Disculpe, ¿a quién le adjudico el contrato?

José García Molina y Rubén Juste. Podemos CLM.- La trama en Castilla-La Mancha tiene nombres y apellidos ilustres que en la mayoría de los casos han sido cargos públicos o han estado directamente relacionados con la gestión pública. José Bono, después de más de dos décadas como Presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, era conocido en la región por su generosidad y su carácter campechano, y por encima de ello, por ser la persona por la que tenía que pasar cualquier operación o proyecto.
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A partir de 2004, con su salto a la política nacional, no se olvidó de su tierra y, al igual que Cospedal, se llevó a Madrid a gente de confianza para los trabajos de responsabilidad. Entre ellos, sin duda destaca Francisco Pardo Piqueras, que además de mano derecha de Bono como Secretario de Estado de Defensa, fue apoderado de la empresa Tecnove desde 2015. Esta compañía fue fundada en 1986, pero es a partir de la entrada de José Bono al frente del Ministerio de Defensa, cuando recibe los mayores contratos por suministro de alimentos e infraestructura de campamento para las tropas destinadas en Afganistán.

En 2009, Tecnove entró a formar parte de la UTE Tecnoucal, junto a la también castellano-manchega Ucalsa, lo que le permitió obtener un contrato por 22 millones de euros para ocuparse de los servicios de restauración de las tropas desplegadas en el exterior. Desde entonces, esta desconocida empresa fue aumentando su facturación de forma exponencial hasta llegar a ser, a día de hoy, una de las 26 empresas catalogadas como suministradoras del Ministerio de Defensa.

Al año siguiente, en 2010, se descubrió que Tecnove suministraba alimentos caducados a Defensa. El titular del Juzgado Togado Militar Central 2, en el auto dictado en marzo de 2010, apuntaba al pacto de Tecnove con otras compañías del sector para evitar la competencia empresarial y repartirse los contratos que licitaba Defensa de forma consensuada.

Ese mismo año se abrió una investigación relacionada con presuntos sobornos a miembros de la cúpula militar, que incluían la entrega de relojes de alta gama, entradas para diversos espectáculos y otros regalo exclusivos. El descubrimiento se produjo gracias a la intercepción de varios mensajes de texto que apuntaban, cuanto menos, al tráfico de influencias. En uno de estos mensajes, un alto mando escribe: “Os ruego que para evitar malentendidos me contesteis a la siguiente cuestión: ¿A quién le adjudico el contrato?”.

En mayo de 2016, Eusebio Ramírez González-Ortega, amigo personal de Bono, fue procesado por cohecho cuando era el administrador único de Tecnove. Durante todos estos años, Ramírez González-Ortega, era uno de los ejemplos que llenaban los discursos de José Bono en diferentes actos institucionales en los que ensalzaba sus valores empresariales. Como en las organizaciones criminales, la práctica de la defensa de uno de los nuestros, refuerza los vínculos y la plena confianza, luego vienen las rectificaciones o las alusiones que empiezan por “ese señor del que usted me habla”…

A pesar de las irregularidades en el suministro de alimentos para las Fuerzas Armadas y la investigación sobre presuntos sobornos, Tecnove resultó exculpada. Uno de los mayores escándalos se produjo en 2006 con la muerte y repatriación desde Afganistán de un camarero de Alcázar de San Juan (Ciudad Real) contratado por Tecnove, y a cuya familia se intentaron cargar unos costes de repatriación de 25.000 euros, muy superiores a los 5.800 ofertados por la compañía aseguradora del fallecido. La diferencia entre ambas cantidades la explican los 30.000 kilos de material militar que Tecnove intentó incluir en el vuelo y que fueran costeados por la aseguradora o la viuda del fallecido. Una pincelada de la versión española de American Gangster.

La trama es un sistema de relaciones que perdura en el tiempo, por eso a día de hoy, los negocios de ayer se siguen manteniendo. Porque a pesar de la salida de la política, las redes clientelares quedaron bien atadas. Por eso, si quieren saber la respuesta a la pregunta que da título a este artículo, mejor llamen a Bono.

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3 COMENTARIOS

  1. Tecnove, S.L. fue imputada «provisionalmente» por el Titular del Juzgado Togado Militar Central número 2 en septiembre de 2015 junto a otras once empresas contratistas del Ministerio de Defensa.
    El juez reconoció que los indicios eran escasos y, finalmente, Tecnove, S.L. resultó exculpada.
    En cuanto al Sr. Bono Martínez, la Fiscalía del Tribunal Supremo archivó, el 15 de julio de 2010, el «caso Bono» al no apreciar delito. No hubo prueba, ni directa ni indiciaria.
    Entonces, ¿de qué estamos hablando?
    El «auto-bluff» sigue con su apretada agenda: ruido en la calle y siesta en el Parlamento….

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