Fuenteovejuna dijo… ¡No!

Paco MillaPaco Milla

Todos conocemos personas, que cuando acceden a puestos en concejalías o adyacentes, parecen decirse ¡ahora es el momento de sacar la guadaña!.

No les importa, ni se paran a estudiar, si la labor ya hecha en su campo, merece su continuación en la misma línea,  por ser buena. No. El único propósito, es cortar cabezas y “colocar” a sus amigotes o familiares.

Frecuentemente, es su primer trabajo (curioso) y desde él , pretenden domesticar, a quienes llevan 30 añitos currándoselo, sin ningún respeto por el camino recorrido, mientras ellos practicaban el “sofaning”.

Este hecho, suele ocurrir, debido a que los partidos, reparten los cargos entre los afiliados, sin separar churras de merinas y claro, se nota el “kilometraje”.

{mosgoogle}Pero a veces, esta forma de “trabajar” no sale bien. Mas aun cuando te dan una concejalía, de la que no tienes ni zorra idea, pero ¿qué mas da? Lo que importa es figurar.

Conozco a un entrenador, al que convirtieron  en “políticamente incorrecto” por decreto.

Decreto, salido directamente de la entrepierna, de una de estas personas tan “comprometidas con su pueblo”.

Todos los métodos eran validos para “cargarselo”, para que su puesto quedara libre, (eso sí, por poco tiempo) y créanme que se trabajó enfática y concienzudamente,  por y  para ello.

Pero hete aquí que, llegado el momento de la decapitación, en la plaza publica, los alumnos dijeron ¡NO!. O este entrenador… o ninguno.

Las madres y padres de alumnos dijeron..¡no! Los simpatizantes dijeron ¡no! y además, todos  firmaron para que no hubiera dudas y quedara constancia.

Se celebró un reunión, en la que se escucho: ¡estáis en este Ayuntamiento, porque nosotros os pusimos, con nuestros votos. Os hemos elegido  para que nos representéis, pero eso no incluye las medidas dictatoriales, injustificadas y los aguillotinamientos  basados y sustentados en el odio.

¡Así no se hace la política que queremos!.

En aquel momento, el entrenador se sintió (aun más) obligado a continuar luchando, contra el ínfimo índice de natalidad, la emigración a la capital, el odio al esfuerzo, una educación ausente de hábitos deportivos, el mal olor del sudor, la pelota que te grita “chuta”, las consolas, los chats, las pandillas, las drogas, el mal tiempo, los castigos por los suspensos obtenidos, los noviazgos, el marchar a estudiar a la ciudad, la gimnasia pasiva, los electro- estimuladores, los desengaños competitivos, los objetivos a largo plazo, la ausencia de ídolos esforzados y que presuman de su propia subida a la montaña (veanse Gran Hermano and company) y un largo etcétera que todos conocemos. ¡Malos tiempos para la lírica…deportiva!

Narro este acontecimiento, porque sé que es escaso y por tanto raro, en nuestra piel de toro, donde estamos ya, desgraciadamente, tan acostumbrados a los navajazos por la espalda “en cuanto tocan poder”.

Una vez más Fuenteovejuna dijo NO,  y David venció a Goliat pero eso sí…¡nadie dimitió!

No estaría de más, que cuando los partidos hicieran sus listas, sopesaran cuidadosamente y distinguieran entre  quien viene a servir y quien viene a vengarse o enmierdar, todo aquello que toque.

Y para cerrar, mencionaré al maestro Perez Reverte:

¡Cuánto mas peligro, tiene un imbécil, que un malvado!

Hasta aquí por hoy. Mañana…más o no…¡quién sabe!

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