Los bomberos acceden por la terraza de una vivienda de la Avenida del Rey Santo para atender a una mujer accidentada

Poco antes de las 19:00 horas efectivos de Emergencia Ciudad Real acudían a la Avenida del Rey Santo para acceder por la terraza, con la ayuda de una autoescalera, al domicilio de una mujer de avanzada de edad que se  había caído y no podía levantarse. Según han fuentes sanitarias, la persona accidentada se encontraba aparentemente bien y ha rechazado ser trasladada al Hospital de Ciudad Real al disponer de seguro privado.bomberos avanida del rey santo 1

La vía ha sido cortada al tráfico por la Policía Local durante alrededor de media hora, tiempo que ha durado la intervención.

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6 COMENTARIOS

  1. «MiCiudadReal.es» cubriendo lo que ocurre en Ciudad real, ya sea político, sindical, social, cultural y como en este caso una acción doméstica con una señora.
    Y también como no, con la rapidez de los servicios públicos de emergencia.

  2. Enhorabuena a los efectivos de Emergencia Ciudad Real.
    Un nuevo incidente que pone de relieve el problema de la soledad de nuestros mayores.
    Por ello, conviene hacer autocrítica. Con la modernidad hemos conseguido retos muy positivos pero, en la actualidad, también tenemos una profunda crisis de valores…

    • Y recordar a todos los mayores y mayoras culipardos que existe el Telealarma, que es gratuito y ayuda a que puedan avisar de cualquier problema que tengan en casa.

      Charles, aparte de lo que dices, los herederos van sin tiempo a los coles de los niños, al trabajo, a los problemas…más que crisis de valores, faltan días de 48 horas en muchos casos.

      • Es verdad lo que indicas.
        Nuestros mayores tienen cada vez más asumido que sus hijos no les van a cuidar en su vejez como hasta ahora marcaba la tradición.
        Por un lado, los mayores no quieren ser una carga para los hijos y, además, el 80% reniega de los asilos convencionales.
        Por otro lado, la sociedad competitiva e individualista que vivimos nos deja poco tiempo para dedicar a nuestros mayores. No hay tiempo, ni dinero, ni espacio.
        Lo que ocurre es que llega un día en el que los papeles cambian y debemos convertirnos en los «padres» de nuestros mayores…

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