Las Hermanas de la Cruz en Puertollano, casi 40 años cuidando de los más necesitados

La comunidad religiosa de las Hermanas de la Cruz tiene presencia en Puertollano desde el año 1979 en el edificio del antiguo hospital minero de la Sociedad Minero Metalúrgica de Peñarroya en la calle Conde Valmaseda. Casi 40 años socorriendo a los más necesitados, cuidando de los enfermos y procurando el consuelo físico y espiritual de quienes acuden a su puerta.
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El Complejo Industrial de Repsol en Puertollano y Fundación Repsol han colaborado con la labor social que desarrolla esta congregación religiosa a través de su convocatoria de ayudas sociales dirigida a ONGs y asociaciones que desarrollan proyectos sociales en Puertollano.

La congregación de las Hermanas de la Cruz gestiona la residencia de ancianas Santa Ángela de la Cruz, sin ánimo de lucro y en la que conviven ancianas. La residencia cuenta con nueve habitaciones para dieciséis usuarias, servicios adaptados y sala de rehabilitación, sala de atención médica, cocina y comedor. Actualmente la comunidad religiosa está compuesta por diez monjas.

Las Hermanas de la Cruz viven en el convento que sirve de lugar de encuentro para aquellos que más lo necesitan. Dan limosna a los necesitados y todos los días reparten comida y ropa entre las personas que acuden a su puerta a primera hora de la mañana. Son muchas las familias en situación de vulnerabilidad que sobrellevan sus dificultades económicas gracias a la caridad y al compromiso social de la congregación. Una labor callada y discreta que forma parte de su forma de vida como religiosas.

Desde el Complejo Industrial de Repsol en Puertollano se colabora habitualmente con esta comunidad religiosa y este año la colaboración se ha gestionado a través de la convocatoria pública de ayudas sociales del Complejo Industrial de Repsol y Fundación Repsol.

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11 COMENTARIOS

  1. la misma vida que los que van de progres y dando lecciones de solidaridad y de izquierdismo tomando copitas y vinitos a diario en las calles peatonales de Puertollano.

  2. Las Hermanas de la Cruz son ejemplo de humildad y entrega.
    Por supuesto que no lo hacen con ánimo de lucro, pero es lógico que si las ancianas que allí residen tienen una pensión la aporten, por pequeña que sea, no exigen ninguna cantidad. Y respecto a la atención es inmejorable tanto en las necesidades físicas como en el cariño con el que son tratadas.
    No solo se ocupan de las ancianas de la residencia, para todo el necesitado están ellas,
    Yo no tendré años para agradecérselo y siempre estarán en mi corazón.

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