Universidad, investigación e innovación

Enrique Díez Barra (Viceconsejero de Universidades, Investigación e Innovación)

   Las universidades españolas han iniciado un proceso de análisis y de revisión de la estrategia, de la estructura, de los contenidos y de las herramientas utilizadas en su actividad de formación. Este conjunto de actividades es el determinante en la incorporación al Espacio Europeo de Educación Superior (EEES). Este cambio en la estructura de los títulos, en la forma de enseñar, en el contenido de la formación, requiere un esfuerzo colectivo de la universidad y de cada uno de sus profesores.
   Al tiempo numerosos centros se hallan inmersos en un proceso de validación de los instrumentos para la acreditación y todos ellos reflexionando, cuando menos, sobre las actuaciones necesarias para garantizar el éxito ante el momento de la acreditación de los títulos que imparten; esto es, la validación, el reconocimiento, la homologación, la “europeización”, en definitiva el ser o no ser en el panorama de la oferta universitaria española y europea.

   En el aspecto docente, éstos son los dos retos inmediatos de la universidad. El Gobierno de Castilla-La Mancha se siente aliado de la Universidad regional en este objetivo. Una alianza que implicará el apoyo a las iniciativas que refuercen la calidad de la actividad universitaria de modo que se incremente la expectativa de éxito ante el reto de la acreditación.

   En el objetivo de fortalecer la oferta existente se centrará el esfuerzo financiero del Gobierno. Este esfuerzo financiero tendrá dos objetivos prioritarios; por una parte atenderá a la mejora de los instrumentos docentes que garanticen un incremento de la calidad docente y, por otra, se orientará a facilitar los instrumentos de mejora de la cualificación del profesorado en vías de formación. En otras palabras, en la mejora de los medios docentes materiales y en el fomento de la máxima competencia del profesorado y del personal de administración y servicios. El contrato-programa que la Consejería de Educación y Ciencia firmará con la Universidad de Castilla-La Mancha recogerá los medios necesarios para atender los objetivos de la imprescindible convergencia tanto en los aspectos materiales como en los de personal. El contrato-programa vigente con la Universidad de Alcalá está orientado en la misma dirección.

   También, con la intención de incrementar los mecanismos de mejora de la calidad, se remitirá en el próximo periodo de sesiones a las Cortes de Castilla-La Mancha la Ley de creación de la Agencia Regional para la Calidad Universitaria.

   La Universidad, además de la responsabilidad en la formación de profesionales, tiene la de ser el motor de la investigación. Debe ser, como ya lo viene siendo, la referencia clave en la política científica regional. Pero además de la Universidad, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas debe ver incrementada su presencia aquí y por ello se profundizarán las conversaciones iniciadas sobre la creación de nuevos centros mixtos con el CSIC.

   La investigación científica es la base de la innovación tecnológica. El ciclo empieza en la formación (enseñanza), continúa con la generación de conocimiento (investigación básica), sigue en la aplicación de éste en la resolución de necesidades empresariales o sociales (investigación aplicada y desarrollo) y se completa con la generación de nuevas soluciones, la creación de nuevos procedimientos y la puesta a disposición de nuevos productos (innovación). Es necesario aplicar medidas en cada una de las etapas de este ciclo para garantizar que pueda completarse. Además, cada una de las etapas es condición necesaria para la siguiente.

   Castilla-La Mancha cuenta en este momento con un importante, aunque siempre mejorable, nivel de infraestructura de investigación que debe incrementarse en la resolución de la convocatoria FEDER recientemente publicada. También, fruto en este caso del éxito de los grupos de investigación en las convocatorias nacionales y europeas y del esfuerzo financiero del Gobierno regional, la financiación de la investigación tiene, aunque siempre mejorable, un nivel satisfactorio. Dicho de otro modo, no es fácil que el sistema regional de ciencia y tecnología pueda asumir más infraestructura y más financiación corriente si no incrementa su potencial humano.

   El esfuerzo continuado de los gobiernos de Castilla-La Mancha orientado a este objetivo es importante. Las becas predoctorales financiadas por el Gobierno regional son ciento seis que, junto con los contratados asociados a proyectos de investigación financiados desde Castilla-La Mancha, hacen un total de más de trescientos investigadores en formación, a los que habría que añadir una buena parte del profesorado de la UCLM, los Institutos y Centros de Investigación de la UCLM y el conjunto de personal investigador de los Centros Tecnológicos, de los Centros de Investigación dependientes de la Consejería de Agricultura y del Sistema de Salud de Castilla-La Mancha. Sin embargo todo este conjunto de investigadores necesita crecer.

   La ampliación de los recursos destinados a becas predoctorales, la creación de becas postdoctorales, las líneas de financiación que permitan la incorporación de doctores y tecnólogos formados con nuestro esfuerzo financiero, o con el de otros, serán iniciativas que pronto deberán materializarse. El incremento del número de investigadores, en formación, formados y consolidados es una medida del acierto en la definición y ejecución de una política científica con futuro.

   La política científica del Gobierno de Castilla-La Mancha quedará identificada en el próximo Plan regional que definirá las líneas estratégicas de investigación y de desarrollo. A lo largo de 2005 deberá formularse en un trabajo coordinado entre Consejerías que atienden actividades de investigación, particularmente las de Agricultura, Industria y Tecnología, Medio Ambiente y Sanidad.

   Las líneas estratégicas del nuevo plan atenderán a todos los puntos del ciclo que transforma la formación en innovación: investigación básica, investigación aplicada, desarrollo e innovación. Identificará medidas que incrementen tanto el número de investigadores como la financiación de la investigación y los instrumentos que permiten la transformación del conocimiento en nuevas aplicaciones o nuevas formas de producir.

   El nuevo plan deberá identificar grandes campos de investigación de modo que se combinen lo que sabemos hacer, lo que es tradicional en nuestro territorio y líneas nuevas asociadas a nuevos conocimientos. Los Institutos de investigación de inminente puesta en marcha dedicados a la informática, medio ambiente y tecnologías química y medioambiental, sin que agoten los temas, serían una referencia en estas nuevas líneas.

   El plan regional tendrá una especial atención al conjunto de temas que se contemplan bajo la denominación de Promoción General de Conocimiento, constitutivos de una buena parte de la investigación básica. Este ámbito, aunque no solamente éste, es muy adecuado para incluir todos los aspectos de la investigación en las disciplinas contempladas bajo el epígrafe Humanidades.

   Quiero para terminar recuperar el término “aliado” para describir la relación del Gobierno con la Universidad en el reto de la acreditación y la convergencia europea, para ampliar la intención de alianza con el resto de actores de la investigación y la innovación tecnológica. Todo ello con el objetivo de hacer real en el ámbito de la formación, de la investigación científica y de la innovación tecnológica, el objetivo de convergencia 2010 que orienta la acción del Gobierno de Castilla-La Mancha.

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