Comunicado: Personas refugiadas, migraciones y fronteras

Comunicado de Pacifistas Ciudad Real.- Desde Pacifistas Ciudad Real queremos denunciar la enorme hipocresía de los gobiernos y principales instituciones de la Unión Europea, que nos hablan constantemente del fomento de la convivencia, y del respeto a la democracia y a las leyes.
paci
Nosotras, personas que estamos comprometidas con esos valores, sabemos muy bien que no hablan en serio cuando nos dirigen esas bonitas palabras carentes de significado para ellos. Con sus políticas hacia las personas migrantes y refugiadas, ni fomentan la convivencia, ni respetan la democracia, ni respetan las leyes que ellos mismos elaboran, al menos aquellas que se hicieron pensando en guardar una apariencia de justicia y transmitir una imagen de gobiernos democráticos y civilizados.

Ya no son sólamente las medidas que nunca se comprometen a tomar (que no quieren tomar); es además el flagrante incumplimiento, hecho con total desvergüenza y falta de humanidad, de los compromisos que se adquirieron hace más de dos años en materia de acogida y reasentamiento para cientos de miles de personas que huían precipitadamente de las guerras, de las persecuciones sectarias o de la pobreza extrema…..realidades sociales que en buena parte han sido provocadas por las políticas de la propia Unión Europea y varios de sus Estados. Sencillamente mintieron; casi dos años y medio después de aquel supuesto compromiso sólo han llegado unas miles de personas de aquellas cientos de miles prometidas. Para rematar la inhumanidad, decidieron pagar al militarizado y dictatorial Estado turco para contener a tantas personas refugiadas y mantenerlas retenidas dentro de su territorio en condiciones infrahumanas, o devolverlas a países de tránsito o de origen; el mismo Estado turco que tantas veces ha sido condenado por instancias internacionales por tener una política de derechos humanos que no llega ni a los estándares occidentales (que ya de por sí son bajos). Por otra parte, este mismo tipo de acuerdo se está negociando ahora con el Estado marroquí.

Ello hay que compararlo con los millones de personas que viven hacinadas en campamentos de Jordania o Líbano, países pequeños y con muchos menos recursos que los de la Unión Europea, desbordados porque ya no pueden seguir acogiendo personas en esas condiciones, mientras Europa se va convirtiendo en una fortaleza que refuerza sus fronteras día tras día, enriqueciendo de paso a las grandes empresas que basan su negocio en la vigilancia, en la construcción de muros y alambradas, y en los dispositivos de seguridad fronteriza.

Literalmente, esos millones de personas están siendo bombardeadas, tiroteadas o secuestradas en sus países, y literalmente se están muriendo de frío, de hambre y de enfermedades asociadas, o debidas al hacinamiento, por permanecer cada día en esos campamentos de refugiados a las puertas de Europa en los que les han recluido, como si de una cárcel se tratara. Consideramos estas acciones como delitos de lesa humanidad, que serían merecedores de llevar a sus responsables ante un tribunal penal internacional.

Curiosamente, los Altos Comisionados de Naciones Unidas para los Derechos Humanos siempre piden que se lleve ante ese tribunal el mismo perfil de personas: ex-dirigentes de algunos países africanos, asiáticos, latinoamericanos o del Este de Europa, especialmente los países de la antigua Yugoslavia. Ni una palabra, nunca, de llevar ante esos tribunales al trío de las Azores (Bush, Blair, Aznar) que llevaron a la invasión criminal de Iraq con mentiras sobre las armas de destrucción masiva; ni una palabra de llevar a los gobernantes y responsables del ejército israelíes por el genocidio perpetrado al pueblo palestino; ni una palabra de llevar a responsables de las diferentes administraciones norteamericanas por provocar y alimentar guerras, invasiones, desastres humanitarios o derrocamientos de gobernantes poco obedientes a lo largo y ancho del mundo para apropiarse de sus recursos energéticos; ni una palabra de llevar a los responsables de las multinacionales que participan de esas mismas operaciones, aparte de destrozar el medioambiente de países enteros y de elevar la contaminación mundial a niveles inadmisibles que provocan millones de muertes directas e indirectas. Ni una palabra, en resumen, de todas esas acciones y todos esos responsables que generan, directa o indirectamente, las catástrofes humanitarias a nivel mundial que se encuentran detrás del éxodo masivo de personas desde unos lugares del planeta a otros, buscando una vida algo mejor, solamente eso; una vida donde no mueran de hambre, o de frío, o no sean asesinados bajo un tiroteo o el peso de las bombas.

Una cierta concepción racista y clasista se hace evidente en estas actuaciones de las comisiones y los responsables de agencias de Naciones Unidas, secundados por los fiscales y jueces internacionales que también reproducen esta doble vara de medir sin siquiera sentir un mínimo de vergüenza.

Y extrañamente, junto a un mundo donde las acciones de las multinacionales y algunos Estados son globales y no tienen fronteras, y junto a un mundo donde el dinero especulativo, las grandes fortunas y los productos financieros viajan libremente sin someterse a vigilancia ni controles aduaneros, pervive también un mundo donde a las personas comunes, corrientes, sin poder, y sobre todo a las personas pobres, se les ponen controles cada vez más rígidos y fronteras cada vez más armadas para impedir que puedan cruzar libremente a otro lado y poder vivir con cierta dignidad.

Para terminar con este comunicado, que es también un llamamiento a toda la sociedad, desde Pacifistas Ciudad Real queremos proponer unas medidas para hacer frente a todo este drama que no acabará si la sociedad misma no se pone manos a la obra:

– Queremos que deje de criminalizarse y perseguirse a las personas voluntarias que tratan de salvar vidas de personas migrantes, como el caso de Helena Maleno, juzgada ante un tribunal marroquí acusada de tráfico de personas, con el gobierno español mirando para otra parte.

– Queremos que se deje venir a todas las personas migrantes y refugiadas y que, a la espera de un acomodo mejor en la sociedad de destino, se les permita vivir en instalaciones públicas sin utilizar o en las que tengan suficientes espacios libres e independientes, así como en las viviendas vacías de bancos y promotoras rescatadas con dinero público.

– Queremos la eliminación progresiva de todas las barreras fronterizas, también como forma de promover un mundo más pacífico, basado en la confianza mutua y la solidaridad.

– Queremos que se deje de intervenir militarmente en Oriente Medio y en cualquier parte del mundo, y que se cambie la cooperación militar y la venta de armas por cooperación civil y desarrollo humano integral; y aunque creemos en la libertad de movimientos de cualquier ser humano por las razones que sea, está más que demostrado que este tipo de políticas evitan millones de desplazamientos y migraciones, ya que ninguna persona, a no ser por causas muy concretas, desea abandonar el hogar donde viven sus familiares, sus amistades, las personas que tienen sus mismas vivencias, tradiciones y cultura, o los lugares que han marcado su vida desde la infancia, cosas que a todos y a todas nos hacen falta para vivir una vida digna y sana.

– Finalmente, queremos que deje de adoctrinarse a la población, y especialmente en las escuelas, sobre cualquier tipo de nacionalismo o patriotismo, que sólo llevan a tener una estrecha visión del mundo, y a pensar que unas personas son mejores o más dignas de derechos que otras por haber nacido en países diferentes, provenir de familias con nacionalidades diferentes o tener costumbres culturales diferentes.

Relacionados

ESCRIBE UN COMENTARIO

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí


spot_img
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img