Caja Rural de Ciudad Real y la provincia de la banca rota

¡Todo el mundo se tenga, si todo el mundo no confiesa que no hay en el mundo todo provincia más rumbosa ni más guasona que la olla gorda de las Españas, la sin par Ciudad Real!

Guárdate la bilis, fementida canalla, y apela a la prudencia, tunantuelo. No desmorones con chismes y acusaciones los cimientos de nuestra democrática provincia, ni socaves con falsedades lo que el poder y las gentes de buena voluntad entienden por el Bien Común.

Alcemos todos juntos, y yo el primero, la bandera de la cautela, aun a costa del incumplimiento de esas piadosas mentiras que son las leyes, porque ¿qué es eso que denuncias, bergante? ¿Que la Cámara de Comercio de Ciudad Real está gobernada de manera ilícita, y que aquí no levanta la voz ni piante ni mamante? Mide las palabras, soberbio malandrín, en nombre de la estabilidad empresarial, del futuro de progreso, de la moralidad y de las buenas costumbres…

¿Y a quién se le ocurre pregonar que los directivos de la antigua Caja Castilla La Mancha, con el Gobierno regional al frente, pudieron haber incurrido en hechos probablemente constitutivos de delito que condujeron a la desaparición de la caja de todos los castellano-manchegos? Donosa majadería… Pero en qué sesera caben semejantes chifladuras. Anda y no grites tanto, follón, que amenazas la estabilidad del sistema bancario y la sacrosanta impunidad de quienes velaron durante tantos años por el bien de las arcas públicas.

¿Y qué osas anunciar ahora? ¿Que el director general de Caja Rural de Ciudad Real, Miguel Ángel Calama, ha sido condenado a seis meses de cárcel por denuncia falsa, y que ahí sigue panza en gloria, a pesar de que la Ley establece que no podrán ser directores generales de cooperativas de crédito quienes hubiesen sido condenados por grave incumplimiento de las leyes o disposiciones sociales? ¡El acabóse, esto es el acabóse! Ah, truhán envidioso, y qué fácil que es cargarle las cabras al otro. ¿Pero es que acaso pretendes que te creamos, bellaco sin escrúpulos que pretendes hacer cuchufletas del sistema empresarial y financiero de Ciudad Real?

Y tendrás el valor de decir ahora que no es tuya la culpa, y que son precisamente nuestros rectores, prebostes, caudillos y senescales los primeros en hacer capirotes de las leyes humanas y divinas. Tendrás incluso la santa pachorra de decir que en apenas unos meses se ha incumplido la legislación de cajas de ahorro, la normativa de cámaras de comercio, y la ley de cooperativas de crédito, y que aquí no se menea ni la madre que parió al doncel. Vergüenza es lo que no tienes, aunque sí mucha mala uva para remover así las tranquilas aguas institucionales; que no hay memoria a quien el tiempo no acabe, y hay faltas que más necesitan de cataplasmas que de cirugías. Si fueras caballero, como no lo eres, ya yo hubiera castigado tu sandez y atrevimiento, cautiva criatura.

Cúmplanse, pues, las leyes para la gente soez y de baja ralea en castigo de sus malas obras, y déjese trabajar a su sabor a los hidalgos de La Mancha, los cuales imagino, ¿qué digo imagino?, sé muy cierto, que afrontan con orgullo aquestas incontables incomodidades por eso que, dicen, es nuestro Bien Común.

http://santosgmonroy.blogspot.com

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