Carmen Quintanilla Barba (Presidenta Nacional de AFAMMER)
La Organización de Naciones Unidas (ONU) en una resolución del 15 de diciembre de 1972 declaró el 5 de junio Día Mundial del Medio Ambiente con el claro objetivo de sensibilizar a la opinión pública sobre la necesidad de preservar y mejorar nuestro entorno natural.
Desde esa fecha hasta hoy, aunque algo hemos avanzado, sigue siendo primordial que nos concienciemos de la importancia que tiene la conservación de nuestro medio natural pues, no en vano, será la mejor y mayor herencia que podamos dejar a nuestros hijos y nietos.
La degradación del medio ambiente, principal perjudicado por un desarrollo económico e industrial que no había tenido en cuenta ni calculado sus consecuencias negativas sobre la naturaleza, ha llegado a poner en serio peligro en algunas zonas del mundo a los grandes bosques y selvas, considerados verdaderos pulmones verdes de nuestro planeta. Si no tomamos conciencia de este proceso y de sus consecuencias, la contaminación, la tala indiscriminada de árboles, la sobreexplotación de la tierra, los incendios forestales, etc. irán acabando poco a poco con el mayor patrimonio de la humanidad sin el cual los seres humanos no podríamos existir.
La Asociación de Familias y Mujeres del Medio Rural, consciente de la importancia de fomentar y practicar estos principios encaminados a la conservación y mejora del entorno ha tenido siempre el medio ambiente como prioridad entre sus actuaciones ya sea a nivel formativo, organizando charlas y jornadas dedicadas a este tema como a otros niveles, potenciando las actuaciones que permiten promover en nuestros pueblos un desarrollo sostenible en el que las actividades económicas y el medio natural convivan en equilibrio y, como no podía ser de otra manera, respetando el rico patrimonio medioambiental de nuestras zonas rurales.
Utilizar con responsabilidad los recursos que nos proporciona la tierra y de los que depende, en gran medida, la subsistencia del medio rural no sólo hace posible conservar el medio ambiente sino también, por extensión, mejorar nuestra calidad de vida y la de nuestras familias.
Es por eso que, desde AFAMMER, continuaremos trabajando por que la palabra medio ambiente siga siendo un referente de bienestar para todas y cada una de las mujeres rurales que nos esforzamos día a día por mejorar nuestro entorno; que sabemos que del uso que hagamos de los dones que nos ofrece la naturaleza depende el futuro de nuestros pueblos y de las próximas generaciones, un legado al que los más jóvenes tienen derecho y que nosotras tenemos la obligación y el deber de preservar.
