Varapalos judiciales e intelectuales en otras lenguas

pedro oliverMucho me temo que, ni con el incontenible y vergonzante antiespañolismo del flamante president Torra, vaya a contrarrestarse en Europa la imagen de desfachatez punitivista que proyecta el juez Llarena y, en fin, con él toda la judicatura excepcionalista del reino de España, la misma que cambió el TOP en Audiencia Nacional y se quedó tan pancha, prolongando sine die el peso del legado franquista en el desarrollo de la democracia. Si Torra es el mejor aliado del españolismo, al catalanismo le ha caído en suerte un regalo aún mejor: una judicatura con verdaderos problemas de identidad respecto de la separación de poderes que, de genuflexa ante el poder político (que también), ha pasado a liderar la reacción anticatalanista. Con garbo y ánimo prevaricador. Con afán vengativo, tipificando delitos inexistentes y abusando de la prisión provisional. Pero quienes mejor están expresando esto no somos los que pedimos la desjudicialización de un conflicto que sólo podrá resolverse por la vía política, como ha señalado recientemente Ignatieff, que de eso sabe mucho por estudioso de los nacionalismos, incluyendo el nacionalismo de Estado, y por su propia experiencia en Canadá. El consejo más sustantivo viene de fuera. El mensaje implícito de la justicia alemana cuando decide no juzgar a Puigdemont por un increíble delito de rebelión violenta, no sólo afecta a quienes quieren judicializar el conflicto para aherrojar cualquier posibilidad de resolución política. A esos les espera, les está llegando, un recurrente sanmartín en la ONU o el Tribunal Europeo de Derechos Humanos y en tribunales ordinarios de varios países europeos. Van a tener muchas ocasiones para sentir que en Europa son percibidos como gente burda y sin seso, aunque tampoco sea descartable que cosechen algún éxito (en Europa hay de todo, quién lo duda, y nuestro gobierno quizás se conforme con el criterio de la Fiscalía alemana, a la que imagina igual de obediente que la suya). Ahora bien, la decisión de la Audiencia Territorial de Schleswig-Holstein debería ser recibida también como un varapalo intelectual en toda regla por parte de esa legión de profesores y académicos que con arrebato y mucho idealismo impostado han pedido la fuerza y la legitimidad (el palo y tentetieso) del Estado contra el independentismo, invocando a Weber con la voz de un ventrílocuo que desde la trastienda emite un trampantojo hobbesiano (el que, por cierto, nos recordaba demasiado a Fernando Savater y a algunos académicos de ida y vuelta entre Rosa Díez y Albert Rivera). Sobre todo va dirigida contra quienes sostienen que en España no cabe hablar de delitos políticos y menos aún de presos políticos, por el mero hecho de estar en una democracia, aunque la española en concreto sea muy deficiente por lo que respecta a la división de poderes y al respeto de los derechos fundamentales (ahora muy en riesgo de ser amordazados), esto es, porque como demócratas deberíamos asumir sin recelos la democracia cual si se tratara de una religión civil y obligarnos a nosotros mismos a creer que el Derecho y el Estado son entes técnicamente descontextualizados y ajenos a las relaciones de poder y a las dinámicas de imposición de intereses políticos, económicos, de clase, culturales, lingüísticos, etcétera, sin contar con la posibilidad de que el aparato jurídico también pueda usarse con fines persecutorios y vengativos contra sujetos previamente criminalizados y estigmatizados como ‘enemigos’.

Esto último es lo que se está entendiendo en Europa, que el separatismo catalán, después de haber sido presentado como una especie de insurreccionalismo violento que nadie ha visto nacer, debe ser castigado duramente con tipos penales predemocráticos (¿por si naciera?). ¿Lo van entendiendo ya, por legalistas, institucionalistas y formalistas o incluso constitucionalistas que sean, esos políticos e intelectuales de la izquierda zascandil que, como Carlos Jiménez Villarejo, un tal Josep Borrell o un tal Paco Frutos, entre otros, se han puesto a la cabeza de la reacción española punitivista? Tal vez se trate, el suyo, de un esquema mental fosilizado a base de animadversión hacia el nacionalismo catalán, por lo que yo, que tampoco soy nacionalista, voy a formular la idea de otra manera, pensando especialmente en mis queridos amigos y compañeros de análisis históricos, sociológicos e incluso penológicos: ¿Por qué no trabajamos por evitar las fijaciones laxas de los delitos graves, ésas que puedan dar pie a fiscales y jueces a usar el derecho penal como un ‘derecho penal del enemigo’? Ya sé que es difícil. Es más, sé que es imposible. Todas las normas punitivas son susceptibles de ser utilizadas con fines represivos, lo que genera una victimización política evidente, queráis o no llamar a ese tipo de víctimas represaliados políticos, presos políticos o acaso la más comedida definición de detenidos y presos por motivos políticos (víctimas de políticas represivas que el poder puede llevar a cabo echando mano de un amplio arsenal, desde el articulado más duro del código penal hasta la burorrepresion de las sanciones administrativas dirigidas contra la protesta social). Imposible dar una solución definitiva meramente técnica a lo que es una dinámica histórica puramente política y de lucha por la hegemonía.

Podría, no obstante, reducirse algo ese riesgo si al menos se empezara por detectar en la codificación todos los viejos demonios que nuestra historia ha ido poniendo en la definición de delitos como el de rebelión, sedición o terrorismo.

Pero no sólo no se adelanta nada en ese camino. Se retrocede. El PSOE, ahora tan beligerante, una beligerancia a todas luces impostada que deja al PSC desnortado, es el mejor ejemplo de la regresión, la que está forzando de manera extremista Albert Ribera. Y de todo ello parece que están tomando buena nota en Europa, lo que provoca en España reacciones ridículas y desesperadas, hasta el punto de que ya muchos empiezan a ver a Ribera como un ultra. Desde Bélgica también llegan varios soplamocos de velada profundidad y, acto seguido, el Tribunal Supremo habla de ausencia de compromiso de la justicia belga con la justicia española. ¿No habrá quien les diga en serio que lo que en verdad hay prácticamente en toda Europa es una clamorosa falta de confianza en la justicia española? La española, y no sólo por los bajos instintos que el independentismo le ha hecho florecer, es vista en Europa como una justicia sesgada ideológicamente, que abusa de la prisión provisional y no ofrece verdaderas garantías de respeto a los más elementales derechos humanos.

Hay rechazos formales, como el de la euroorden, que son reproches morales por lo bajini.

Esa imagen cutre y cruel del sistema de control punitivo español se ha agigantado con la imborrable huella de la brutalidad policial contra la gente que quería votar el 1-O, todo lo cual juega a favor del catalanismo. Lo recordaba recientemente alguien tan poco nacionalista como el historiador Álvarez Junco. Así se explica en gran medida que el independentismo vaya ganando crédito internacional. No será fácil disipar el relato de la represión española contra el derecho a decidir de Cataluña, ni siquiera con la ayuda del zorocotrismo de los tuits del president Torra, ni por muchas giras europeas que organicen Pedro Sánchez y Albert Rivera para hablar de un supremacismo que suena forzado, evidentemente Torra no representa el talante de más de dos millones de independentistas. Por ahí fuera nos estarán viendo como suele verse a la gente que se enfurruña, como gente desmesurada, tan enfadada que pierde la capacidad de ver lo exageradas que suenan fuera de nuestras fronteras las tipificaciones penales españolas, con delitos que evocan tiempos predemocráticos y peticiones de cárcel de hasta 30 años por actuaciones que en el peor de los casos serían quizá mera desobediencia, delitos en todo caso no punibles con penas privativas de libertad. En fin. ¿En vez de modernizar el delito de rebelión, señor Sánchez, no será mejor que un partido de izquierda promueva la modernización del derecho a decidir tomando como referencia las experiencias canadiense y escocesa?

Hace falta diálogo, un reconocimiento del derecho a decidir, más empatía no nacionalista en ambos bandos, menos jueces (e incluso menos penalistas terciando en los análisis) y más inteligencia.

Pedro Oliver Olmo
Sobre el muro

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18 COMENTARIOS

  1. Cuando se escribe un texto con honestidad intelectual, salen artículos de esta calidad. Felicidades.

    Por cierto que a quien no haya leído la entrevista a Michael Ignatieff en El País, al que se refiere Pedro Oliver, no debería perdérsela y leerla una y otra vez hasta grabarla en la mmemoria.

  2. LO FLIPO.

    Me imagino a los Estados de Francia, Alemania, Gran Bretaña, Dinamarca, Rumanía, Eslovaquia INVITANDO A CAFÉ a´los secesionistas de Córcega, Bretaña, Baviera, Irlanda del Norte, Escocia, Feroe o Groenlandia, minorías húngaras o alemanas dispersas entre varios Estados, DESPUÉS DE DECLARAR UNILATERALMENTE LA INDEPENDENCIA para buscar el reconocimiento internacional, último hándicap para asentar la independencia.

    Pero cómo desde la formación de un Historiador se puede ignorar que esas soluciones políticas a los desafíos de integridad de los Estados se pueden resolver «dialogando» (en realidad el chantaje adolescente) y no aplicando las normas constitucionales de los Estados (separación Chequia y Eslovaquia).

    PERO ES QUE ESTAMOS TONTOS ???

    Por supuesto que la solución sólo puede ser jurídica por legítima.

    La Secesión territorial la decidimos TODOS Y NO ESOS NAZIS QUE SE CONSIDERAN SUPERIORES Y MÁS CHULOS QUE LOS DEMÁS ESPAÑOLES reformando la Constitución, que es la forma que se eligió para hacerlo.

    Saltarse la Constitución y declarar unilateralmente la independencia es Delito aquí y en Pekín. El referendum (con urnas llenas de votos antes de empezar los comicios) FUE UNA FARSA.

    EN ESPAÑA SE MANDAN FISCALES Y JUECES….

    EN FRANCIA, GRAN BRETAÑA O ALEMANIA YA SE HUBIERA MANDADO AL EJERCITO.

    LOS COMPLEJOS para esa izquierda antiespañola que se pone de perfil porque quiere aprovechar el Golpe de Estado catalán para el advenimiento de una III República que jamás vendría por las urnas, sino por inestabilidad política.

    Como historiador, el autor de este artículo sabrá perfectamente relacionar lo que está pasando con lo que pasó en este país en los años treinta del siglo pasado.

    La izquierda es revolucionaria, antidemocrática y tan franquista como antifranquista. Aspira a imponerse por la fuerza en este caso de la falsedad de los hechos y los complejos históricos por deformación académica.

  3. Este artículo es de una deformidad en la exposición de los hechos y de una superficialidad en los juicios….sencillamente posmoderno y académicamente INSOLVENTE.

    El autor como persona es perfectamente respetable.

    Yo he dicho POR QUÉ LO QUE DICE ES UN AUTÉNTICO DISPARATE, y por qué su estructura no es racional.

  4. Genial artículo….y ni lo he leido ni me ha hecho falta.
    Solo por ver al intolerante y antidemocrático Angel Manuel echar espuma por la boca una vez mas, es síntoma de que se han dicho cosas sensatas, lo contrario a lo que él suele esputar.
    Ahora me lo leeré tranquilamente.

    • Pues si, un artículo muy sensato, razonado y comedido. Gran análisis.
      Lo que les pasa a algunos, es que la verdad unas veces gusta, otras escuece y otras veces nos da un tortazo tan grande, que nos negamos a aceptarla.

      • Ninguno vimos el chantaje permanente de la Generalitat al Estado, la declaración unilateral de independencia, la agresión a los únicos que pueden legítimamente utilizar la violencia, nuestras fuerzas y cuerpos de seguridad, las urnas llenas de votos y volcadas antes de comenzarse los comicios que eran la excusa y la farsa para otorgar legitimidad a lo que no la tenía…

        Por supuesto nadie hemos visto la corrupción de los líderes nazionalistas, su xenofobia, supremacismo, adoctrinamiento en los colegios….

        Coño!! La República catalana es la realidad y su Democracia ejemplar y los demás vivimos en 1940 y nos gobierna el dictador Franco, sí a ese que aplaudían todos los padres y abuelos de los golpistas de derechas que hoy lideran el Golpe de Estado, cuando Franco entra en Barcelona.

        Es de una perversión de la realidad, de la inteligencia, de la decencia este tipo de juicios….

        Que ya sólo cabe descalificar al que lo pone de manifiesto, porque se tienen enormes argumentos para defender que no vivimos en la Tierra sino en Narnia.

        Y así será mientras en este país, se ampare la discrepancia racional que tanto os irrita porque os delata como lo que sois, los únicos que tratan de pasarse la realidad y la Democracia auténtica por el arco del triunfo.

        El Golpe de Estado no es sólo de los independntistas sino de toda una izquierda que tiene una enorme falta de realismo y democracia.

        Y claro lo último que falta por derrocar es la Monarquía, el Poder judicial y esa Nación española que reclama el funcionamiento regular de las instituciones, sí las mismas, que están llevando a corruptos a los tribunales y a la prisión preventiva.

        Igualdad ante la exigencia del cumplimiento de las Leyes.

        Ley y no Emociones ni intereses de ruptura con un orden constitucional que es el que mayoritariamente respaldamos.

  5. En suma, que la realidad no amargue un Anarquismo PSEUDO pacifista.

    La realidad la fijan los sentimientos. No se puede permitir que ni tenga vida propia y mucho menos sea frustrante porque no alcanzo a convencer a la mayoría.

    • Por eso hay que aprovechar los espacios públicos (y las playas) e imponer la realidad de los sentimientos, excluyendo obviamente su neutralidad porque la realidad es plural.

      Se invaden las plazas, edificios oficiales y playas con lacitos y cruces amarillas, carteles y banderas independentistas como pacífica manifestación de que los que no están de acuerdo es como si no existiesen, se les pasa el rodillo, dado que las elecciones no son suficientes ni las normas nos valen.

      Y ESTA ES LA REPULSIVA VIOLENCIA QUE SE EMPLEA.

      INVADIR CON EL MONOPOLIO DEL RELATO TODO ÁMBITO PÚBLICO….desde las plazas hasta las redes sociales.

      Por eso molestan tanto los que visualizamos la reivindicación de la pluralidad ideológica y la confrontación dialéctica (la única admisible racionalmente en una situación de normalidad institucional) la cual es expresión de esa pluralidad QUE TUTELA CUALQUIER CONSTITUCIÓN DEMOCRÁTICA QUE NO AMPARA NI EL MONOPOLIO NI LA IMPOSICIÓN IDIOLÓGICOS.

      NADIE CONTRADICE MIS ARGUMENTOS, SE PASA A LA MÁS FASCISTA DIALÉCTICA, LA DE DESCALIFICAR AL CONTRARIO PARA LO CUAL VALE TODO, Y ESPECIALMENTE EL USO DEL ANONIMATO, no se vaya a caer en el ridículo no anónimo, que es el que más duele.

      • «INVADIR CON EL MONOPOLIO DEL RELATO TODO ÁMBITO PÚBLICO….desde las plazas hasta las redes sociales.»

        Yo al unico que veo monopolizando el relato es a ti, escribiendo tostón tras tostón hasta tal punto que tus tostonazos ya son mucho mas largos que el Articulo que se supone que hay que àcomentar aquí.

        Escribe un articulo tuyo con todo junto y deja de monopolizar los comentarios.

        Menudo pesauzo estas hecho.

        • Sabrias decirme cuántos interlocutores hay en esta noticia??

          No los confundas con comentarios.

          COMUNISTA.

  6. En 1940 se creó el Tribunal Especial para la Represión de la Masonería y el Comunismo que delegó en 1964 sus funciones en el Tribunal de Orden Público (TOP). Por este Tribunal desfilaron más de 50.000 personas y se llegaron a emitir más de 3.000 sentencias condenatorias que fueron, prácticamente, todas ratificadas por el Tribunal Supremo. Los delitos estaban relacionados con sembrar la zozobra en la conciencia nacional.
    En 2007, este Tribunal de Orden Público (TOP) fue declarado ilegítimo pero no se anularon sus sentencias. El espíritu de la Transición pasó sobrevolando la Justicia a miles de kilómetros de altura.
    Y es que alguien debió de pensar que si eran buenos jueces para llevar a cabo las funciones represivas en una dictadura, también lo serían para defender los derechos y libertades de los ciudadanos en una democracia.
    Ya sabemos que estos chicos del franquismo, definitivamente, valen para todo; tan pronto jalean al pelotón de fusilamiento como defienden con vehemencia los derechos humanos….

    • Lo mismo justifican las dictaduras de otros países o las excusan y dan cobertura (Zapatero).

      Cuánto izquierdista procede de familia franquista.

      Pero es el mismo perro.

      Imagino que las sentencias de los tribunales franquistas valían lo mismo que las de los tribunales populares o chekas.

      El mismo perro…

  7. Nos dice que la solución es política, pero no nos dice cuál es esa solución política.

    La equidistancia. Víctimas y verdugos son lo mismo. Unos colocan lazos amarillos, otros banderas de España en sus balcones. Ambos son iguales y tienen la misma culpa. Rivera y Torra. Iguales.

    Y la Justicia, corrupta. Y las leyes, injustas. Llegamos a Franco. El TOP. ¿Alguien sabe porque destruyeron los socialistas los archivos de la Brigada Político Social?

    Derecho a decidir. Tampoco nos dice qué tenemos derecho a decidir.

    No sé. Faltan datos.

  8. El respeto a las leyes es lo primero. Todo lo demás son pamplinas. Pongamos de ejemplo al Tribunal alemán que le dijo en tres líneas NO a Baviera hace cuatro días a un referéndum de secesión y punto…pero claro, eso no interesa airearlo. Primero respeto a la ley; segundo, si no me gusta la ley intento cambiarla con votos siguiendo el procedimiento establecido, no el que me apetece a mí porque soy más y mejor que los demás, y después votamos todos porque España es de todos. No puede salir gratis el poner en riesgo múltiple a toda una nación un cuarenta y tantos por ciento de los votantes de una Comunidad Autónoma, por favor.

    • Esa es la realidad…

      Otra cosa es que como no gusta…pues damos un golpe de Estado. Y como eso tiene consecuencias penales…invocamos el diálogo y la solución política, o sea, nos bajamos los pantalones los demás, no sea que oponerse a la violación de las normas y a la impunidad de los delitos nos haga autoritarios y franquistas…

      Este es el nivel y la realidad.

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