Incongruencia fotónica en el Ayuntamiento de Ciudad Real

Medio millón de bombillas iluminan Ciudad Real en NavidadSe acercan las fiestas del Almax y la ilusión y ya conocemos que el presupuesto aprobado para la iluminación navideña de Ciudad Real asciende a 75.000 euros, un 25 % más que en 2008, cuando el Consistorio destinó 60.000 euros a tal fin. Independientemente de si este año el Ayuntamiento sufragará íntegramente dicho gasto, o hará partícipes a los comerciantes, no tiene sentido que en plena crisis se incremente el presupuesto de algo tan poco necesario.
Si bien es cierto que en los últimos años se había “congelado” en 60.000 euros el montante destinado a la iluminación navideña, en 2005 al Ayuntamiento de Ciudad Real le bastó con el desembolso de 36.000 euros para alumbrar la capital. Es decir, en cuatro años y con la economía hecha unos zorros, habremos más que doblado la cuantía de ese gasto.

Este derroche luminiscente contrasta con la tendencia general en otros ayuntamientos, más conscientes de la adversa situación que atraviesan ciudadanos, empresas y administraciones. Sólo hace falta echar un vistazo a la prensa de días a atrás para comprobarlo: Mérida, por ejemplo, reducirá su presupuesto un 45% respecto al año pasado. La capital extremeña destinará a alumbrado navideño menos del 27% de lo que gastaba en 2006. Madrid redujo el número de bombillas en 2008 en un 23,60%, la potencia de la iluminación navideña en un 55% y la factura de la luz a más de la mitad. Una filosofía que piensa mantenerse este año. Otro ayuntamiento, como el de Haro (La Rioja), se planta en 30.000 euros cuando años atrás superaba los 50.000 euros. Por último, ciudades como Valencia o Burgos presumen del ahorro energético y económico que supondrá para las arcas municipales la utilización de bombillas de bajo consumo. A este respecto, hay que señalar que el medio millón de bombillas que se instalaron en Ciudad Real en el año 2006 ya eran de bajo consumo.

Menos impuestos y ojo, menos gastos superfluos también

Recientemente, tras la subida de impuestos anunciada por el presidente Rodríguez Zapatero, el PP provincial instó a sus ayuntamientos a congelar tasas e impuestos municipales. La consigna se adoptó y anunció a bombo y platillo en los consistorios populares. Una estrategia con origen propagandístico pero que, sin duda, agradecemos los castigados contribuyentes.

Sin embargo, la inconsistencia de las palabras se pone de relieve con los hechos. Además de aligerar la pesada carga fiscal que recae sobre los ciudadanos, es inexcusable el recorte hasta el último céntimo de todo gasto innecesario y urgente destinar esos recursos a paliar la crítica situación que padecen muchos de nuestros paisanos. Todo lo demás son cantos de sirena que, tarde o temprano, nos harán embarrancar. Los datos, como ya sabemos, son escalofriantes: 18,81% de paro (44.000 personas) en la provincia de Ciudad Real (24,31% en mujeres), 17 embargos de domicilios a la semana en la provincia en los seis primeros meses de 2009, una tasa de pobreza relativa del 28% en Castilla-La Mancha…

Gastar 75.000 euros en alumbrado navideño es un acto completamente irresponsable, por más que beneficie a los comerciantes (las ventas en una calle con iluminación navideña crecen un 20%). No es precisamente el consumismo exacerbado, ni el despilfarro energético lo que debe promover un ayuntamiento. En cuanto al supuesto “embellecimiento” a base de luz de algunas zonas privilegiadas de la ciudad, hasta el más caprichoso entendería que un plato de comida es más importante que un ciervo luminoso. Podemos conformarnos con adornos más sobrios y económicos.

Por una sociedad y una administración responsables, luces fuera.

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