Carta a Emiliano García Page sobre el Campo de Montiel

Salvador Carlos Dueñas Serrano.- Con el respeto que facilita el Estado social y democrático de Derecho que constituye nuestro país. Donde la soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado, vas a permitirme que me dirija a ti de igual a igual. De ciudadano a ciudadano, desde el Pueblo Soberano.
montiel
Como bien sabes nuestro país se distingue en el conjunto del planeta por comunicarse a través de la Lengua de Cervantes. El cual a su vez nos regaló fama universal a través del Quijote. Algo magnífico que convierte a Castilla La Mancha en la región más importante del mundo a nivel literario, cultural y debiera ser también turístico.

Sin embargo carecemos de lo fundamental para ser atractivos, interesantes y rentables. Todavía no hemos creado el marco adecuado para recepcionar ese turismo exigente que precisa de espacios y lugares acordes con las nuevas demandas. Que se distinguen sobre todo por ofrecer pueblos, ciudades, parajes y espacios con un mínimo de nivel que contenga comodidad, estética, servicio y profesionalidad.

Por desgracia y para vergüenza nuestra hoy por hoy La Mancha no está acondicionada para atraer turismo de calidad. Los turistas no somos tontos. Conocemos el Quijote. Sabemos leer las palabras de Cervantes que es el auténtico creador de la verdadera Ruta del Quijote, la cual se redactó hace cuatrocientos años en la Cárcel Real de Sevilla, donde está documentada su estancia.

Desde allí decidió titular haciendo famosa a La Mancha y dando comienzo a las aventuras del hidalgo por el Campo de Montiel, donde verdaderamente, según las literales palabras del genio comienza la auténtica Ruta del Quijote y que literalmente continúa por los lugares que él decide y escribe: La Mancha, Campo de Montiel, Lagunas de Ruidera, Sierra Morena, El Toboso, Puerto Lápice y Barcelona.
Estos son los verdaderos espacios citados por Cervantes. Los que hacen honor a la fama universal del Quijote y los que deben potenciarse, promocionarse y cuidarse con el respeto que merecen para que auténticamente reporten el cúmulo de beneficios culturales, sociales y económicos que poseen estas tierras.

Nuestros vecinos franceses estarían encantados de conocer unos pueblos auténticos, bellos, cuidados, atractivos. Como los que ellos llevan acondicionando desde hace siglos y hoy son una potencia turística mundial. Pero desde luego no van a cualquier parte que no contenga un nivel acorde con lo deseable en un país tan antiguo como España, donde su riqueza patrimonial debiera estar potenciada al máximo y cuidarse como un filón de oro. No sólo la increíble Alhambra es capaz de acaparar todo el turismo mundial, de lo cual nos sentimos orgullosos y muy bien pagados. También puede hacerlo la tierra del Quijote, si se sabe cuidar con la misma belleza que La Alhambra. A la cual nadie iría si no fuera por el paraíso estético que la contiene.

Los planteamientos urbanísticos basados en la especulación y la obtención de dinero rápido tirando al suelo toda la trayectoria histórica de los grandes pueblos manchegos, los ha empobrecido para siempre en lo cultural y lo económico. No cometamos el mismo error con el Campo de Montiel.

Recuerdo con ilusión la visita de los Reyes a Villanueva de los Infantes, apoyando por primera vez en la Historia de España las literales palabras de Cervantes citando al Campo de Montiel como el escenario donde comienza la novela. Algo desde luego justo y merecido por esta tierra olvidada desde siempre; desde que hace trescientos años, un descendiente de Carlos III comenzaba a conocer el turismo y se acordó de sus olvidadas posesiones en La Mancha. Concretamente en Argamasilla, donde tuvo la visión comercial, de convertirla en ese Lugar de La Mancha que tanta guerra da a todo el mundo. Ahí comienza una etapa para Argamasilla que la consolida en la tradición cervantina hasta llegar a Azorín, pero en absoluto es indicativo de que Argamasilla sea la poseedora en exclusiva de lo que Cervantes nos ha dejado redactado.

Recuerdo muy molesto cuando recibimos a los Reyes en la monumental alhóndiga de Infantes, como ninguneaste al Campo de Montiel en su propia casa. Tuviste que hacer mención expresa a Argamasilla para complacer las demandas de sus gentes que desde hace tiempo ven erróneamente al Campo de Montiel como un usurpador de sus derechos. Cosa absurda y totalmente fuera de lugar que no hace más que dividir y enfrentar a las tierras del Quijote.

Todos los lugares que he mencionado están escritos por Cervantes y ninguno podemos interpretarlos. Es sencillamente su voluntad creativa fruto de sus viajes e inspiración y son los únicos que componen la auténtica ruta del Quijote.

Me dirijo a ti, porque en la actualidad tus decisiones son las que determinan el avance o el retroceso de las diversas comarcas que componen esta tierra. No te dejes llevar como se ha hecho siempre por los intereses electorales que esto nada tiene que ver con las elecciones. Se trata simple y llanamente de poner en el sitio que le corresponde a cada espacio de los que componen los que citó Cervantes.
Ya sabemos todos que los pueblos de La Mancha son los más poblados de la zona y donde más votos se pueden recolectar y nada impide que se recolecten porque al Campo de Montiel se le dé el sitio que le corresponde por derecho.

Además no olvides que el turismo no es ingenuo y sabemos distinguir perfectamente lo que vemos y lo que recibimos a cambio de invertir nuestro dinero en los lugares que visitamos.

En la actualidad el Campo de Montiel es el reducto cervantino más pintoresco, agrícola y paisajístico menos alterado y más cercano al ideal que contemplaron los ojos de Cervantes. Algo sin duda único en el mundo que se pueda observar en cuanto a paisaje rural relacionado con el Quijote, con sus pueblos inmersos en el auténtico ambiente de vida rural e hidalga donde se inspiró el genio. Todavía se está muy a tiempo de invertir en un plan general que cuide el inigualable paisaje de la comarca en sintonía con el urbanismo de sus pueblos, que aunque alterado por la dejadez ancestral de nuestro país en cuanto a normativa del cuidado de la arquitectura tradicional, también es cierto, que son muy fáciles de recomponer porque todos mantienen la trama original, el trazado intacto, la volumetría contenida y las dimensiones exactas de los pueblos de siempre. Tan solo hay que adecuarlos para servir de atractivo, inversión y rentabilidad para sus propios habitantes y La Mancha entera. Pues el Campo de Montiel es el complemento perfecto al paisaje industrial de La Mancha que desde hace años se ha transformado por la propia evolución económica.

Si no sabemos ver el gran bien que todavía poseemos lo vamos a perder para siempre y con ello el prestigio de ser el país elegido por Cervantes para hacer universal una tierra que sin el Quijote, pasa totalmente inadvertida.

A nadie perjudica y a todos beneficia que además de crear esa Ruta oficial y real, se apoye con planes generales de urbanismo, paisajismo, turismo. Que se cree una escuela o centro de estudios para formar a profesionales en la hostelería. Que ya no nos basta sólo con la Lengua de Cervantes, que es imprescindible que atendamos a la gente en varios idiomas. Que ya no nos basta sólo con los molinos de Campo de Criptana. Que además de ir a los molinos, la gente puede pernoctar muchas noches en una tierra donde se contemple la atmósfera, la estética y la imagen de la novela más importante de la literatura universal.
De ti depende que se haga justicia de una vez con el Campo de Montiel respecto a su legítimo derecho a formar parte de modo oficial en la Ruta del Quijote, porque desde luego de manera literal ya lo es de mano de Cervantes.

La vida no nos concede muchas oportunidades para dejar un buen recuerdo de nuestro paso por las instituciones públicas. Y más que méritos o privilegios personales lo que más cuenta al final del cómputo es lo justo y razonables que se haya hecho para bien de todos.

Dejemos de una vez de pelearnos por algo que es de todos y disfrutémoslo conforme merecemos. Cada uno en su lugar y todos como tierra del Quijote. De lo contrario nos tiraremos otros trescientos años perdiendo el tiempo en discusiones que siempre ganan los que más población tienen, sin más motivo que la fuerza económica.

Es un error histórico y una injusticia social despreciar al cervantino y quijotesco Campo de Montiel.

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5 COMENTARIOS

  1. A pesar de ser una obra que lleva publicada más de cuatro siglos, son numerosísimos los lugares con los que se ha especulado que podrían ser la población a la que se refiere el «manco de Lepanto» en su novela.
    Desde el estudio realizado por el catedrático jubilado de Sociología D. Francisco Parra Luna de la Universidad Complutense de Madrid que indicaba a Villanueva de los Infantes como la demostración científica de la población buscada, hasta diversos estudios que contradicen esta teoría, por ejemplo, un contemporáneo del autor que firma bajo el seudónimo de Alonso Fernández de Avellaneda, dedicó su Quijote apócrifo, publicado nueve años después de la primera parte y uno antes de la segunda de Cervantes, «al alcalde, regidores e hidalgos de la noble villa del Argamesilla de La Mancha, patria feliz del hidalgo caballero don Quijote”, se han sucedido innumerables suposiciones y conjeturas al respecto.
    Al margen de hipótesis e inútiles discusiones, creo que «el lugar» de La Mancha es toda La Mancha y, por eso, hay que conseguir la máxima proyección internacional de la Región al tiempo que mostrar sus principales valores positivos…

    • Hola Charles. Este articulo cuando menciona La Mancha menciona a toda La Mancha. En este artículo se habla de potenciar todos sus valores para beneficio de todos. No hablo de Lugar de La Mancha porque es algo que crea enfrentamientos y divisiones que solo conducen a perder el tiempo. Sobre todo pido que al Campo de Montiel se le de el sitio en el Quijote que le dio Cervantes.

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