Falsa alarma, la Iglesia Católica, S.A. no es comunista. Es liberal y capitalista

Javier Fisac Seco.- Si tuviéramos en cuenta los “Hechos de los Apóstoles”, 4.32 donde se dice: “32 La multitud de los creyentes tenía un solo corazón y una sola alma. Nadie consideraba sus bienes como propios, sino que todo era común entre ellos.
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33 Los Apóstoles daban testimonio con mucho poder de la resurrección del Señor Jesús y gozaban de gran estima. 34 Ninguno padecía necesidad, porque todos los que poseían tierras o casas las vendían 35 y ponían el dinero a disposición de los Apóstoles, para que se distribuyera a cada uno según sus necesidades. 36 Y así José, llamado por los Apóstoles Bernabé –que quiere decir hijo del consuelo– un levita nacido en Chipre 37 que poseía un campo, lo vendió, y puso el dinero a disposición de los Apóstoles.

O si tuviéramos en cuenta lo que dice San Mateo 10. 8-10 “8 Curen a los enfermos, resuciten a los muertos, purifiquen a los leprosos, expulsen a los demonios. Ustedes han recibido gratuitamente, den también gratuitamente. 9 No lleven encima oro ni plata, ni monedas, 10 ni provisiones para el camino, ni dos túnicas, ni calzado, ni bastón”…o a San Pablo, quien en Corintios, I. 13 dejó escrito: “1 Aunque yo hablara todas las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo amor, soy como una campana que resuena o un platillo que retiñe. 2 Aunque tuviera el don de la profecía y conociera todos los misterios y toda la ciencia, aunque tuviera toda la fe, una fe capaz de trasladar montañas, si no tengo amor, no soy nada. 3 Aunque repartiera todos mis bienes para alimentar a los pobres y entregara mi cuerpo a las llamas, si no tengo amor, no me sirve para nada. 4 El amor es paciente, es servicial; el amor no es envidioso, no hace alarde, no se envanece, 5 no procede con bajeza, no busca su propio interés, no se irrita, no tienen en cuenta el mal recibido, 6 no se alegra de la injusticia, sino que se regocija con la verdad. 7 El amor todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. 8 El amor no pasará jamás. Las profecías acabarán, el don de lenguas terminará, la ciencia desaparecerá; 9 porque nuestra ciencia es imperfecta y nuestras profecías, limitadas”… Si tuviéramos en cuenta los orígenes de la pobreza cristiana y de la caridad, nadie hubiera negado que, como todas las utopías, la de Tomás Moro, también, el cristianismo proponía una forma de vida comunitaria. Basada en la propiedad común en ausencia de propiedad privada de los medios de producción.

Pero los emperadores romanos y luego Carlomagno al hacer del cristianismo la religión del Estado, crearon principados y señoríos. Y señores feudales, hoy llamados príncipes de la Iglesia, señores dueños y gobernantes de grandes Estados feudales. La Iglesia no sólo se transformó en el principal terrateniente, en toda Europa era dueña de más de la tercera parte de la tierra productiva, sino en el único capitalista y banquero porque era la única institución existente que cobraba impuestos de todos los príncipes cristianos, de todos los Estados feudales y de todos los creyentes. Annonas y diezmo, principalmente. Como en la Antigüedad el Templo cristiano era un banco.

Los franciscanos, en el siglo XIV, reivindicaron la pobreza evangélica, pero el papa Juan XXII condenó, en 1323, la doctrina franciscana de la pobreza absoluta de Cristo y los apóstoles en la bula “Cum inter Nonnullos”. Y ahí empezó a racionalizarse la corrupción moral de la Iglesia, transformada hoy día en una empresa multinacional de servicios educativos y sanitarios, fundamentalmente, pero no solamente. Hoy la Iglesia Católica es una Sociedad Anónima. Dedicad a acumular riquezas según las leyes del capitalismo que sólo tienen un objetivo “enriquecer a los ricos”.

Por si fuera poco, el papa ideólogo del fascismo, León XIII, escribió en la “Rerum novarum”, idealizando, justificando y racionalizando la dominación y expolio liberal que el estado de miseria era una ley natural inevitable. Pero que no pasa nada porque lo importante es salvar el alma. Y vivir en la miseria contribuye a esa salvación. Lo que uno se pregunta es por qué los obispos, en lugar de vivir en palacios no viven en chabolas para garantizar, así, su propia salvación. Porque, rodeados de miseria no la pueden garantizar. Por mucho que griten contra las feministas y los homosexuales, su codicia no pasa desapercibida a los mortales. Con más razón a su mismo Dios.

Afirmaba este papa, en la encíclica citada: (…) “Como primer principio, pues, debe establecerse que hay que respetar la condición propia de la humanidad, es decir, que es imposible el quitar, en la sociedad civil, toda desigualdad. Lo andan intentando, es verdad, los socialistas; pero toda tentativa contra la misma naturaleza de las cosas resultará inútil. En la naturaleza de los hombres existe la mayor variedad: no todos poseen el mismo ingenio, ni la misma actividad, salud o fuerza: y de diferencias tan inevitables síguense necesariamente las diferencias de las condiciones sociales, sobre todo en la fortuna. – Y ello es en beneficio así de los particulares como de la misma sociedad; (…).

Y, por lo tanto, el sufrir y el padecer es herencia humana; pues de ningún modo podrán los hombres lograr, cualesquiera que sean sus experiencias e intentos, el que desaparezcan del mundo, tales sufrimientos. Quienes dicen que lo pueden hacer, quienes a las clases pobres prometen una vida libre de todo sufrimiento y molestias, y llena de descanso y perpetuas alegrías, engañan miserablemente al pueblo arrastrándolo a males mayores aún que los presentes. Lo mejor es enfrentarse con las cosas humanas tal como son; y al mismo tiempo buscar en otra parte, según dijimos, el remedio de los males”.

Los papas, como el derecho canónico y la doctrina cristiana, siempre han defendido y siguen protegiendo la propiedad privada de los medios de producción contra la propiedad colectiva de los mismos. Con razón, porque la Iglesia católica es una Sociedad Anónima de servicios. Como en la Edad Media fue la mayor propietaria de tierras.

Y por esa identificación con la propiedad, se sintió amenazada por el comunismo más por la defensa de la propiedad, puesto que la Iglesia es propietaria, que por ser ateo. Si un Estado comunista respeta su propiedad no tiene ningún problema en sentarse a la mesa junto con los dirigentes de los partidos comunistas. Pero es anticomunista. El comunismo fue condenado por el papa León XIII y contra ellos Pío XI promulgo su bula “Divini redemptoris”. En los años treinta frente a la amenaza comunista se aliaron la Iglesia, el fascismo, el nazismo, las Dictaduras..de Franco, de Salazar, de Dolffus…todas eran católicas.

Hoy día, esa identificación entre la Iglesia Católica, S. A. y el capitalismo ha quedado ratificado por el papa Juan Pablo II en su encíclica “Centessimus annus”, en la que conmemora lo que se dijo cien años antes en la “Rerum novarum”. Esta encíclica es asombrosamente fiel a la doctrina capitalista de la “escuela de Chicago”. Esta escuela, con Milton Friedman a la cabeza, elaboró una doctrina económica basada en el capitalismo y la libertad de empresa al servicio del máximo beneficio.

Esta teoría política que aboga por la disminución de la influencia y la intervención del Estado y centra el motor del progreso en el afán de beneficios, la reducción de los impuestos y la desaparición de los obstáculos que para el mercado representan los servicios públicos y la Seguridad Social. Juan Pablo II, en la encíclica “Centessimus annnus” se identifica con esta teoría entre los apartados 30 y 39 de la encíclica afirma, entre otras cosas, las siguientes:

“La moderna economía de empresa comporta aspectos positivos, cuya raíz es la libertad de la persona, que se expresa en el campo económico y en otros campos…. En años recientes se ha afirmado que el desarrollo de los países más pobres dependía del aislamiento del mercado mundial, así como de su confianza exclusiva en las propias fuerzas. La historia reciente ha puesto de manifiesto que los países que se han marginado han experimentado un estancamiento y retroceso; en cambio, han experimentado un desarrollo los países que han logrado introducirse en la interrelación general de las actividades económicas a nivel internacional. Parece, pues, que el mayor problema está en conseguir un acceso equitativo al mercado internacional, fundado no sobre el principio unilateral de la explotación de los recursos naturales, sino sobre la valoración de los recursos humanos…
…el libre mercado es el instrumento más eficaz para colocar los recursos y responder eficazmente a las necesidades. Sin embargo, esto vale sólo para aquellas necesidades que son «solventables», con poder adquisitivo, y para aquellos recursos que son «vendibles», esto es, capaces de alcanzar un precio conveniente.

En la lucha contra este sistema no se pone, como modelo alternativo, el sistema socialista, que de hecho es un capitalismo de Estado, sino una sociedad basada en el trabajo libre, en la empresa y en la participación. Esta sociedad tampoco se opone al mercado, sino que exige que éste sea controlado oportunamente por las fuerzas sociales y por el Estado, de manera que se garantice la satisfacción de las exigencias fundamentales de toda la sociedad.

La Iglesia reconoce la justa función de los beneficios, como índice de la buena marcha de la empresa. Cuando una empresa da beneficios significa que los factores productivos han sido utilizados adecuadamente y que las correspondientes necesidades humanas han sido satisfechas debidamente. Sin embargo, los beneficios no son el único índice de las condiciones de la empresa. Es posible que los balances económicos sean correctos y que al mismo tiempo los hombres, que constituyen el patrimonio más valioso de la empresa, sean humillados y ofendidos en su dignidad. Además de ser moralmente inadmisible, esto no puede menos de tener reflejos negativos para el futuro, hasta para la eficiencia económica de la empresa. En efecto, finalidad de la empresa no es simplemente la producción de beneficios, sino más bien la existencia misma de la empresa como comunidad de hombres que, de diversas maneras, buscan la satisfacción de sus necesidades fundamentales y constituyen un grupo particular al servicio de la sociedad entera. Los beneficios son un elemento regulador de la vida de la empresa, pero no el único; junto con ellos hay que considerar otros factores humanos y morales que, a largo plazo, son por lo menos igualmente esenciales para la vida de la empresa.

…Queda mostrado cuán inaceptable es la afirmación de que la derrota del socialismo deja al capitalismo como único modelo de organización económica. Hay que romper las barreras y los monopolios que colocan a tantos pueblos al margen del desarrollo, y asegurar a todos —individuos y naciones— las condiciones básicas que permitan participar en dicho desarrollo. Este objetivo exige esfuerzos programados y responsables por parte de toda la comunidad internacional. Es necesario que las naciones más fuertes sepan ofrecer a las más débiles oportunidades de inserción en la vida internacional; que las más débiles sepan aceptar estas oportunidades, haciendo los esfuerzos y los sacrificios necesarios para ello, asegurando la estabilidad del marco político y económico, la certeza de perspectivas para el futuro, el desarrollo de las capacidades de los propios trabajadores, la formación de empresarios eficientes y conscientes de sus responsabilidades.

Actualmente, sobre los esfuerzos positivos que se han llevado a cabo en este sentido grava el problema, todavía no resuelto en gran parte, de la deuda exterior de los países más pobres. Es ciertamente justo el principio de que las deudas deben ser pagadas. No es lícito, en cambio, exigir o pretender su pago, cuando éste vendría a imponer de hecho opciones políticas tales que llevaran al hambre y a la desesperación a poblaciones enteras. No se puede pretender que las deudas contraídas sean pagadas con sacrificios insoportables.” Etc., etc., etc.

¿Por qué es capitalista la Iglesia católica? ¿Por qué los capitalistas y los ricos son católicos? Porque tanto la Iglesia como los ricos defienden la propiedad privada de los medios de producción y la existencia de un orden social basado en las clases sociales. Un orden jerarquizado en el que los ricos mandan y explotan a los trabajadores. Hoy día la Iglesia Católica, al haberse transformado de una corporación oligárquica feudal y terrateniente en una corporación multinacional de servicios educativos y sanitarios, fundamentalmente, necesita de la libertad universal de mercado para instalar sus empresas educativas y sanitarias en cualquier parte del mundo al margen de cuáles sean sus regímenes políticos.

La Iglesia ha creado el sistema perfecto de esclavitud en el que viven sus propios miembros, curas, monjas y monjes y todos los que se someten a su voluntad. Con el voto de pobreza, sus miembros renuncian a ser, individualmente, propietarios y establecen una relación de dependencia económica con sus superiores, que son quienes los alimentan; por el voto de obediencia, sus miembros se transforman en auténticos zombis, carentes de voluntad propia, porque su voluntad es la voluntad de sus superiores, con el voto de castidad renuncian a tener capacidad para decidir por sí mismos sobre su intimidad, su cuerpo y sus relaciones con los demás. Esta relación sadomasoquista es una forma perfecta de esclavitud. Como ciudadanos tienen los mismos derechos que los demás ciudadanos, como miembros de la Iglesia carecen de todo derecho.

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8 COMENTARIOS

    • Gracias, Antonio, es un consuelo que alguien no te arranque la cabeza cuando estás tratando de razonar. Felices vacaciones
      Javier Fisac

    • Lucecita, qué modestita eres. Tal vez cuando aprendas a leer podrás dar el paso de empezar a razonar, mientras tanto se ve que lo tuyo es rebuznar al paso de las Luces. Lo siento por ti, entre tinieblas debes ser feliz. felices vacaciones.
      Javier Fisac

  1. Pero que simple es este articulo y que lleno de topicos.

    El fondo comun sacerdotal, la economia de las comunidades religiosas es una caja comun desde la que se van distribuyendo fondos para necesidades.

    Las colectas de Caritas y las campañas aglutinan los fondos de los catolicos y no catolicos y se distribuyen entre los mas necesitados.

    Rara es la campaña para estos fines que se organizan desde la izquierda, donde se es solidario de boquilla.

    El distributismo esta en la raiz de la Doctrina Social de la Iglesia. La propiedad ea justa y natural pero esta hipotecada socialmente.

    El Estado social es de inspiracion socialdemocratica y socialcristiana, y se gesta despues de la II guerra mundial, con el exito posterior.

    Existe Economia social de mercado.

    Hasta el propio Lenin tuvo que derogar el colectivismo agrario y considerar el marxismo economico impracticable, en cuanto los.campesinos se rebelaron ante el nuevo patron, Estado.

    La propiedad es justa pero con ella no esta permitido hacer todo, esta socialmente hipotecada. Pero cada hombre tiene derecho a gozar y acumular los frutos de su trabajo, bajo la responsabilidad social de compartirlos mediante los impuestos con su comunidad.

    Esta visto que esta tercera via sensata y realista, es algo muy dificil de deducir por la logica del autor de este articulo.

    EL COMUNISMO ES IMPRACTICABLE POR IGNORAR LA NATURALEZA HUMANA. Nadie puede trabajar sin la expectativa de beneficio, que es legitimo.

    El problema no es hacer dinero, es lo que se hace con el y como se hace el beneficio.

    Por eso no hay prosperidad, solo miseria, en las economias socialistas. Nadie trabaja solo para el Estado. Eso es una abominacion.

    • Angel Manuel, me despido de ti con tristeza porque no has tenido nunca ni honestidad intelectual, ni capacidad de diálogo, ni oídos para escuchar. Te has comportado como un animal de bellota que en lugar de alimentarse con la lectura de las sagradas escrituras, se alimenta con los rebuznos del santo padre Escrivá de Balaguer, que vaya si rebuzna en su patológico libro «Camino». Es el clero el que no deja de echar mierda sobre la propia Iglesia de todos elevando a los altares a un enfermo mental como fue el fascista de Escrivá. Le llamo fascista porque a él le hubiera gustado llamarse así. Cuanto más se autodegrada uno más se eleva sobre los demás como dice en las citas de Camino: 592. No olvides que eres… el depósito de la basura. – Por eso, si acaso el Jardinero divino echa mano de ti, y te friega y te limpia… y te llena de magníficas flores…, ni el aroma ni el color, que embellecen tu fealdad, han de ponerte orgulloso.- Humíllate: ¿no sabes que eres el cacharro de los desperdicios?
      593. Cuando te veas como eres, ha de parecerte natural que te desprecien
      594. No eres humilde cuando te humillas, sino cuando te humillan y lo llevas por Cristo.
      595. Si te conocieras, te gozarías en el desprecio, y lloraría tu corazón ante la exaltación y la alabanza.
      ¿Cómo se puede idealizar a un enfermo mental que dice estas sandeces, barbaridades, locuras y disparates? leyendo tus arrebatos de ira contra mis argumentos, en todos mis artículos, comprendo que sois unos lunáticos dispuestos a llevar a los altares a personajes como Hitler, Franco o Pinochet. Entre quienes, felizmente, se encuentra el tal desgraciado, por eunuco sexual e intelectual, de Escrivá.En ningún caso has demostrado conocimientos académicos sobre lo que estaba hablando, ni recursos dialécticos para rebatir cualquier razonamiento, que puede ser rebatible con inteligencia, fundamentos documentales y honestidad, sin necesidad de rebuznar y dar coces contra las Luces. Si es inútil. Creo que en lugar de cerebro tiene un mazo en la cabeza. Con el que construyes tus razonamientos y tratas de destruir, inútilmente, los de tus contrincantes ideológicos o simples oponentes.
      Me has ayudado a descubrir un rasgo de vuestra personalidad: el pánico al ridículo y la cobardía. Y esto es muy peligroso porque os convierte en una amenaza contra las libertades, que no son tuyas sino de todas y de todos. Tú y tu tropa de eunucos os escondéis bajo el anonimato porque sois unos cobardes indocumentados e impotentes, tal vez porque, además, vivís en castidad y bajo juramento de obediencia. Terrible y patético que un ser humano se haya mutilado bajo ese juramento de castidad y obediencia. Produce monstruos. Freudianamente, por mucho que lo ignoréis, con vuestra cobardía, vuestro pánico al ridículo, vuestro anonimato, ponéis en evidencia el estado mental en el que os encontráis: derrotados. Derrotados por las Luces. Derrotados por el placer y amor a la vida. Derrotados por las libertades. Sólo la peste, vuestra peste, podría acabar con estas conquistas. Porque como ratas la difundís por todo el orbe. Pero estáis derrotados, por eso vivís cobardemente, como ratas, en las alcantarillas. Que tengas un feliz verano, si la felicidad no te produce pánico. Si es así, busca tu forma de ser feliz en el sufrimiento y el llanto. Yo ya no voy a poder responderte porque me voy, lejos, muy lejos. Allí donde los rebuznos del fondo medieval que aún rebotan sobre vuestras cabezas/mazos, no se oyen ni se escuchan. Allí donde se respira oxígeno no contaminado por la peste clerical fascista. Que tengas más suerte contra tus próximos adversarios.
      Saludos
      Javier Fisac Seco

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