Eusebio Gª del Castillo Jerez.- Juan Carlos Rois y Pepe Ambrona, del colectivo pacifista y antimilitarista Utopía Contagiosa, han impartido esta tarde la conferencia “Gasto militar, gasto antisocial” en la Residencia Universitaria Santo Tomás de Villanueva. Un acto organizado por la plataforma Pacifistas Ciudad Real en el que también ha participado Rosario Alises, de Frentes Antimina, para hablar del uso de las tierras raras en la industria armamentística.
Utopía Contagiosa es un colectivo con una larga trayectoria en la investigación de las «consecuencias del militarismo», así como de la difusión de alternativas a este con el objetivo “de crear conciencia y promover una defensa no violenta.”
Durante su ponencia han desgranado el gasto militar de los Presupuestos Generales del Estado, centrándose en cuál es la magnitud que tiene y cómo se distribuye. Según han explicado, el Ministerio de Defensa ha incrementado su presupuesto respecto a 2016 en más de un 31%, hasta los 7.638,54 millones de euros, al incluirse en él por primera vez los programas de armamentos especiales, que hasta la fecha permanecían “ocultos”. Siguiendo el criterio establecido por la OTAN, han sumado a este importe las partidas donde se “disfraza” el resto del gasto militar que existe en los demás ministerios y organismos autónomos militares, lo que llevaría a multiplicar esta cantidad por cinco, teniendo en cuenta, además, la deuda y los intereses que esta genera. De lo que refleja el presupuesto de Defensa, Utopía Contagiosa eleva el gasto militar hasta los 33.762 millones de euros, casi cinco veces más. “Cuando nos dicen que quieren llegar al 2% del PIB en gasto militar nos engañan porque lo superan con creces”, recalcaba Juan Carlos Rois.
Como ejemplo de estos gastos “disfrazados”, han comentado que el Ministerio de Sanidad sufraga el coste de dos buques medicamentalizados que navegan en aguas del Índico y Mali prestando servicios hospitalarios a la tropa desplegada en estas áreas. Por otro lado, Medio Ambiente paga, en virtud de un convenio, cerca de 20 millones de euros por servicios a Defensa de la Agencia Estatal de Meteorología. Asimismo, Asuntos Exteriores corre con las cuotas de la OTAN, las operaciones en el exterior, etc. Utopía Contagiosa ha constatado que, de los trece ministerios que componen el Gobierno de España, todos, excepto Justicia, contribuyen a los gastos militares.
Desde Felipe González hasta la fecha, nuestro país ha intervenido en 79 guerras, “somos altamente intervencionistas”, remarcaban. En la actualidad, según la página web del Ministerio de Defensa, España toma parte en 17 conflictos, dos más que Estados Unidos. “Somos lo más de lo más en poner los mamporreros, porque la política exterior de España consiste en eso”, afirmaba Rois.
La última parte de la charla ha estado dedicada a promover la conciencia antimilitarista en el ámbito municipal. En concreto, han recordado que el Ejército posee inmuebles y solares en las distintas ciudades “de los que se lucran y por los que no pagan tributos”. En el listado de dos páginas sobre la provincia que han aportado, aparecen cuatro apuntes de referidos a la capital, uno de 918 metros cuadrados, otro de 8.964, y dos más pequeños, de 19 y de 75. Inmuebles o solares “que no son cuarteles, sino otro patrimonio”. El Ejército, después de Adif, es el segundo terrateniente del Estado, llegando a poseer «un tercio del territorio en alguna provincia».
Rois hacía hincapié en que, además, el Ejército “puede declarar de interés para la defensa cualquier camino o territorio y, por tanto, condicionar los usos, agrícolas, recreativos, etc. que tengan”.
Por todo ello, han animado a adoptar medidas para combatir “esa militarización soterrada que la gente no siente, pero que nos cuesta al año más de treinta y tres mil millones de euros”.
Tierras raras e industria armamentística
Conectando el tema de la charla de Utopía Contagiosa con la actualidad local, Rosario Alises, de Frentes Antimina, ha disertado acerca de la implicación que tienen las tierras raras en la industria armamentística. Los actínidos, elementos que componen las tierras raras, poseen propiedades electromagnéticas muy potentes y se utilizan para la fabricación de armas, además de en las nuevas tecnologías, que es con lo que nos quieren vender la mina que pretenden abrir en el Campo de Montiel, advertía.
Alises apunta que se trata de una cuestión geopolítica porque más del 90% del mercado está en manos de China, que «maneja» la producción y los precios. De hecho, subraya, entre 2010 y 2012 restringió sus exportaciones e hizo subir los precios hasta un quinientos por ciento. Desde entonces, se «potenció» la búsqueda de yacimientos de tierras raras en todos los territorios.
[…] escondidas en otros departamentos y partidas que conforme al criterio de la OTAN son gasto militar, ya superamos ese 2% del PIB), o acerca del reiniciado “segundo ciclo de rearme”, con la apuesta por comprar nuevos sistemas […]