Una residente del Área Integrada de Ciudad Real presenta el mejor caso clínico en las quintas jornadas de tutores y residentes de la SEMERGEN

El Comité Científico de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) ha concedido a Belén Guzmán, una residente de primer año del Área Integrada de Ciudad Real, el premio al mejor caso clínico presentado en las V Jornadas Nacionales de Tutores y Residentes celebradas hace unos días en Salamanca.
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La puertollanera Belén Guzmán, que se está formando como especialista en Medicina Familiar y Comunitaria, planteó el caso denominado “Psicosis orgánica a propósito de un caso clínico”, que le sirvió para poner de manifiesto la necesidad de que los profesionales de Atención Primaria tengan conocimientos amplios y actualizados, no obvien ningún indicio, recurran al diagnóstico diferencial para distinguir entre dos o más enfermedades de síntomas similares a través de su comparación sistemática y mantengan un seguimiento adecuado de sus pacientes.

En este caso, se trataba de un joven de 19 años que acudió a la consulta del médico de Familia con fiebre y vómitos y que cuatro días después regresó acompañado de su padre, que refirió que su hijo expresaba ideas delirantes y persecutorias. El joven fue derivado al hospital, donde se le diagnosticó una encefalitis vírica, la cual remitió al poco, pero no así los síntomas psiquiátricos, que incluso fueron a más y le llevaron a ingresar en Psiquiatría e iniciar un tratamiento que a día de hoy mantiene.

Se trata de un caso curioso, pero, según la doctora Guzmán, “revisando la literatura médica no es tan infrecuente”. Ahora bien, lo que todavía no se sabe es si eran sujetos con predisposición o personas sin ningún tipo de antecedente, porque existen referencias de ambas posibilidades. Por eso, “no está claro si una encefalitis puede dejar como secuela el desarrollo de síntomas psiquiátricos o si ya existían y lo único que hace es desenmascararlos”.

Belén Guzmán es natural de Puertollano, estudió Medicina en la Complutense y decidió especializarse en Medicina Familiar y Comunitaria porque “me gusta mucho la cercanía con los pacientes” y también porque “no sabía hacia donde decantarme, quería saber de todas las especialidades a la vez”.

Tras cuatro meses en el Centro de Salud de Porzuna, ahora está rotando por los diferentes servicios del Hospital General Universitario de Ciudad Real a razón de uno cada mes. Esta alternancia entre servicios hospitalarios y de Atención Primaria se repetirá los dos próximos años. La especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria tiene una duración de cuatro años.

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