Personas del Campo

Nemesio de Lara Guerrero (Presidente de la Diputación Provincial de Ciudad Real)

  

   «En los sitios donde hay más cultura la gente puede relacionarse con otro tipo de personas que no sean sólo las de campo» (María Dolores de Cospedal)

   Yo soy de pueblo. Y vivo en un pueblo. Mis hermanos han sido campesinos. Tengo tíos, sobrinos, primos, cuñados y muchísimos amigos y conocidos, del campo. Por el campo y para el campo han vivido y nos han hecho vivir a otros. De los 10 a los 24 años pasé todas mis vacaciones trabajando en el campo.

  
Sus palabras me han ofendido, señora De Cospedal. No entro ni salgo en si usted ha ofendido a otra tanta gente de esta región. Cada cual tiene derecho a sentirse o no ofendido por las palabras o los hechos de los demás. Pero usted, por lo menos, me ha ofendido a mí.

  
Y aunque sé que mis palabras pueden tacharse de interesadas, de poco creíbles, por estar escritas por un político y dirigidas a la líder del partido adversario, en este momento me importa un bledo que así ocurra. Las está escribiendo Nemesio de Lara y no el secretario provincial del PSOE de Ciudad Real. Y me seguirá importando un bledo que se me conteste en clave política o se me califique de demagogo u oportunista.

  

Para empezar, debería usted pedir perdón de manera inmediata a aquéllos y aquéllas a quienes ha calificado de incultos. Ironías del lenguaje, “cultura” viene a significar “cultivo”. Y en otra primera acepción del DRAE “Cultura” es “conjunto de conocimientos que permite a alguien desarrollar su juicio crítico”. Ni sabiendo más de física cuántica, ni de geología oceánica, ni de la generación del 27, ni del movimiento cubista se puede considerar nadie más culto que quien no lo sabe. Y tampoco le vendría mal dar un repaso a los resultados electorales históricos de nuestra región, pueblo a pueblo, para observar la capacidad de discernimiento, de juicio crítico de sus gentes, en función de los tipos de comicios, del momento que se vive, o del candidato respectivo.

  
Conozco a titulados universitarios, entre los que me incluyo, incapaces de alcanzar el nivel de razonamiento objetivo de un agricultor que a lo mejor, no siempre, pasó por la escuela durante el tiempo imprescindible. Y sin despacharse necesariamente a diario con Jiménez Los Santos o Ramoneda, sin haberse leído a Engels o Adam Smith, nos dan cien vueltas a usted y a mí a la hora de interpretar la realidad que están viviendo y de analizar racional y emocionalmente los comportamientos ajenos, las realidades sociales, las situaciones políticas y, sobre todo, las conductas propias, que son, por cierto, las más difíciles de colegir

   Una vez le leí al profesor Aranguren que en muchos aspectos se consideraba más inculto que su asistenta porque ella sabía, por ejemplo, coser para adaptarle un pantalón y él no llegaba ni a poder pegarse un miserable botón. Plantar una viña, podarla, estallicarla, mullirla, aterrarla, recortarla, ararla, abonarla, tratarla con fitosanitarios, requieren de una cultura inalcanzable para muchos. Y valorar qué tipo de simiente elegir, y conocer las clases de suelo sobre los que cultivar, y gestionar sus seguros, y arreglar papeles de la PAC, y manejar maquinaria agrícola, y negociar inteligentemente con el director del banco, y organizar sus empresas, y participar en debates asamblearios de cooperativas y organizaciones agrarias exigen una preparación más que cualificada.

  
Y además, señora de Cospedal, afortunadamente, la gente del campo ve la televisión, y escucha la radio y lee el periódico. Porque, contrariamente a lo que usted afirma, las posibilidades de alcanzar información en el medio rural son las mismas que en el medio urbano. Y cada quien elige libremente el medio que le viene en gana, público o privado, porque sabrá que las ondas no tienen fronteras y que la prensa escrita se transporta a diario por las carreteras que todavía usted apenas conoce.

  

No sé si queriendo o sin querer usted ha minimizado la importancia de las victorias electorales de sus compañeros de partido, señores Fraga y Aznar, por no citar a tantos, en Galicia y Castilla León, respectivamente, donde el minifundismo y el predominio de lo rural igualan o superan a los de Castilla La Mancha.

  
Decía Cicerón que la agricultura (“cultura” del agro) es la ocupación más digna para todo hombre libre. Acaso, impremeditada, pero instintivamente, lo cual es muy significativo, usted ha dado un pisotón a esa dignidad, doña María Dolores de Cospedal.

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