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Relatos

Pin y Pon

Mi mejor regalo de Reyes fue la casa maletín de Pin y Pon. Jugué con ella muchísimo y, cuando llegó esa edad en la...

Mis pupilas y mi libertad

Ramón Castro Pérez.- Han prohibido el uso de dinero en efectivo. La Ley 23/2025, de 8 de abril, de restricción monetaria y supresión...

El abrigo

Ramón Castro Pérez.- Es al tercer paso cuando advierto que hace frío de verdad y que los cuatro grados que anunciaba el parte meteorológico...

Hace un año

Beatriz Abeleira.- Hoy he sacado tus vaqueros viejos del armario y me los he puesto. Rubén ha sonreído al ver que me quedan tan...

CM-3102

Ramón Castro Pérez.- Durante las noches del período de vendimia, algunos conductores han manifestado cruzarse en la carretera con un tractor, sin que pueda...

Batallitas patrimoniales (14)

– Hija, ¿recuerdas a Carmencita, la chica de mi amigo Estanis? – ¡Cómo no, padre! Hace unos días me pareció verla de pasada, aunque como...

Batallitas patrimoniales (13)

Como era de esperar, cuando mi abuelo y yo regresamos, mis padres estaban risueños, tranquilos, relajados, aunque parecía como si hubiese gato encerrado en...

Batallitas patrimoniales (5)

En la noche posterior a que Blas hubiese acompañado a su abuelo en la visita a la Catedral, su imaginación le volvió a jugar...

Batallitas patrimoniales (4)

A un amigo Una nueva aventura iba a comenzar cuando tanto nieto como abuelo se volvieron a reunir para que el primero escuchase muy atentamente...

Sin previo aviso

Ramón Castro Pérez.- Los santos del cementerio saltaron la verja. Todos ellos tenían en común una muerte trágica e imprevista. Leire, quien se suicidaba...

Época de ánimas

Siempre me acuerdo de mi abuela Casilda cuando llegan estas fechas. Una tarde poco antes de que anocheciera y de que el primer relámpago...

Las centralitas no tienen la culpa (de nada)

Ramón Castro.- El mes pasado vinieron a arreglar la centralita, a pesar de llevar años redirigiendo correctamente las llamadas de trabajo. El servicio técnico...

Julio (en julio)

Ramón Castro.- Las clases habían terminado, aunque el trabajo administrativo y la reorganización del centro ocuparían todo el mes de julio. Llevaba en aquel...

Los pasodobles

Ramón Castro Pérez.- Bonaro se despertó de un coma que le había durado doce años. Pasó un tiempo con masajes y acupuntura y, para...

El informe de la BRISECO

Ramón Castro Pérez.- A Lunático se le empezó a reducir la cabeza un veintiuno de mayo, sábado. Se conoce con certeza la fecha pues...

De traperos, heresiarcas y hombres de Dios (y 71)

Ciudad Real debía quedar tras, pero había muchos vínculos que aún le unían a ella. Uno de los principales era su hermano Rodrigo, aquel...

Lo importante

Ramón Castro Pérez.- Era cuestión de tiempo que los homicidios cometidos por robots psicópatas aparecieran en escena. A finales de siglo, los autómatas se...

De traperos, heresiarcas y hombres de Dios (70)

Desde que Isabel había mantenido aquella conversación con el mercader Juan de la Sierra, Ismael no paraba de darle vueltas a la cabeza de...

Bien seguro

Ramón Castro Pérez.- Ya a Don Quijote le llegó la muerte «cuando él menos lo pensaba». Ni siquiera sus andanzas y locuras, por bienintencionadas...

OK, torrijas

Ramón Castro Pérez.- El brazo articulado retiró la leche azucarada de la fuente de calor, justo antes de romper a hervir. Inmediatamente, tapó el...

De traperos, heresiarcas y hombres de Dios (68)

Todo había quedado decidido, pues tras la muerte de la reina Isabel, las inundaciones de gran parte de Ciudad Real, el traslado de residencia...

De traperos, heresiarcas y hombres de Dios (67)

Tras la conversión de Abraham Senior y Meyr Melammed, este hecho trajo como consecuencia que ningún judío por poderoso que fuera pudiera quedar a...

De traperos, heresiarcas y hombres de Dios (66)

La villa de Híjar no sería la misma a partir de aquel preciso instante en el que los jóvenes enamorados destaparon el secreto que ambos padres...

De traperos, heresiarcas y hombres de Dios (65)

El regreso de Toledo había resultado satisfactorio. Las aportaciones de Juan de la Sierra serían valoradas hasta por los mismísimos reyes. El obraje de...

De traperos, heresiarcas y hombres de Dios (64)

La nueva vida en familia había sorprendido grandemente al anciano, pues hacía ya tiempo que se había acostumbrado a su soledad y, de repente,...

De traperos, heresiarcas y hombres de Dios (63)

El buen hacer de aquella anciana logró al fin remediar al temor que la hermosa Susana había tenido al querer poner fin a su...

De traperos, heresiarcas y hombres de Dios (62)

La bonanza económica de Juan de la Sierra a raíz de su gran expansión en la venta de paños más allá de las fronteras...

De traperos, heresiarcas y hombres de Dios (61)

Como no podía ser de otra manera, las deliciosas historias del anciano hicieron que los inesperados huéspedes no recordasen el cansancio que habían acumulado hasta alcanzar...

De traperos, heresiarcas y hombres de Dios (59)

La importante venta de paños al rey de Portugal pondría a Juan de la Sierra en el primer plano de la pañería no sólo de Ciudad...

De traperos, heresiarcas y hombres de Dios (58)

Los forasteros habían llegado a Segovia en el peor momento posible. Después de haber salido huyendo de Almazán tras conocer el destino de parte...

De traperos, heresiarcas y hombres de Dios (57)

La tensión entre el otrora impresor y su hijo no se hizo esperar. Saltaron todas las cautelas y el padre le dirigió una mirada...

De traperos, heresiarcas y hombres de Dios (56)

Tras conocer la ejecución de su madre, Juan de la Sierra decide tratar de cobrarse el haber sido obligado a ir en la búsqueda...

De traperos, heresiarcas y hombres de Dios (55)

A pesar de la accidentada llegada de los jóvenes y el rapapolvo recibido por el muchacho por parte de su madre, Cinta, el objetivo primordial para...

De traperos, heresiarcas y hombres de Dios (54)

La intensa relación que los muchachos comenzaban a tener no tendría un futuro demasiado esperanzador, pues llegaría un día en el que habían bajado...

De traperos, heresiarcas y hombres de Dios (53)

Una de aquellas cárceles secretas de la Inquisición en Toledo se convertiría en la morada de Leonor González desde entonces. Esa mujer ya presentaba...

De traperos, heresiarcas y hombres de Dios (52)

Desde que Ismael y Cinta abandonasen Almazán, la relación entre la dama y la joven fue estrechándose, perdiendo ciertamente el recelo y desconfianza que la muchacha...

De traperos, heresiarcas y hombres de Dios (51)

Transcurrían los días, y también los meses, se sucedían las estaciones, las faenas en el campo, y se empezaban a notar las diferencias en...

De traperos, heresiarcas y hombres de Dios (50)

Apenas habían transcurrido un par de jornadas desde la despedida de Leonor González de su hijo Juan y el resto de su familia y acompañantes. Parecía...

De traperos, heresiarcas y hombres de Dios (49)

Zaragoza ya había quedado atrás. El periplo de aquellos padres bisoños seguía su curso. Habían regresado a tierras de Castilla, concretamente al área geográfica...

De traperos, heresiarcas y hombres de Dios (48)

Llegó aquel día tan especial para los dos jóvenes en el que se acercaron sus cuerpos con el mero contacto de sus labios. El primer beso...

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