Pablo Moreno: “La dignidad consiste en ofrecer verdades sin adulterar”

César Muñoz Guerrero.- Hay una mecha de pólvora que se encendió en Libertad 8. Este sábado, su cercenada llama pasará por la ciudadrealeña sala Pachamama a las 21.30 horas. El puertollanense Pablo Moreno inició por todo lo alto su expedición de este año —aforo lleno, aplausos, dos, tres bises, público coreando— y la impresión de esa plusmarca no le ha dejado incólume.
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Vuelve otra vez a la tetería, y, con él, los recuerdos traslúcidos de aquel día en que todo era un estreno. Puesta en escena, proyecto nuevo, no sabemos qué va a ser de él. Qué irradia, qué piensa, qué subyace detrás de su hallazgo. Son tan pocas las preguntas que quedan respondidas al pasar los minutos.

¿Qué impresión te dejó la función de Madrid? Tu público llenando Libertad 8, entonando las canciones casi enteras…

Creo que fue el disparo de salida que todo cantautor desea. Para expresar lo que sentí debería ir más allá de las palabras: el público se unió, fue parte imprescindible del espectáculo. Cantaron todos los temas desde el primero hasta el último. Que eso le suceda a alguien como yo, con veinte años, que lleva toda su vida buscando la música, supera con creces lo imaginado.

Supongo que verás la repercusión de lo que has hecho hasta ahora a medida que pasen los conciertos, pero ¿no impone haber tenido un estreno tan potente?

Una gira es una pequeña vida, con sus etapas altas, medias y bajas. Empezamos desde lo más alto posible, de forma inmejorable; si hubiera escrito un guion previo de mi recorrido no hubiese dado más en la diana al planificar el capítulo de Libertad 8. Vengo de Puertollano, y que noventa personas decidieran pagar un pase por verme hizo que una noche que preveía buena se convirtiera en inolvidable, una de las más importantes de mi vida. En veladas como esa me doy cuenta de que algo está pasando en realidad. Los espectadores clavaron letras que he repetido apenas dos veces, lo que significa que alguien las grabó y las pasó a los amigos que ahora las conocen de memoria. Que se dé el caso de que canten contigo cuando es la tercera vez que sacas una creación es síntoma de que el público está siendo uno más, el cantante número dos.

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Tras el trabajo realizado en los dos años anteriores, ¿dirías que esta es tu primera gira definitiva?

La construcción de una artista se basa en muchos pasos. Está claro que es la gira que soñé cuando elegí dedicarme a esto: recorrer grandes ciudades de España y que valorasen tanto mi creación como para pagar por verme. El viaje compartido con Carlos Miguel Cortés fue un regalo increíble, que me hizo aprender, pero me quedaron ganas de ir más allá de esa experiencia. Esta ocasión lo cambiará todo, será una forma diferente de entender mi carrera. Lo bueno y lo menos bueno que en ella suceda tendrá que ver conmigo y con mi equipo.

¿Todos los locales siguen una pauta inspirada en Libertad 8?

Libertad 8 es un lugar único, que tiene esas características que se buscan en las salas de una ciudad cuando se programa una gira íntima. Aun así, lo que allí se produce va más allá de sus dimensiones y su estética. Al final, esas vigas han soportado una historia irrepetible de música y de magia: quienes hemos estado allí sabemos que lo que ocurre en Libertad 8 no pasa nunca más en otro sitio.

¿Te acuerdas de la primera vez que cantaste en Pachamama?

Cuando conocí Pachamama supe que sería mi lugar de referencia en la provincia, donde más iba a acudir. Es el ambiente que todo el mundo busca, pues Prado y Juanma, que cuidan del local, te hacen sentir querido y acogido. La primera vez me convocaron a una jornada universitaria. Recuerdo que en cuanto Prado me escuchó me ofreció su local como si fuese mi casa, para que cantase cuando quisiera. Desde ese día he regresado con frecuencia a actuar. Mi primer concierto allí reunió a sesenta personas, y si ahora acudiese menos gente que las últimas veces no sería producto de un retroceso, sino de que muchas veces los acontecimientos se van barajando de distinta forma. Incluso el día que haya crecido seguirá siendo un hogar donde siempre retorne para cantar. Estoy contento con Prado y Juanma, los siento como parte de mi familia y dentro de mi biografía Pachamama tendrá un recuerdo particular.

En Madrid estrenaste una canción, no sé si tendrás prevista alguna sorpresa más.

Intento que mi carrera esté llena de verdad, lo que implica que si en estos meses surgen nuevas ideas y yo me siento con fuerza y ganas para cantarlas, lo haré. Es bonito detenerse en los hoteles y contar las historias que suceden mientras se avanza en el camino.

Además de las cinco pistas contenidas en tu primer EP, ¿cómo estará establecido el repertorio de esta gira?

En Libertad 8 interpretamos diecinueve canciones. Los conciertos se constituirán de entre quince y dieciocho, con una duración aproximada de dos horas. Intento amenizar, interactuar con los participantes, que vengan cosas sin programar. Las colaboraciones de Txetxu Altube y Tontxu en Madrid no fueron preparadas. Se genera algo que tiene que ver con lo no trabajado, que en ese momento brota de tu interior y te apetece. El directo tiene que tener su componente inevitable de improvisación, pues el estado anímico es cambiante. Como cantante estoy cercado por la definición que me imprime una vida personal y artística concreta, al igual que la música que estoy escuchando en este momento de mi vida. En este caso serían los últimos discos de Sabina y John Mayer. Santiago Alcanda, que está en mi equipo, me hace descubrimientos importantes, pues sugiere piezas de todo tipo de géneros y épocas.

¿Qué acompañamiento llevarás?

Interpretaré la mayor parte de las funciones con algún músico y en algún momento lo haré solo, con piano o guitarra. No habrá trampa ni cartón con el formato acústico: lo que se vio en Libertad 8 es lo que soy, casi muestra el estado primario en que mis composiciones nacen. La dignidad consiste en ofrecer verdades sin adulterar, que alguien suba al escenario con su instrumento y toque lo que de verdad siente.

¿Tener más proyectos en mente puede desvirtuar el sentido de la gira?

Intento recrearme al máximo con todo lo que ocurre a cada momento, pero mi naturaleza exigente hace que eso me cueste: al día siguiente de Libertad 8 ya pensaba en todo lo que estaba por venir. Es cierto que pienso todo el tiempo en novedades o los cambios en mi trayectoria, pero ahora solo quiero pensar en complacer al público de Pachamama.

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2 COMENTARIOS

  1. En algún momento, hemos podido comprobar que la dignidad no tiene sitio, ni colectivo, ni plural.
    Y es que los pueblos sin dignidad son rebaños y los individuos sin ella son esclavos…

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