Quijotes, maratonianos y solidarios

Corredores solidariosAntonio M. Rodríguez Alba

¿Somos realmente solidarios los corredores de fondo?. Mucho se ha hablado del carácter del maratoniano y de sus virtudes, innatas en unos y en otros forjadas a fuerza de dura lucha contra aire, lluvia, barro o sol por los caminos del mundo, en busca, cual caballeros andantes, del sueño  y la utopía de ser mejores y más libres.

¿Cuánto hay de literatura en todas esas historias que asoman a las páginas de las revistas de las que somos consumidores los corredores y cuanto de realidad?. Sin duda que correr  durante más de una hora, de forma habitual varias veces por semana, no sólo moldea piernas y corazón sino también el espíritu, que igualmente sale fortalecido de tal ejercicio. En ese sentido, he observado en mis propios hijos, como el hábito de la carrera a pie, les ha hecho más resistentes ante el estudio y el esfuerzo en general, además de contribuir al desarrollo de su propia personalidad.
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Pero volviendo al interrogante con el que abríamos esta reflexión, quiero plantearos, ante la avalancha de carreras que se autoproclaman solidarias, si efectivamente no estamos asistiendo a una depreciación del término “solidario”.

No cabe duda de que cualquiera de los que acostumbramos a salir por esos caminos los fines de semana, sabemos de la importancia que tiene la ayuda entre seres humanos; máxime en momento de necesidad donde la impotencia nos hace sentirnos débiles e indefensos, pero sigo preguntándome si realmente eso nos hace ser todo lo solidarios que deberíamos.

Todo lo anterior viene a colación, porque, como sin duda sabréis, el Maratón Popular de Castilla La Mancha, que este año ha comenzado, en su XII edición, una evolución hacia el Quixote Maratón Internacional de Castilla La Mancha, incluye dentro de sí mismo una prueba denominada Quixote Maratón Solidario, que desde ADAD hemos querido dotar de la categoría de “Copa del Mundo”, por varias razones que aquí he querido venir a explicar.
   
En primer lugar, cabría preguntarse por qué albergar dentro del Quixote Maratón una “Copa del Mundo” en la categoría de los denominados, – y permítaseme el anglosajonismo -, “charities runners”. ¿No es demasiado pretenciosa tal denominación?, ¿No basta con dedicar uno o dos euros de la inscripción de cada corredor a tal o cual causa noble y optar así al calificativo de Maratón Solidario, como hacen hoy en día otras muchas carreras que se han subido al carro de la solidaridad?.

La respuesta, decía Bob Dylan, está en el viento, pero para ser más concretos: ¿qué entendemos por “corredor solidario”?. Personalmente, el término que a mí me parece mas acertado es el de “charity runners”, en cuya traducción literal, el calificativo apropiado para tal corredor sería, el de caritativo o, por caridad. Este corredor no realiza  la prueba colaborando además, de paso, con alguna necesidad mal atendida por la sociedad, sino que, todo el enfoque del porqué realizará la prueba tiene como eje ese objetivo solidario. Por tanto el “charity runner”, – “corredor solidario” en adelante, a efectos de entendernos en nuestra maltratada lengua -, realiza personalmente el doble esfuerzo de recaudar los fondos que destinará a la causa elegida, – se ha fijado una cantidad mínima de 250 euros -, y de cubrir la distancia de la prueba hasta terminarla como compensación hacia aquellos que han financiado su aventura solidaria. Queda claro, por tanto, que ha de ser él, quien recaude los fondos de la correspondiente donación, aunque cuente, en su búsqueda de patrocinio, con el apoyo de toda la organización del Quixote Maratón.

Son estos corredores los que son reconocidos como tales por el Quixote Maratón Solidario, tal como ocurrirá este año con aquellos que en la pasada edición completaron la prueba habiendo gestionado con anterioridad el patrocinio de su donación a las asociaciones correspondientes, que fueron las de afectados por el alzheimer, el autismo y la parálisis cerebral. Estos corredores fueron: José Antonio Marín Benítez, Jaime Fernández- Aparicio Escudero, Porfirio Ortiz Camacho, Alba Mª Rodríguez García, Carlos J. Ruiz López, Antonio Juan Ruiz, Marcial González Rivero,  Antonio M Rodríguez Alba y Luís Llamosas Ruiz. También serán distinguidas las empresas que realizaron aportaciones comprando los kilómetros de estos corredores recorrieron en la pasado edición.

Algunas de estas empresas repiten en esta edición, comprando de nuevo los kilómetros que los participantes en esta I Copa del Mundo de Corredores solidarios recorrerán el domingo 28 de octubre entre las localidades de Ciudad Real y Miguelturra. Estas empresas que renuevan su aportación solidaria, en esta ocasión dirigida al trabajo que Cruz Roja Española, Cáritas Diocesanas y Médicos del Mundo realizan con los damnificados por el terremoto de Perú, y a la asociación local de Autrade en Ciudad Real, son: AUTOTRAK S.L. Mercedes Benz, AZUER MOTOR Concesionario BMW y MINI, RSU Ciudad Real, PORFI SPORT S.L. de Alcázar de San Juan, CLUB MARATÓN ALA 14 de Ciudad Real, CAJA CASTILLA LA MANCHA, CAFÉ LA DOLORES, DISTRIBUIDORA HERVAS de Miguelturra, PVC CARFUR de La Solana, a los cuales se une en esta edición, JOSÉ ANTONIO ANDÁRIAS S.L.U.

En cuanto, al por qué de una “Copa del Mundo” de “charities runners” dentro del Quixote Maratón Internacional; en primer lugar esta figura está ampliamente extendida por toda la geografía mundial de pruebas de gran fondo y es, por tanto, mucho menos conocida dentro que fuera de nuestro país, pero no existe un reconocimiento oficial de ningún gran o pequeño maratón hacia ellos. Por otro lado, que mejor lugar para hacerles ese reconocimiento, que en una prueba que se autodenomina “Quixote Maratón Internacional”. Creo que el espíritu de nuestro inmortal personaje es el mejor espejo en el que reflejar esa condición de quien se adentra en la aventura del maratón con ese objetivo altruista y esforzado de buscar a su alrededor a aquellos que aporten financiación a su solidario objetivo.

Sólo deseo expresar de nuevo mi admiración por quienes, desde que observé esta figura del “charities runners” en mis primeras salidas a las grandes pruebas de maratón, como Londres, Nueva York, Berlín, Bostón, etc, llamaron mi atención hasta el punto de interesarme por la forma en que llevaban a cabo su labor de recaudar fondos para sus respectivas causas. Por tanto, cuando el próximo domingo 28 de octubre veáis a estos corredores portando en sus camisetas el distintivo que los identificará como “charities runners”, no regateéis vuestro aliento a estos corredores, porque su causa va más allá de la pura satisfacción personal por acabar una prueba de las duras características del maratón.
   

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