Este año se cumplen 70 años de la Declaración universal de los Derechos Humanos. Una oportunidad para reflexionar a través del teatro sobre cómo se siguen vulnerando estos derechos en el ámbito de la infancia. Nuestra sociedad, cómplice de este incumplimiento, juega a no saber lo que ocurre en el resto del Mundo porque de esa indiferencia depende el bienestar de este primer mundo. A través de una actitud de solidaridad superficial, nuestra conducta como ciudadanos y consumidores es cómplice de un modelo basado en el derroche, la sobreexplotación de recursos, la opulencia o la acumulación innecesaria de objetos. Todo ello sustentado en la explotación invisible de niños y adultos en lugares desconocidos. Mientras esto ocurre allí, aquí, nuestros niños y niñas, son adormecidos a través de cuentos, relatos y mitos que neutralizan su capacidad para cambiar la realidad, convirtiéndolos en pequeños instrumentos funcionales para un sistema depredador. Con la obra “No me cuentes cuentos” un magnífico elenco de chicos y chicas levantan la voz para decirle a sus mayores que abran los ojos, que les cuenten la realidad de lo que pasa a su alrededor para poder acabar con las injusticias sobre las que se construye su propio bienestar. “No me cuentes cuentos”, escrita por Alberto Muñoz, producida por La teatrería y dirigida de manera original por Pilar Laguna nos invita a reflexionar, a tomar partido e implicarse de forma activa en la transformación del mundo a partir de lo más inmediato y cotidiano. Porque cambiar el mundo exige empezar por nuestro entorno más inmediato y particular. Esta producción va dirigida a un público familiar interesado en ser actor principal de ese cambio y de sus propias vidas. Levantando la voz de este mensaje en defensa de los derechos de los niños hay todo un grupo de jóvenes valientes: Marta Ruiz, Marta Talavera, Marta Villa, Xiomara, Doris, Miguel, Lucía, Natalia, Isabel, Eneko y Nuria. Junto a todos ellos, el esfuerzo y el ejemplo de Elisa, esa bruja buena que con su honestidad descoloca las creencias implantadas en las cabezas los más pequeños. Una experiencia que a través del teatro quiere reivindicar el papel activo de una infancia responsable y transformadora.
Próxima función: Viernes, 2 de febrero de 2018; 20:30 h. Casa de la cultura de Torralba de Calatrava
Una interesante experiencia.
Es necesario recuperar los valores perdidos por una sociedad adormecida a la que no le importan los derechos humanos.
Una responsabilidad compartida entre la familia, la sociedad y el Gobierno.
Enhorabuena y mucha suerte…..