Baño interior, baño exterior

joseRivero2Frente a la quietud del baño interior, que muestra Manuel Hidalgo en su último trabajo El lugar de uno mismo, la extensión totalitaria y masiva de  playas atestadas y atiborradas.

Playas atiborradas, litorales saturados y densidades altas de ocupantes sudorosos, que se contraponen al viejo hermetismo del pasado, como el relatado por Alain  Corbin en su texto de 1988 El territorio del vacío. Occidente y la invención de la playa (1750-1840).

Una playa y sus usos actuales y sus místicas funcionales, que coinciden con los tiempos modernos que se inflexionan en torno a la Revolución francesa.

001la_alberca_full_landscapeUna coincidencia temporal, y harto sospechosa, la de la invención de la playa con la Declaración de derechos de la Revolución jacobina.

Pura contraposición que nos lleva a preguntarnos ¿cómo lo vacio de antes es capaz de colmatarse hoy?

Y no es pura circunstancia del llenado físico de un recipiente, ni la coincidencia de usos y libertades.

Es algo más complejo, por tanto, esa alteración que habla de mutaciones del sistema social y del ordenamiento político.

1c55da0a691c0044f966a52ded05a4d7Cambio de valores, cambio de modelos y cambio de relatos. Y descubrimiento de la playa.

Que habiendo estado siempre ahí, no fue reconocida como tal.

Ni siquiera reconocida como eje central, sino como residuo y como sobrante.

¿Cómo lo vacío es capaz de colmatarse?

O dicho de otra forma, todo lo vacío tiende a ser ocupado y consecuentemente llenado.

Y ¿Cuáles son las razones para visualizar esa plenitud absorbente, o ese cambio de ritmo?

Tanto la acumulación ideológica como la acumulación de cuerpos.

¿No es más fácil vaciar que llenar, pese a todo?

Prolongando la facilidad de la destrucción frente a la dificultad cierta de la construcción.

Pura contraposición de tiempos y de relatos, de estructuras y de sistemas.

1da86155107929a2438fb7e6c7eedba1Frente al Antiguo Régimen, el Nuevo Orden Social.

Frente a la costa insalubre y mefítica, el litoral vitalista y exaltado.

Frente al silencio inmemorial, el ruido sin memoria.

Como si el presente fuera la negación del pasado.

No su superación, sino su abatimiento y su posterior volteo.

Y de esto, de ese pasado negado por el presente, cada vez hay más materiales agrupados.

Materiales plurales que trazan la soberbia discontinuidad de tiempos.

Como si el tiempo hubiera perdido su carácter de fluido continuo y se expresara ahora de forma sincopada y sobresaltada.

Frente a la física newtoniana, la relatividad einsteniana.

Frente al sopor doméstico de salas de agua y de toilettes recónditas, perseguido por Hidalgo, la universalización del baño solar. Y  su aspiración democrática.

Frente al privilegio individual de las aguas ocultas y canalizadas del pasado, el privilegio social actual de la democratización del sol y de las aguas libres.

1943JANTZENIncluso el paso del carácter residual, apartado e insalubre de mares y litorales, a la conceptualización del nuevo higienismo social.

Un higienismo que bebe de cierto naturismo de los años veinte del pasado siglo, y que se esgrime como bandera de cierto bienestar y de cierto optimismo social.

El higienismo actual del baño solar, tiene otras raíces y otras apoyaturas: desde las instalaciones heliomédicas a las curas solares de tuberculosis y enfermedades de piel.

Y en ese tránsito habrá que indagar el carácter de los baños interiores que se ensanchan y multiplican, y  el de las playas abiertas que se privatizan y cierran.

Unos crecen. Otras menguan.

Baños interiores que quieren abrirse al grupo termal de amigos y a prácticas del jacuzzi, que de la relajación han pasado a la seducción.

Y playas que a fuerza de privatizarse empiezan a hacerse invisibles e imposibles.

Recorriendo ambas, baños y playas, un camino inverso al de su génesis.

Playas vacías y baños colmatados, como en el pasado remoto de bordes marinos improductivos y vacíos, y de termas colmatadas y atufaradas.

José Rivero
Divagario

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5 COMENTARIOS

  1. Hay un soneto de Gerardo Diego en que yuxtapone la arcaica iconografía del nacimiento de Venus de Boticcelli a la modernidad burguesa de un cuarto de baño en que una jovencita acaba de ducharse. Se titula así: «Cuarto de Baño»:

    Qué claridad de playa al mediodía,
    qué olor de mar, qué tumbos, cerca, lejos,
    si, entre espumas y platas y azulejos,
    Venus renace a la mitología.

    Concha de porcelana, el baño fía
    su parto al largo amor de los espejos
    que, deslumbrados, ciegos de reflejos,
    se empañan de un rubor de niebla fría.

    He aquí, olorosa, la diosa desnuda.
    Nimbo de suavidad su piel exuda
    y en el aire se absuelve y se demora.

    Venus, esquiva en su rebozo, huye.
    Su alma por los espejos se diluye,
    y solo -olvido- un grifo llora y llora.

    Pues eso.

  2. La civilización se exhibe en los baños.

    Roma fue privadamente termal.

    El baño en Roma era más que un espacio privado o familiar, era una exaltación de su superioridad tecnológica y cultural.

    Toda terma o baño romano era un templo de vanidad civilizadora y Venus, sólo ocupaba un rincón en él.

  3. Al parecer, la historia del ‘cuarto de baño’ tiene su comienzo en el valle del Indo, en Pakistán, donde la higiene era un imperativo religioso para los antiguos hindúes.
    Desde los primeros baños públicos en el 3.000 a.C. hasta la era digital de hoy.
    El hábito de lavarse regularmente con agua fue una conquista de la Ilustración a finales del siglo XVIII.
    De cualquier manera, todos tratamos de reducir nuestra pequeña parcela del mundo a un lugar donde buscamos la soledad: el ‘cuarto de baño’.
    Por otro lado, desde la década de 1960, las playas de Europa y América comenzaron a ser el reclamo turístico por excelencia.
    Lo íntimo y personal frente a lo externo y visible.
    Como la vida y la muerte….

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