Jaco Pastorius

ruido-blancoLa primera vez que escuché a Jaco Pastorius (1951 – 1987) fue en el verano de 1979, en una emisora de radio. Fue Black Market, tema con el que arrancaba el disco 8:30, de Weather Report, disco con temas grabados durante el año anterior en una gira mundial del grupo. El tema me sigue hechizando como el primer día. La batería de Peter Erskine, con sus 4 particular manera de marcar 4 golpes por pulso y el color de sus platos; las esotéricas melodías y el extraño piano eléctrico procesado de Josef Zawinul; el sonido potente del saxo tenor de Wayne Shorter – en su solo a dúo con Erskine – y el bajo omnipresente de Jaco …En 1979 había otros bajistas de un nivel parecido, como Alphonse Johnson o Stanley Clark, pero el sonido de Pastorius era algo insólito…

jaco-pastoriusJaco Pastorius comenzó tocando la batería, pero tuvo que dejarlo a causa de una lesión. Así que se pasó al bajo eléctrico en 1967. Su progresión fue rapidísima (practicaba a todas horas, incluso viendo la tele). En muy pocos años ya era el mejor bajista de Florida, pero se reservaba para sí mismo otra misión: ser el mejor bajista del mundo.Jaco era un autodidacta, un superdotado con una habilidad para el aprendizaje musical tan extraordinaria como la de meterse en líos. El batería Bob Moses cuenta que en 1974 coincidió en una Jam Session con Pat Metheny y Jaco Pastorius, y que Jaco no conocía el tema elegido (el standard All the things you are). Pat Metheny le prestó el guion, Jaco le echó un vistazo rapidísimo y la tocaron “a toda pastilla”. Al cabo de la primera vuelta, Jaco dejó de seguir el guion. Según cuenta, el trabajo de Jaco fue extraordinario, llenando su línea de arpegios y armónicos.

Todos cuantos le conocieron o tocaron con él desde un principio, admiraban su velocidad, su precisión y su pulsación rítmica. El propio Jaco contaba que su secreto estaba en el control sobre la articulación. En música, este término se refiere a la manera de conectar dos notas seguidas de manera más separada (staccato) o continua (legato). Jaco atacaba las notas e inmediatamente dejaba de pisar con la mano izquierda, lo que daba mayor capacidad rítmica a sus líneas de bajo. Tocaba el bajo con una velocidad tan prodigiosa, que en 1974 tocaba líneas melódicas de be-bop. Para que se me entienda: por cada pulsación de walkinbass que hace un bajista de jazz a tempo rápido tocando un be-bop, la línea melódica hace el doble, con toda clase de artificios melódicos.

Como la voz del niño del poema de García Lorca, todo músico que se precie busca su sonido: el sonido es la proyección del alma del músico. Además de su particular forma de tocar staccato, desde 1971, encontró su sonido con un bajo Fender– con dos potenciómetros que le permitían controlar la potencia sin saturar el amplificador – con 4 cuerdas Rotosound y un amplificador Acoustic 360 con el cono de 18’ dirigido hacia atrás. De esa forma, el sonido no era tan brillante, pero tenía más proyección, y ganaba claridad incluso en las frecuencias más graves. Al igual que los guitarristas clásicos, su mano derecha se deslizaba longitudinalmente sobre la cuerda, dependiendo de la sonoridad más o menos brillante que hubiera que emplear. Exploró en el uso de armónicos naturales y artificiales (como hace en la célebre introducción de Birdland)como nadie antes lo hizo en el bajo eléctrico.Perosobre todo, en 1971 sería pionero en tocar el bajo eléctrico sin trastes: simplemente se le ocurrió quitar los trastes, no necesitaba depurar su técnica, ya que sus largos y potentes dedos ya pulsaban la cuerda con la mano izquierda muy cerca de los trastes siempre.

Sin embargo, lo que a mi juicio ha hecho de Jaco el mejor bajista de la historia no es haber sido pionero en recursos, o tocar tan rápido y preciso como el que más, o que su sentido armónico sea tan rico, o tener un sonido propio, o una forma peculiar de invención melódica … Todo eso son obviedades superficiales, cuyos imitadores han podido incluso mejorar. Pero su forma de tocar el bajo iba mucho más lejos de la simple función de Bajo, incluso cuando tocaba líneas repetidas de ostinato. Mucho más lejos que Charlie Mingus, o cualquiera de sus contemporáneos o sucesores. Comprimió la polifonía y las funciones de la banda en un instrumento ingrato con solo 4 cuerdas graves y gordas. Jaco tocaba siempre melodía como si fuera un instrumento de viento, incluso en los walkinbass: por los graves, por los agudos, por el medio, adornando la melodía principal, haciendo discantos. Como músico, creo que ningún bajista le ha superado.

Por cierto, lo que suena al principio del citado Black Market es la grabación de un grupo de monos de Gibraltar que el propio Pastorius incorporó a la introducción.

Antonio Fernández Reymonde
Ruido Blanco

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1 COMENTARIO

  1. Soy un seguidor de Jaco Pastorius, uno de los mejores bajistas de todos los tiempos. Yo diría que el mejor del mundo o como decía la publicación del ‘New York Times’ del 22 de septiembre de 1987: «un Monet con sentido del ritmo».
    Lástima que los buenos se marchen pronto….

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