable” someter a una al 30% de la población. Respecto al tratamiento, hay una cincuentena de ensayos clínicos en marcha y calcula que en un plazo de cinco a ocho años habrá alguno eficaz.

El Centro de Investigación Cooperativa en Biociencias del País Vasco está desarrollando una técnica diagnóstica que permite detectar el ácido graso en sangre y si la patología ha derivado hacia una esteatohepatitis no alcohólica.

Lo que sí se sabe a ciencia cierta es que el hígado graso está directamente relacionado con la obesidad y con la diabetes, por lo que José María Mato aconseja mantener hábitos de vida saludables que prevendrán su aparición y mejorarán nuestra salud.

Relacionados

ESCRIBE UN COMENTARIO

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí


spot_img
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img