España hiberna en agosto

Ángel RomeraEspaña hiberna en agosto, aunque alguno diría que es el año entero. Solo iglesias y tabernáculos andan abiertos por las tardes. El único periódico que hay en estos es La Razón, no por ser mejor, sino el más barato: se ofrece con su lameculos La Tribuna detrás.
Es el periódico más vendido. Las conversaciones son por el estilo: el pantuflismo y el futbolismo habituales mamados también de la tele. La masa está tan enchufada al poder como la tele y los otros medios que la trajinan. Los jóvenes, como no tienen donde ir, ni siquiera a la biblioteca, que cierra, van al botellón o a la caza del gamusino / pokemon del día. Muchos de ellos no dan cuentas de nada: no coinciden con sus familiares ni a las horas de comer y, como viven de noche y duermen de día (gracias a quienes no prohíben el botellón), los exámenes de septiembre los van a pillar con el pie cambiado. Su idea de la felicidad es el buen look o trapo que les consiga novia o novio: ese es su sentido de la vida: no hay otro horizonte tras ese. Son profundamente cortoplacistas, como los políticos a los que pronto ni siquiera se molestarán en votar; ¿para qué, si no hay futuro? Ya lo dijo el comandante Tom de David Bowie en su Odisea espacial: «El planeta es blue, y no hay nada que pueda hacer«. Nuestros jóvenes no pueden hacer nada; es más, están en paro. Para ellos la frase de Kennedy sobre su tumba, la de hacer algo como sea, no es frase españoide.

La idea de la cultura del español medio es la de los concursos de preguntas de la tele; hasta la abuela de mis hijas dice que son paletos… y no se pierde uno. Sobre todo aquel en que son abducidos. Se nota que han preparado las presentaciones para evitar la sosez, pues lo que más se odia en esta España degenerada es la sosería. Kant, por ejemplo, es un soso para el español medio. La frase más española es «¡arsa pilili!«, no una cita del moraco Averroes, del jodío Maimónides o del protestante manchego Juan de Valdés; a moros, judíos y herejes, todos unos sosos, ya nos ocupamos de echarlos fuera a lo largo de la historia, y nos quedamos con el ¡arsa pilili! Es muy blue, muy gris, si hemos de escoger el color en español de lo triste. El color de la cultura que nos queda.

Si Cecilia resucitara creo yo que volvería a componer la misma Mi querida España que entonces compuso. Poco va de la charanga y pandereta de ayer a la de hoy. Y entre esas dos canciones, la de Bowie y la de Evangelina Sobredo, nos hemos quedado, quizá para siempre.

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Ángel Romera

http://diariodelendriago.blogspot.com.es/

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41 COMENTARIOS

    • Está en el diccionario de los sesudos académicos. Y los clásicos dijeron cosas peores, sin que yo sueñe siquiera en parecerme a un clásico. Pero tengo un diccionario. La que no está es españoide, pero es que todavía no he logrado saber qué es, sea o pueda ser un español.

  1. Si Cecilia levantara la cabeza vería el mismo panorama que dejó cuando se marchó: ruido atronador, cachondeo, zafiedad , fútbol a todas horas, toros…. Ahí lo dejo, Romera, que algunos tienen accesos de fingida pudibundez cuando leen las verdades del barquero, de tan acostumbrados como están a leer las hojas parroquiales y los boletines oficiales en que se han convertido la mayoría de los diarios.

  2. Este hombre de joven sería como Rajoy, preocupado por el futuro, el esfuerzo y hacerse funcionario.

    Parece que se lee a un inquisidor que habla de la decadencia moral.

    Si es que los extremos están muy cerca en su dogmatismo rancio.

    • No tuve los papás de Rajoy ni su extensa parentela de enchufados; por otra parte, Inquisición no hay en España en el siglo XX, pero tras la Guerra Civil ni siquiera hubo necesidad: las propiedades de los protestantes españoles o no fueron confiscadas y muchos de ellos tuvieron que huir de España. Todavía hoy no han podido recuperar muchos de los bienes incautados. Lo sé porque lo he investigado y, por cierto, te anuncio que dentro de poco saldrá la segunda edición, corregida y aumentada, de la biografía del gran protestante manchego del XIX Juan Calderón, obra de Moreno Berrocal y yo mismo. Tampoco en el siglo XIX había Inquisición, pero este manchego tuvo que irse de España a Francia e Inglaterra porque en Alcázar de San Juan le dispararon en la puerta de su casa en 1823 con un trabuco solo por querer un poco más de justicia y democracia en su país. Podría seguir, pero no quiero discutir con inquisidores. Tienen muy mala leche.

      • En pocos años después, en 1834, mataron a 73 frailes en Madrid, por haber envenenado supuestamente las fuentes públicas.

        Qué mala leche tiene recordar toda la historia.

        • Por demás, te recuerdo que no hay que ir tan lejos: una iglesia repleta de fieles fue quemada con ellos dentro en Calzada de Calatrava por «piadosos» guerrilleros carlistas, en el XIX; ya sabes, los de «Dios, patria y fueros», es decir, de los tuyos.

        • Fue la primera iglesia quemada por motivos ideológicos. Los de derechas es que dan ejemplos muy malos…

        • Me podrá entonces ilustrar sobre ese acontecimiento tan llamativo, hasta ahora pensaba que fue el liberalismo y más adelante el socialismo el causante de la persecución religiosa en España, bien temprana.

          Don Ángel mataron los mismos de siempre, no hace falta nombrarlos.

          El odio no necesita sujeto, se basta con el verbo y el predicado.

          Y tengo de carlista lo que usted de comunista.

        • Por cierto, lo de envenenar las fuentes públicas era una excusa. Pero es que los frailes que tan ricamente fueron masacrados decían desde sus púlpitos en plena guerra civil o levantamiento absolutista contra el «liberalismo» de Isabel (sic!) que la epidemia de cólera que azotaba Madrid era un castigo divino al pueblo por ser demasiado liberal, demasiado revolucionario. Por querer entregar el poder a las Juntas y a la milicia nacional.

          Y claro, eso lo escuchaba el «populacho» de los frailes que vivían como Dios y pretendían que lo de Isabel era demasiado democrático y… Se cabreaban. Normal.

        • Esos mismos frailes daban de comer a los mas pobres de Madrid o les atendían en hospitales, cosas en la que los liberales no pensaban, ellos tan entretenidos en luchar por las libertades politicas y economicas.

          Preciso, por libertades solo para ellos, el sufragio universal vino mucho después, en la segunda República y porque la derecha lo extendió a las mujeres.

          Es muy sencillo falsear la historia y reducirla al minimo manipulable, anónimo manipulador.

      • Permítame, sin ser tan pedante, digo docto, como usted, indicarle que en el siglo XIX seguía existiendo la Inquisición en España, revise sus datos.

        • Por demás, digo lo que decía Larra: que había cambiado de nombre y ahora se llamaba gobierno. El artículo donde lo dice es «Fígaro en el cementerio». La inquisición estaba en los huesos y a punto de fenecer; el último que ajustició su sucedánea Junta de fe, el maestro deísta Cayetano Ripoll, por cierto, fue ajusticiado por un arzobispo manchego.

        • Se llamaba Simón López García, era de Albacete y arzobispo de Valencia, como un tal Cañizares de ideas muy parecidas a las suyas.

        • El Tribunal de la Inquisición se suprime definitivamente por Real Decreto de 15 de Julio de 1834,en la regencia de Maria Cristina.

          Mi fuente es el decreto del Ministerio de Gracia y Justicia, firmado por Nicolás María Garelly.. ¿Y la suya?

        • Hablaba y sigo hablando de 1823, cuando todavía regía la Constitución de 1812, que abolía la Inquisición (¿miento?); pero ya que quieres seguir con tu tema, tendré que precisar y señalar no a ti, que tu intención ya se te ve, sino para los que no lo saben, que son los que me importan, que la Constitución solo estuvo vigente entre 1812 y 1814 y entre 1820 y 1823. Después de este año la Constitución se abolió sin que la Inquisición se restableciera formal y «oficialmente», sino solo oficiosamente como «Juntas de fe» en algunos lugares, hasta que oficialmente fue abolida como dices en 1834, cuando Juan Calderón hacía años que se había largado de España. En la mayor parte del siglo XIX (y eso son 86 años) no hubo «Inquisición», y la que hubo fue reducida, prácticamente, a funciones de censura desde fines del siglo XVIII, de forma que no hubo sino 14 años de Inquisición y no seguidos, ni en toda España (en la España josefina tampoco la hubo). Pero como lo que a ti te importa es presumir de preciso, aquí tienes precisión. ¿Contento? Pues, ahora, a ver si hablas de Juan Calderón, como yo.

  3. Este pobre hombre no adelgaza si no presume de si mismo y de sus intrascendentes logros y eso que no aporta ni un grano de anís al conocimiento universal. Anda trabaja un poquito y deja de dar tanto el coñazo.

  4. La Inquisición quedó abolida de hecho en el momento que la delación secreta fue extinta a raíz de la aprobación de la Constitución de 1812.

    Y en términos generales, estoy de acuerdo con Romera. Excesos aparte del excesivo don Ángel. Ha de existir otro modo, otras ilusiones e inquietudes que motiven a los jóvenes. No es cuestión de tomar literatura tres veces al día cada ocho horas. No sé. Me estaré haciendo viejo.

  5. Está muy bien mentar a la Inquisición que está bastante manida y sobrevalorada. Pero en sus siglos de existencia tuvo menos víctimas en su haber que las checas madrileñas. Sólo por poner un ejemplo del relativismo lamentable con que algunos manejan datos y vidas.

  6. Y ya que se pone que explique con documentos contrastables cuales son los enchufados de Rajoy y si ha sido una afirmación arbitraria, estaría dispuesto a disculparse, cosa bastante dudosa, o en caso contrario a ser reo de difamación. Es lo que tiene creerse que la gente vale menos que este sujeto comentante y que el mundo no podría marchar sin su importantísima labor,que a veces es interesante pero la mayoría de las veces un coñazo bebélico.

      • Por demás, los documentos están donde los discos duros de Bárcenas o la decencia del PP valenciano; lo que sí me interesaría saber es por qué dejaron morir sin medicinas a causa de los recortes a varios enfermos gallegos de hepatitis y a otros no. De eso hay documentación.

  7. Muchas gracias por sus magnîficos articulos,me reoonforta mucho el escozor que provoca a autores de tan renombrados seudonimos con caperuzones de envidia torera.

    • Me sumo, Romera. Inteligencia contra necedad cerril y olor a rancio culipardo.

      Habría que hacerte un monumento.

      Eres la única razón por la que miro MCR de vez en cuando. Sigo disfrutando como un enano con tus textos.

      • Lo que huele a rancio es el progresismo neocomunista.

        Tranquilo, nadie es imprescindible ni el rey del mambo en este foro, por otra parte más ajustado a la realidad social donde por cierto os comeis los mocos.

        Qué empacho de pijiprogres burgueses y anticlericales. Eso sí que es casposo.

        Una mirada al mundo, y ya sois historieta.

        • Hoy la dialéctica es lo importante, no las ideas, y cuán mas ajustada a la realidad sea.

          Se acabó amoldar la realidad a las ideas, es el momento de conservar o reformar los aspectos positivos o negativos que ell tiene.

          Y aqui ganan los analistas y estadistas.

          No, en la izquierda rancia solo hay revolucionarios y cafres.

          Marx ha muerto. Viva Aristóteles.

          Vivan las certezas.

  8. Los fachas ciudadrealitas no soportan que se pongan de manifiesto las relaciones de parentesco económico y político que existen entre el diario facha de la provincia La Tribuna y el diario facha español español La SinRazón.

    Es increíble cómo la tolerancia del facherío se limita justamente a eso, a que se les lama el culo. Si no eres el enemigo. La otra trinchera. Tras criticar lo lameculos de La Tribuna le llueve al autor una crítica más comedida: «rancio es el progresismo neocomunista» «exceso de ego»…

    Todo esto es síntoma de que el artículo es, una vez más, bueno y útil.

    Muchas gracias Ángel Romera por seguir escribiendo.

    • Los antifachas ciudarrealitas no soportan que se les llame comunistas, tampoco que tanto la superioridad moral como la representatividad social les vengan grandes.

      Don Ángel puede escribir lo que y cómo quiera, pero no puede evitar la réplica, pues va de suyo en una sociedad plural y democrática.

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