La importancia del agua

El agua es un recurso natural indispensable para la vida, pero su consumo aumenta de manera muy acelerada. Si bien el recurso agua podría considerarse como renovable, su calidad disminuye de manera paulatina, lo que puede dar lugar a problemas de escasez. Además, como por todos es conocido, aunque tres cuartas partes del planeta están cubiertas de agua, sólo una mínima parte es apta para el consumo humano.
La importancia del agua para la vida en la Tierra se debe principalmente a que es el componente mayoritario en la estructura de los seres vivos, esencial para su metabolismo. Por otra parte, el agua regula la temperatura ambiental del planeta y es un factor social que ha condicionado el desarrollo de las diferentes civilizaciones, siendo actualmente un recurso económico fundamental.

Está estimado en la actualidad un consumo diario medio de agua por persona cercano a los 200 litros, incluyendo las importantes pérdidas que se producen en su distribución. El agua procede tanto de fuentes superficiales (embalses…) como subterráneas (pozos…), desde donde es transportada a través de grandes conducciones, potabilizada en estaciones de tratamiento y, a continuación, elevada a depósitos desde donde se distribuirá por todas las viviendas mediante una red de abastecimiento. Además, toda el agua que consumimos procede, en última instancia, del agua de lluvia, con lo que en épocas de sequía se corre el riesgo de sufrir importantes restricciones.

La mayor parte del agua que entra en nuestras casas, sale de forma residual cargada de diversos contaminantes que van camino de las depuradoras. Estas están diseñadas únicamente para neutralizar los contaminantes orgánicos, nunca los compuestos tóxicos que se acostumbran a tirar, por lo que el proceso de depuración pierde capacidad.

Dado que en la zona donde vivimos el agua disponible varía mucho dependiendo de la climatología, el ahorro debe ser considerado como una premisa fundamental, y se convierte en factor de garantía de buena calidad, independientemente de la disponibilidad puntual del recurso. La utilización racional del agua impone una gestión eficiente y sostenible del recurso, y nos compromete a ser cuidadosos con el gasto del agua, tanto a nivel individual como colectivo.

Se entiende como uso sostenible del agua, el propósito de hacer compatible el uso de un bien natural con el mantenimiento del ecosistema al que pertenece y además que no se produzca una pérdida de las funciones para satisfacer la demanda, evitando situaciones de sobreexplotación. La gestión sostenible del agua consiste en administrar los recursos hídricos, tanto subterráneos como superficiales, en base a un correcto balance entre las necesidades de la sociedad y el medio ambiente natural.

Algunas medidas que se pueden poner en marcha en nuestros hogares, para ahorrar el consumo de este preciado bien, son, entre otras: ducharse en lugar de bañarse; no emplear el inodoro como si fuera una papelera; cerrar levemente la llave de paso de agua a la vivienda; llenar tanto el lavavajillas como la lavadora cuando se van a utilizar; etc.

El Día Mundial del Agua 2009, que se celebra el domingo 22 de marzo, hará énfasis en cuestiones relacionadas a las aguas compartidas. Estas aguas cobran cada día mayor importancia porque son la base de la interdependencia del agua para millones de personas. “Compartir el agua es compartir oportunidades”, este es el lema con el que se invita a la población a celebrar este año el Día Mundial del Agua.

Artículo anterior
Artículo siguiente

Relacionados

1 COMENTARIO

ESCRIBE UN COMENTARIO

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí


spot_img
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img