La perversión del lenguaje

Carmen Quintanilla, diputada nacional.- En un acto deliberado por pervertir el idioma español, Irene Montero, portavoz de Unidos Podemos en el Congreso, ha sembrado el debate y la discordia entre políticos y académicos en su afán de reivindicar, mediante un mal uso del lenguaje, igualdad entre hombres y mujeres.

opinionPero, mientras Montero se ocupa de cuestiones lingüísticas y discusiones populistas, el verdadero feminismo continúa luchando a pie de calle. De hecho, en 2017, España ha recuperado los niveles de empleo femenino de antes de la crisis. Hoy, más de 8’5 millones de mujeres trabajadoras están afiliadas a la seguridad social y más de 100.000 han aumentado la cifra de autónomos en el país. Son mujeres emprendedoras, valientes que han conseguido corregir la gran brecha de las pensiones, gracias al complemento de maternidad mediante el cual el sistema reconoce la aportación demográfica de las madres.

Todo esto, Irene Montero, lo han logrado mujeres que han caminado durante años de la mano del Gobierno de Mariano Rajoy y del Partido Popular.

Promover la corresponsabilidad y la conciliación han sido dos pilares básicos en la lucha por la igualdad de oportunidades. Al igual que impulsar incentivos para la incorporación de la mujer en el mercado de trabajo tanto en las urbes como en el medio rural o garantizar los derechos laborales de las mujeres.

Aún queda mucho camino por recorrer: acabar con la brecha salarial en España que se sitúa en el 14’9 por ciento –dos puntos por debajo de la media europea- es una de nuestras prioridades. Son objetivos reales, tangibles, que colaboran a mejorar la vida de las mujeres, de la sociedad en su conjunto de este país. Pero mientras este Gobierno sigue trabajando por la igualdad, usted y su partido, Unidos Podemos, continúen dirimiendo cuestiones que de verdad afectan a la vida de las mujeres y pervirtiendo nuestro idioma.

Por cierto, lo más curioso de todo es que la palabra “portavoz”, procede de “voz”, una palabra femenina que significa, entre otras acepciones, “persona que está autorizada para hablar en nombre y representación de un grupo o de cualquier institución o entidad”, ya sea hombre o mujer. Es decir, si Irene Montero hubiera tenido unas nociones lingüísticas básicas, se habría dado cuenta de que la palabra “portavoz” es, en sí misma, inclusiva.

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3 COMENTARIOS

  1. Sra. Quintanilla Barba, tiene usted por delante una ardua tarea pedagógica con algun@s de sus compañer@s de filas. Por ejemplo, la Sra. Merino Chacón y otros muchos, para los que el feminismo nada tiene que ver con la defensa de la igualdad o el propio Sr. Rajoy Brey que recomienda ‘no meterse en eso’.
    Sra. Quintanilla Barba, no acaba de cuajar el asunto…..

    • Por cierto, perversión del lenguaje es decir, por ejemplo: «A veces la mejor decisión es no tomar ninguna decisión, que también es tomar una decisión» (Sr. Rajoy. 13 febrero 2013)…..

  2. Quintanilla, cuida mejor de Pablo Casado el bocas y sus fake news, que está quedando como un indigente intelectual con chorradas como:

    “Las fake news en España las crean los independentistas y populistas. Tergiversan declaraciones, manipulan noticias o se inventan lo que nunca has dicho”, asegura Casado en un mensaje en el que también añade: “Los medios deberían comprometerse a no publicar sus mentiras”.

    Y, todo esto lo dice un infame que pone tuits falsos en los que mezcla fotos de Venezuela con fotos del Congo (no sé si Maduro también manda en este país africano), o poniendo fotos de un gráfico de gasto social del PP en el que los números indican bajadas de inversión, pero las barras siguen creciendo; o los 272.000 euros falsos que publicó diciendo que Maduro los había dado a Podemos…en esa fotocopia manipulada de okdiario.

    Vamos, que le ha estallado todo esto en la cara, como os están estallando todos los casos de corrupción. Por cierto, qué feo y qué machistorro lo de Granados diciendo que la Cifu se lo hacía con Gonzi…hay que ser muy cabrón…no? Mejor sacar papeles de corrupción y dejar líos de faldas y pantalones.

    Que Montero metió la pata con ese tipo de lenguaje, pues habría que analizarlo. Sobre todo de cara a acabar con machirulos, señoros heteropatriarcales y demás ralea de la que en tu partido hay bastante. Desde el punto de vista lingüistico ya te digo que fue una gamba, porque no existe «voza» sino voz. Pero hay que quedarse con el sentido del asunto: que las mujeres no seáis un segundo planto jamás.

    ASí es que, mejor lucha porque las mujeres seáis exactamente igual que los hombres y dale caña a Podemos en otras cosas, que las hay. Seguro que las mujeres del PP te lo agradecen.

    Un besi.

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