Marta Robles ejerció de musa de las celebraciones en torno al mundo de la literatura durante el acto central celebrado ayer tarde en Argamasilla

Marta Robles ejerció este jueves de musa de las celebraciones en torno al Día del Libro en Argamasilla de Calatrava. Y lo hizo merced a su última novela, ‘A menos de cinco centímetros’, un duro relato del género negro cuyo argumento presenta las múltiples realidades que definen y caracterizan al ser humano “en sus infinitos tonos de gris tal y como es la vida misma”.
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Así lo dijo en un acto seguido por varias decenas de vecinos, presentado por la concejala de Cultura Estela Céspedes y por la propia alcaldesa, Jacinta Monroy, quien expresó el honor que para la localidad suponía que “Marta esté aquí con nosotros, como mujer, como periodista, como literata, como escritora en definitiva, en este día grande que es hoy [por ayer] para nosotros”. Calificando la regidora de “maravillosa” la que es primera incursión de esta profesional de la comunicación en un género que tiene sus propios patrones diferenciados respecto a la novela policíaca.

“Es otro territorio, donde no hay fronteras”, concedió Robles al respecto, explicando que los personajes que en ella aparecen ofrecen personalidades muy marcadas en relación a lo que se exige a este tipo de narraciones. ‘A menos de cinco centímetros’ es, tal y como se promociona esta novena, una ambiciosa obra coral, con dos pilares clásicos, el detective desencantado y la ‘femme fatale’, en torno a los que pivota una trama muy turbia que se desarrolla en múltiples escenarios.

Una turbidez cuya trama hace aflorar una serie de reflexiones que su autora quiso explicitar ante el auditorio rabanero. Reflexiones sobre el periodismo de guerra, cuyos profesionales son cotidianamente testigos de “cómo es capaz de reaccionar el ser humano, para lo mejor y para lo peor, cuando es puesto al límite”; sobre la “conveniencia de decir o no la verdad”; sobre esos “mundos contrapuestos” como son los del lujo, el poder o el dinero y los más sórdidos escenarios que se pueden encontrar; o incluso sobre la trata de mujeres y niñas, un sector delictivo que ha desplazado al de las drogas en el miserable ranking del comercio de las miserias humanas.

Robles, que ya con doce años de edad como buena lectora de Poe escribía narraciones cargadas de sangre, reconoció a preguntas de algunos de los asistentes la influencia de Georges Simenon en esta su primera novela negra y en cuya continuación ya trabaja.

Por lo pronto, en ‘A menos de cinco centímetros’ el lector conocerá a la bella y sensible esposa de un magnate del mundo de la comunicación, que cae fascinada por el escritor de más éxito del momento, cosmopolita, mujeriego y con un punto cínico. En tanto que un detective que fue corresponsal de guerra, después de varios años dedicado a la investigación de infidelidades y tras perder la enésima batalla de su vida, ha de empezar de nuevo desde una modesta buhardilla en el barrio madrileño de Malasaña.

“Me gusta mucho escuchar lo que opinan los lectores de mi obra porque en definitiva es ya más suya que mía”, explicaba en los prolegómenos al acto desarrollado en el edificio consistorial la propia Robles. “El hecho de conocer sus puntos de vista y de recibir sus preguntas es una relación muy curiosa porque el trabajo del escritor es consigo mismo dentro de un mundo muy cerrado, entonces de pronto abrirse a los lectores es toda una aventura”, apuntaba.

También refería que, a la hora de escribir literatura, su condición de periodista “quizás sí influye en un tipo de estilo [narrativo] bastante más directo y también depende del género literario que elijas. En esta novela en concreto, al ser género negro, ese tipo de prosa está puesta al servicio de la historia, influye efectivamente de una manera más periodística”.

La también ‘embajadora’ de la Feria Nacional del Vino (FENAVIN) que en semana y media volverá a abrirse en Ciudad Real capital y de la cual reivindicó entre otros méritos el haber logrado “mezclar el vino con la cultura haciendo que se hermanen”, felicitaría luego a quienes han resultado ganadores de los diferentes certámenes culturales organizados en torno al Día del Libro.

Entrega de premios

Ernesto Tubía Landeras y Emilio Alfonso Feliz, llegados respectivamente desde Haro en La Rioja y Villaviciosa de Odón (Madrid), recogieron los premios que le correspondían dentro de la categoría general del XX Certamen de Relatos en Prosa ‘Villa de Argamasilla de Calatrava’ que organiza Librería Delfos, en tanto que el autor rabanero David García Rodríguez un año más hacía lo propio en la categoría local. Javier Lozano Raya, responsable del establecimiento promotor del certamen y uno de los patrocinadores, Julio Criado en representación del Grupo de Comunicación Oretania, también participaron en la ceremonia.

Respecto de los organizados por la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Argamasilla de Calatrava, de entre los 176 trabajos recibidos para el XVIII Concurso de Marcapáginas dirigidos a alumnos de Primaria, Teresa Cubero Trapero recibió el premio de primer ciclo; Juan Alcaide Lozano el de segundo ciclo; y Alba Solís Caraballo obtuvo el de tercer ciclo.

En el caso del certamen de Fotografía Digital, 28 obras concurrieron en el mismo, algunos retratando escenas tomadas en Pamplona, La Coruña, Madrid o la India. De este país asiático era el contenido de la imagen ganadora que fue tomada por Josep Ponsa Vilatersana. En categoría local se alzó con el premio Diego González Madrid.

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