El PCE, la movilización y la confluencia

En el séptimo aniversario del movimiento 15M celebramos aquel levantar espontáneo de las clases populares de nuestro país, desarrollando y elevando una organización y concienciación de la población que hacía muchos años que no se experimentaba en nuestro país (incluso inspiró a otros movimientos posteriores de características similares en países como EEUU o Francia).
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Parecía que desde aquel momento nada sería como antes, y efectivamente, las consecuencias de aquel movimiento siguen aún vigentes en forma de descontento y reivindicación en la sociedad. De hecho, las movilizaciones persisten pese a que aquel ciclo terminó, recogieron el testigo las marchas de la dignidad, y actualmente, los pensionistas organizados y el movimiento feminista marcan las agendas de lucha. No obstante, cabe preguntarse por los resultados cosechados y por qué hubo cierto repliegue de la movilización, razones que pasaremos a analizar a continuación.

El pensamiento cortoplacista por los resultados inmediatos marcan todo movimiento, cosechar victorias inmediatas para que el ciclo no decaiga es el objetivo de todo activista. Sin embargo, las grandes movilizaciones dieron paso a las esperanzas electorales, se creyó que lo que no se había ganado con la lucha en la calle se podía pelear en el terreno del enemigo: las instituciones. No entendieron que sin el apoyo de las masas, nuestro papel fuera de nuestro terreno de juego, la calle, la asamblea, el sindicato u el partido iba absorber todas nuestras energías, no viendo más allá del pleno ordinario del ayuntamiento, la región o el congreso. De esta forma, se dejó de tener presente que nuestro papel en las instituciones es un medio de agitación y movilización para afianzar a la gente organizada y sumar a centenares más.

Así lo analiza el Partido Comunista de Ciudad Real, y durante este período ha apostado en todo momento por mantener en un primer plano la movilización a todos los niveles. Se ha apoyado firmemente la lucha de los sindicatos contra la administración por las mejoras laborales y contra los recortes, secundando también las protestas de los trabajadores de Indetec, Cobra o Vestas, entre otros. La lucha por una Nueva Educación y la escuela pública sigue siendo objetivo primordial, así como la participación en las marchas de la dignidad y el incesante apoyo a los pensionistas y el tan necesario movimiento de mujeres.

Sin embargo, aunque somos críticos con el papel y las ilusiones electorales, entendemos que las instituciones son otro frente de lucha—no más importante que otros—y debemos participar en las instituciones siendo el partido de la oposición extrema a las políticas neoliberales de los partidos de las clases dominantes. Aun así, hay que tener en cuenta que para ello se debe hacer una labor previa, trabajando la Unidad Popular con los movimientos sociales y sindicales en las movilizaciones y las asambleas, y de esta forma construir un bloque social y alternativo que sea capaz de disputar su hegemonía.

Desde el PCE de Ciudad Real apostamos por la confluencia de todos los agentes sociales que han mantenido la antorcha de la movilización durante todo este tiempo. Por todo esto, el Partido Comunista seguirá trabajando por la confluencia, y tendrá como objetivo la constitución de una verdadera Unidad Popular en la cuál es necesario lo siguiente: por un lado, sentarse con los trabajadores y trabajadoras, incluyendo también a los diferentes activistas de los diversos movimientos sociales, para llevar sus reivindicaciones al programa de la candidatura popular que se constituya. Por el otro, será indispensable que el movimiento sindical, feminista, pensionistas y obrero tengan un hueco de vanguardia en la candidatura de Unidad Popular en nuestra localidad.

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2 COMENTARIOS

  1. La existencia del Partido Comunista es una anormalidad histórica y democrática.

    El partido que conculca los derechos humanos de millones de cubanos, venezolanos, chinos y coreanos, entre otros, no puede ser visto, como esos que propugnan el supremacismo racial, como parte del paisaje de una Democracia.

    Este tipo de ideologías eliminan las Democracias. Partido único y conculcación de los derechos humanos, con Democracia sencillamente son incompatibles.

    NO A LOS PARTIDOS COMUNISTAS SEPARATISTAS Y FASCISTAS.

    • VIVA UPyD!!!! …dicen que las anomalías biológicas y mentales en según que casos tienen a categorizar como anomalías a todo lo que no salga de su ombligo…

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