Sanidad forma a especialistas de Salud Pública de Ciudad Real en el uso adecuado de aditivos en la industria alimentaria

Los aditivos son sustancias que se añaden a los alimentos para mantener o mejorar su inocuidad, frescura, sabor, textura o aspecto. El uso adecuado de estos aditivos en la industria alimentaria se rige por una normativa específica y un cálculo de dosis en mezcla estandarizado por los departamentos de Salud Pública.
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Cerca de 40 profesionales de los distritos de Salud Pública de la provincia de Ciudad Real, así como personal de empresas externas de la administración ligadas al campo de la alimentación se forman estos días en el uso adecuado de aditivos en la industria alimentaria, manejo de la lista positiva según el reglamento vigente y cálculo de dosis en mezcla.

Es importante que la inspección de salud pública conozca esta normativa y la aplique, en el marco del control oficial, exigiendo que las empresas alimentarias incluyan en sus procedimientos de análisis de peligros y control de puntos críticos los peligros asociados a los aditivos y establezcan y apliquen medidas preventivas adecuadas. Así lo ha explicado el director provincial de Sanidad, Francisco José García Sánchez, durante la inauguración del curso que se ha celebrado en la Biblioteca Pública del Estado en Ciudad Real.

Se trata de una formación continuada que se enmarca en el programa de formación de la Consejería de Sanidad y que ha contado como ponentes con Enrique Estrella y Almudena Columé, farmacéuticos oficiales de Salud Pública del Distrito Sanitario de Ciudad Real.

Existen muchísimos aditivos autorizados en la actualidad, los cuales pueden cumplir diferentes funciones: conservantes, colorantes, aromatizantes, antioxidantes, acidulantes, espesantes, edulcorantes, etc. No obstante, la utilización de aditivos solo está justificada si responden a una necesidad tecnológica y no induce a error al consumidor.

Es preciso tener en cuenta que los aditivos alimentarios son una sustancia añadida a los alimentos, cuya utilización no está exenta de riesgos para el consumidor. Por ello, previamente a la autorización de un aditivo, es preciso que su uso esté justificado tecnológicamente y, además, debe establecerse la Ingesta Diaria Admisible (IDA), lo que estará relacionado con la regulación legal de las dosis permitidas a utilizar según el alimento de que se trate.

La administraciones públicas, conscientes de ello, han llevado a cabo regulaciones legales encaminadas a proteger la salud del consumidor de la utilización de aditivos no permitidos y/o en dosis superior a la permitida: es el caso del Reglamento 1333/2008, cuyo contenido será analizado con detalle a lo largo de las tres jornadas que durará el curso.

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